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Los monstruos de la máquina. Frankenstein en el siglo XXI

Emisión 3 de mayo de 2017 · La 2

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Metrópolis - Los monstruos de la máquina

Esta semana en Metrópolis, recorremos la exposición "Los Monstruos de la Máquina, Frankenstein en el siglo XXI". Comisariada por Marc Garrett para LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón, la muestra supone una mirada contemporánea al “Frankenstein” de Mary Shelley en el bicentenario de su publicación. Una actualización del mito a través de diferentes propuestas artísticas que nos dirigen hacia una reflexión sobre los verdaderos efectos de las tecnologías y los avances científicos en la actualidad.

La revisión de la clásica novela de ciencia ficción y terror gótico creada en 1816, sirve como punto de partida para plantear algunas cuestiones interesantes: ¿Cuáles son los miedos y preocupaciones de las sociedades del sXXI? ¿Cómo se enfrentan los artistas contemporáneos a estos nuevos monstruos de la máquina?

Al igual que la famosa novela, hoy en día, los avances tecnológicos, la búsqueda constante de información y el deseo de manipular y controlar la naturaleza siguen siendo una constante que, en ocasiones, conlleva consecuencias que escapan de nuestro control. En el siglo pasado el poder de la electricidad era uno de los monstruos que acechaban a la sociedad, hoy hablamos de un monstruo quizás más complejo. El cambio climático, la ingeniería genética, la biopolítica, el Big Data, el hacking o el transhumanismo son los algunos de los miedos y preocupaciones de hoy. Y desde el ámbito artístico, estas cuestiones son planteadas desde diferentes perspectivas.

Para acercarnos a este fenómeno, hablamos con KARIN OHLENSCHLÄGER, Directora de actividades de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, sobre "Los Monstruos de la Máquina, Frankenstein en el siglo XXI", de la que destaca una importante presencia femenina, y el planteamiento de la relación arte y ciencia desde la perspectiva de género. Además, en la muestra “participan una veintena de artistas entre las que se encuentran figuras consolidadas como Lynn Hershman en connivencia con artistas más jóvenes con una gran proyección como Joana Moll o Cristina Busto”.

Los monstruos de la máquina. Frankenstein en el siglo XXI

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  • Los Monstruos de la Máquina, Frankenstein en el siglo XXI, en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial

  • instalación INFINITY ENGINE (2013-2014), de Lynn Hershman Leeson

Comenzamos nuestro recorrido con la instalación INFINITY ENGINE (2013-2014), de Lynn Hershman Leeson, que examina la relación entre realidad, fantasía y miedo. A partir de una muestra de imágenes, evidencia el imparable desarrollo de la ingeniería genética. Instrumentos de laboratorio, cosechas y animales híbridos, junto a otros extraños objetos, describen un paisaje inquietante que reflexiona sobre temas como la identidad, la relación hombre-ciencia o la bioética en torno al cultivo de partes del cuerpo humano a partir de muestras de ADN.

Estos avances científicos en materia genética son una de las grandes preocupaciones de la sociedad del sXXI como aparece reflejado por ejemplo en STUTTERER (2014), de Thomson & Craighead, una suerte de máquina de poesía que utiliza el genoma humano como partitura musical creando un montaje de vídeo que repasa los 13 años que le costó al Proyecto Genoma Humano completar la primera secuencia de ADN humano.

Otro de los grandes miedos que aparecen reflejados en la exposición es el desconocimiento, la incertidumbre, el sentirse perdido en un mar de datos incomprensibles para el común de los mortales. Este es el caso de LA CURA: EVERYTHING (2016), de [AOS] Art is Open Source, una performance participativa global que plantea una reflexión sobre la biopolítica de los datos y las interfaces, y las formas en las que sociedad se enfrenta a problemas complejos como es, en este caso, el enfrentarse a una grave enfermedad y encontrar, entre todos, la “cura”.

Otra pieza que apuesta por el bien común como punto clave para conseguir una sociedad equilibrada y fuerte ante las amenazas externas, es SAUTI YA WAKULIMA (La voz de los campesinos) (2011-actualidad), un proyecto del Equipo Sauti ya wakulima - http://sautiyawakulima.net/ . En este caso, el trabajo parte de la idea de que el conocimiento agrícola, compartido y defendido como bien común, puede ayudar a los campesinos a resistir los embates del cambio climático. A partir de ahí, la instalación recoge testimonios sonoros y visuales de campesinos de Tanzania sobre sus prácticas cotidianas.

De nuevo nos encontramos la sociedad como punto de referencia en la pieza de Fernando Gutiérrez, pero esta vez una perteneciente a la ciencia ficción. Un ejército de criaturas biónicas disfuncionales que visionan y revisionan un futuro distópico, lúdico, irónico y emocional, dan la bienvenida a la exposición. THE BRAIN OF THE PLANET (2016), es una intervención gráfica en el espacio de LABoral que “se articula en torno a la estética web menace (…), un género literario dentro de la Literatura Pulp de principios de los años 20 donde los herederos de Mary Shelley y del miedo a que las máquinas se rebelaran contra sus creadores, crean una literatura de ciencia ficción donde se visionan mundos perdidos.”

Muchas son las piezas que a lo largo de la exposición en LABoral, nos presentan la idea de futuro como una de las grandes incógnitas de nuestra era.

