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Jaime Álvarez, de Mans, regala un bellísimo desfile que será difícil de olvidar

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Mans presenta 'Phillipe' en la Casa de Velázquez.
Mans presenta 'Phillipe' en la Casa de Velázquez.

Eduardo Casanova y Enric Auqer arrasaron en la alfombra roja de los Premios Goya con trajes hechos por Jaime Álvarez, director creativo de la firma Mans. Es uno de los nuevos diseñadores que se incorporan al calendario de la 71ª edición de MBFW Madrid y la expectación era máxima. Desde que se supo que estaría en Madrid no se hablaba de otra cosa. Pero Jaime no es un recién llegado a la moda, pues lleva varias temporadas presentando su trabajo en la pasarela 080 Barcelona Fashion. Sus credenciales son inmejorables.

Las siluetas de Mans tienden a la verticalidad.

Refinada, sofisticada, bella. La colección es una oda a la belleza masculina, un ejercicio de vanguardia y costura que se salda con una ovación y piropos. “No había visto nada igual”. “Es lo más bonito que hemos visto en esta pasarela en años” “Parece que estamos en París”.

Hasta las ideas más atrevidas son rotundas en Mans.

La Casa de Velázquez ha acogido el desfile y Álvarez ha contado con un casting soberbio. Todos los chicos son extranjeros: altos, delgados, perfectos para transmitir lo que el modisto quería con esta colección. “Lo que quiero es dar otra visión de la masculinidad, con chaquetas ceñidas a la cintura que abrazan el cuerpo, pantalones más altos y anchos, blusas más sofisticadas”. Y lo ha conseguido. Álvarez ha regalado un tratado de sastrería renovada, trastocando códigos obsoletos, reinventando el traje y revolucionando los armarios. "Es poner el acento en una discreta y a la vez elocuente virilidad".

Propuesta de Mans para el invierno de 2020/21.

Su nueva colección es "un viaje onírico al dulce y próspero find de siècle francés y conecta con la pintura impresionista. Las paletas de Monet, Degas y Renoir prestan sus colores a prendas llamativas que destacan entre la colección con sus tonos celeste y lavanda. “Hay una parte más blanca, con mucha luz, más onírica, y luego otra más loca, con cortes más atrevidos, ¡pero siempre todo muy contenido! Y para terminar, prendas más especiales, en negro noche”, revela.

La pintura impresionista inspira la colección de Mans.

Se esfuerza en llevar los tejidos tradicionalmente llamados femeninos al guardarropa del hombre, de su hombre. “Hago prendas muy especiales, como las camisas-joya, cuajadas de pasamanería y cristal”. Piezas de autor que tienen un enorme poder de seducción. Como los jerséis en punto, decorados con delicados paisajes impresionistas en formato digital. El patrón de sus famosos trajes cruzados se traslada ahora a las camisas, que se anudan en el interior con un lazo y se abrochan en el exterior con un botón. Hay blusas con cuello cascada y otras con cuello alto para acoger dos botones.

Mans moldea el estilo del nuevo dandi.

Álvarez trabaja la piel de potro y cordero, versionado prendas de abrigo que han causado furor en anteriores colecciones. Y hay que aplaudir el puzle de tejidos con el que hace chaquetas que llevan un tejido de raya diplomática y un sinuoso brochazo de satén gris plomo. La silueta tiende a la verticalidad, gracias a los patrones alargados y estilizados y a los conjuntos de dos piezas con el mismo estampado. Una verticalidad imponente, que se eleva buscando el cielo, como en las catedrales góticas.

Los trajes de dos texturas se desarrollan en distintos colores.

En la bandera de tejidos se ha colado la pana. Una textura que no suele verse en sus colecciones. “Al final me ha terminado gustando, y hecho una cazadora en tono lavanda, otra naranja y varios trajes en gris, blanco y morado. La idea, su idea, es llevar tejidos sport a la alta sastrería. Entre las salidas finales se abre paso la sensualidad. No es necesario enseñar piel, aunque se permite, porque el patrón y los tejidos la llevan.

Las prendas ,más festivas de tintan en negro.

Vemos un elegante y sofisticado batín largo en seda mate con solapas en raso brillante y un cinturón con borlas hecho en Sevilla por manos artesanas, las mismas que hacen hábitos y capas para la iconografía religiosa. Un potente tratado de costura, un bello equilibrio entre tradición y modernidad, una colección que sale del talento de este joven que ya sueña con París.

Mans aporta luminosidad a las primeras salidas.