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Sáenz de Oiza, autor de obras maestras de la arquitectura española

  • Oiza fue un gran reformador de la arquitectura española del siglo XX
  • "No te mueras sin ir a Ronchamp" nos acerca la leyenda de Oiza
  • 'Imprescindibles' vuelve emitir el documental el domingo 9 de diciembre en La 2

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Imprescindibles - El arquitecto Sáenz de Oiza - avance

“Los arquitectos no hacemos las obras, son expresiones de una cultura, de un tiempo, ¿cómo va a firmar uno una civilización? uno da forma a una cosa inevitable, es como la grafología. Uno no se inventa el tipo de letra, dado su temperamento, tiene un tipo de letra”, decía el arquitecto Sáenz de Oiza, autor de obras revolucionarias como el edificio Torres Blancas, en Madrid, máxima expresión del organicismo.

Este año se cumple el centenario del nacimiento de Oiza y el programa 'Imprescindibles' ha querido sumarse al homenaje reemitiendo No te mueras sin ir a Ronchamp, un documental dirigido Yolanda Villaluenga.

No te mueras sin ir a Ronchamp aborda la obra y la vida de Oiza y está secuenciado por un encuentro definitivo que marcó su carrera: el encuentro y amistad con el escultor Jorge Oteiza.

A través del Archivo de TVE, que ha recogido sus entrevistas desde los años 50, es posible documentar el valor que otorgó a la transmisión de conocimientos – fue revolucionario su paso por la Escuela de Arquitectura de Madrid-, el personaje que construyó y su búsqueda desesperada por encontrar nuevas formas para la arquitectura. Además, el documental descubre el arquitecto a través de la mirada de Moneo, Alonso, López-Peláez, Quetglas, Vellés o Climent, entre otros colegas y alumnos. También a través de su esposa y de sus siete hijos, cuatro de los cuales son arquitectos.

El arquitecto Sáenz de Oiza

El arquitecto Sáenz de Oiza Imprescindibles

Sáenz de Oiza... ¿leyenda de la arquitectura española?

El documental No te mueras sin ir a Ronchamp se acerca a la leyenda de Oiza. “Estoy más que dispuesto a contestar sus preguntas si con ello contribuyo a que se conozca qué ha sido Oiza y no se convierta sólo en leyenda”, decía en los previos de la entrevista Rafael Moneo, premio Pritzker y uno de los discípulos de Sáenz de Oiza.

El documental No te mueras sin ir a Ronchamp se acerca a la leyenda de Oiza

Maestro de maestros, Oiza dejó en las aulas de la Escuela de Arquitectura de Madrid la esencia de su pensamiento, definido por él mismo como contradictorio. “¿Qué es un maestro? -se pregunta el arquitecto Josep Quetglas-. El maestro no te propone lo que has de hacer si no que te impide seguir haciendo lo que estás haciendo. El maestro está obligado a rechazarte y consigues distanciarte de él por lo que él te ha enseñado. Oiza lo era”.

Maestro de maestros, Oiza dejó en las aulas de la Escuela de Arquitectura de Madrid la esencia de su pensamiento

Francisco Javier Sáenz de Oiza, nació en Cáseda (Navarra) pero se crió en Sevilla. Su padre, también arquitecto, pidió el traslado a Madrid, con toda la familia, para que Oiza pudiera estudiar arquitectura. “Quería ser arquitecto porque su padre era un hombre bueno”, dirá el también arquitecto Javier Vellés quien pasó a formar parte de la familia de arquitectos que le acompañó a lo largo de su vida.

Maestro de maestros

Personaje polémico y polemista, creador de obras distantes entre sí en el estilo y en la valoración del público.

¿Cómo es posible que hiciera ese listado de obras tan increíbles, por llamarlas de una forma suave?

“¿Cómo es posible que hiciera ese listado de obras tan increíbles, por llamarlas de una forma suave?”, dirá el arquitecto Paco Alonso, refiriéndose a una etapa del Oiza en la que creó obras cuestionadas como la vivienda social de la M-30, más conocida como El ruedo o el Palacio de Festivales de Santander.

“No podemos seguir viviendo en ciudades aburridas”, dirá Oiza, que siempre salió al paso de las críticas surgidas por el color o la forma de algunos de sus edificios.

No te mueras sin ir a Ronchanp entra en la leyenda del personaje y en la estrecha relación que mantuvo con el escultor y poeta Jorge Oteiza, a quien conoció a principios de los años 50 en Aranzazu, y cuya relación se mantuvo hasta el fin de sus días.

No podemos seguir viviendo en ciudades aburridas

Fue precisamente Oteiza quien, en los últimos meses de vida del arquitecto, le dijo que visitara la capilla que Le Corbusier había levantado en el noroeste de Francia y dio origen a esta frase mítica “No te mueras sin ir a Ronchamp”.

Si Oiza tenía razón y la arquitectura es como la grafología, quizá adentrándonos en Torres Blancas, en el Banco de Bilbao o en el Palacio de Festivales de Santander podamos conocer el universo que rodeó a Oiza, y a un Oiza más allá de su obra.