Una idea de futuro, donde ficción y realidad se confunden aparece en la pieza FUTURE PRESENT DESERT (2016). Gretta Louw y Warnayaka Art Centre (Australia) presentan un documento audiovisual en el que confluyen de forma surrealista y distópica la realidad del remoto desierto australiano, algunos relatos tradicionales sobre fantasmas e historias oníricas, las vivencias personales de los artistas warlpiri (situado en Darwing, Australia Central) y ciencia ficción. Una reflexión en torno al presente a partir de la tradición, el pasado y el futuro.

ANIMACULES (2009-actualidad), de Genetic Moo, se inspira en las ilustraciones de la vida marina realizadas en el sXIX por Ernst Haeckel, así como en el trabajo del científico holandés Antonie van Leeuwenhoek, inventor de uno de los primeros microscopios. La instalación interactiva explora la idea de un futuro imaginado desde la perspectiva de la evolución humana.

Por su parte, el planteamiento de un futuro dominado por la tecnología sugiere una distopía como la que revela la instalación UKI VIRAL LOVE (2013), de Shu Lea Cheang en la que podemos ver dos grandes fotogramas de dos instalaciones performativas, secuela de la película ciberpunk de Cheang titulada U.K.I. (2000). En esta ocasión, dos replicantes buscan en un vertedero de basura tecnológica, piezas y códigos que les permitan volver a la vida.

Por otro lado, ya en el mundo presente, AVATAURROR (2012-2013), de Alan Sondheim, nos enfrenta a la violencia, otro de los grandes miedos tan habitual en nuestras sociedades actuales. Esta pieza presenta avatares en 3D distorsionados, doloridos, problemáticos, que se relacionan con distintos estados de violencia y genocidio. Una reflexión en torno a los movimientos de resistencia y la violencia que predominan hoy en día.

En una era dominada por la violencia, la propuesta MEDUSA FPS (2016), de Karolina Sobecka, utiliza el formato videojuego para plantear una reflexión sobre los sistemas robóticos inteligentes de armas que los ejércitos emplean para distribuir la capacidad de decisión entre un equipo humano, el algoritmo y la máquina.

De otro lado, la pieza de arte participativo HELP ME KNOW THE TRUTH (2016), de Mary Flanagan, pone sobre la mesa temas relativos a las ideas preconcebidas y creencias subconscientes sobre los rasgos físicos o sobre tendencias relacionadas con la cultura y la identidad para cuestionar: “¿Son las técnicas computacionales realmente eficaces para revelar los sistemas clasificatorios de la mente? ¿Cómo se ven condicionados por miedos y valores construidos socialmente?”.

El miedo al otro y a lo desconocido, es también el punto de partida de algunos trabajos como THE VIRTUAL WATCHERS (2016), de Joana Moll y Cédric Parizot, donde arte, investigación y tecnología se funden. El crowdsourcing, la seguridad nacional y el control de fronteras a través de las redes sociales se ponen en cuestión a partir de las interacciones en un grupo de Facebook de voluntarios estadounidenses para controlar la frontera con México a través de cámaras de videovigilancia situadas en lugares estratégicos.

En la misma línea, abrumados por el poder de la Red y la incertidumbre ante los datos que se almacenan, encontramos A QUIET DESERT FAILURE (2015), de Guido Segni, que ha creado un bot de internet, un programa que simula una actividad humana, recorriendo el paisaje de datos de Google Maps y redibujando el desierto del Sahara para llenar un blog y sus centros de datos con una representación redibujada del desierto.

En COLONISE THE CLOUD (2016), la artista Gretta Louw utiliza la medusa como símbolo de esa red inescrutable y amorfa que llamamos la ‘nube’ virtual. Habitualmente es presentada como un etéreo cielo de datos, incorpóreo, puro y seguro, una imagen bien alejada de la realidad.

En ese mismo mar de datos, nos encontramos con la amenaza latente que suponen las redes sociales en SER ABSURDO (2016), de Cristina Busto donde la intimidad de una habitación nos permite refugiarnos de nosotros mismos y reinventar una sociedad paralela llena de mentiras y promesas banas. El universo virtual que presenta desvela la realidad de una sociedad aislada, frívola e insegura en la que la comunicación se ha empobrecido.

THE GARDEN OF EMOJI DELIGHTS (2014), de Carla Gannis nos propone un ejercicio de análisis de los efectos de los avances tecnológicos a través de la interpretación de la famosa obra El Jardín de las Delicias de El Bosco. En su pieza, las figuras proféticas han sido sustituidas por emojis mezclando así sistemas de signos históricos, populares y contemporáneos, y expandiendo a su vez el extendido vocabulario emoji.

La película UNA HISTORIA NUNCA CONTADA DESDE ABAJO (2016), de Regina de Miguel, toma como punto de partida el proyecto Cybersyn o Synco, dirigido por el visionario cibernético Stafford Beer en Chile (1971-73), durante el gobierno de Salvador Allende. Esta máquina proponía entregar las herramientas de la ciencia al pueblo. Documental histórico, ciencia/política ficción y el retrato psicológico confluyen en esta pieza en la que se exploran las utopías y cómo éstas evidencian los fallos sistemáticos del momento en que fueron formuladas.

Terminamos el recorrido por “Los Monstruos de la máquina” con una de las actividades paralelas que se han desarrollado dentro del programa de formación de LABoral. Se trata de un trabajo dirigido por Regina de Miguel en colaboración con alumnos del I.E.S. de Pravia (Asturias) para reflexionar sobre la investigación, el trabajo de campo y la expedición científica desde una vertiente crítica. Como resultado, los chavales han explorado la zona en la que residen, encontrando las claves que les ayudan a entender su presente a partir del conocimiento de lo que sucedió en su entorno más cercano con una línea de ferrocarril que nunca llegó a completarse.