El Chaco, la tierra olvidada

Varias alumnas en la escuela de San José de Esteros

Hay lugares en el mundo cuya sola mención ya provoca una cascada de ideas, fantasías, prejuicios…entonces se dispara la imaginación y acuden mitos, creencias, ideas, muchas de ellas tan falsas como arraigadas.

Algo parecido sucede con el Chaco, la región occidental de Paraguay, que ocupa más de la mitad de ese país partido en dos por el río Paraguay. Esta especie de frontera natural es también una línea divisoria entre una región habitada, con mejores tierras y más desarrollada y la otra, gigantesca, escasamente poblada y pobre.

Nuestro destino es Fischat. Todavía hoy se conoce por misión de san Leonardo, el nombre que le pusieron los misioneros oblatos hace noventa años cuando decidieron, con mucho valor, venir a estas tierras. El padre Rafael Fleita y la hermana Hermelinda nos reciben y guían en este recorrido por Fischat.

La solidaridad española llegó hasta este rincón perdido del Chaco paraguayo gracias a la ong marista SED –solidaridad, educación y desarrollo-. Los hermanos maristas estuvieron muchos años trabajando en El Chaco, en Mariscal Estigarribia, y desde entonces se mantiene el apoyo de SED a proyectos educativos. Sus destinatarios son los jóvenes de la etnia nivaclé, asentada en este rincón de Paraguay.