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Alemania, tan lejos y tan cerca

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Visitamos las Misiones Católicas de Lengua Española en las ciudades alemanas de Remscheid, Bonn y Colonia.
Visitamos las Misiones Católicas de Lengua Española en las ciudades alemanas de Remscheid, Bonn y Colonia.

Alemania Federal, diezmada por la Segunda Guerra Mundial, necesitaba mano de obra extranjera para reconstruir sus ciudades y trabajar en sus fábricas. Viendo una oportunidad para mejorar sus precarias condiciones de vida miles de españoles hicieron las maletas y emigraron a Alemania. Los emigrantes jugaron un papel importante en el llamado “milagro alemán”. La Iglesia española envío sacerdotes para atender espiritualmente a los emigrantes y la Iglesia católica alemana los acogió y puso a su disposición iglesias y locales para que pudieran llevar a cabo su Misión. Así nacieron las Capellanías Españolas en Europa que más tarde pasaron a llamarse Misiones Católicas de Lengua Española para que tuvieran cabida los emigrantes que llegaban de Hispanoamérica.

Remscheid, Bonn y Colonia

Visitamos la Misión de Remscheid que se abrió en 1961. Su primer capellán fue el salmantino Juan García Blanco y todos se entregaron en cuerpo y alma al servicio de los emigrantes. Entre ellos el navarro José Antonio Arzoz que lleva 48 años en Alemania, los últimos 15 desempeñando el cargo de delegado nacional de las Misiones Católicas de Lengua Española. En Bonn tiene su sede la Delegación Nacional de las Misiones Católicas de Lengua Española y la Academia Española de Formación cuyo director ejecutivo es el asturiano Vicente Riesgo. La Academia, que inició su andadura en 1984, tiene programas para personas mayores, segunda y tercera generación y nuevos emigrantes. Más de 25.000 personas han recibido formación en la Academia. Regresamos a Colonia una ciudad con algo más de un millón de habitantes de ellos 120.000 extranjeros. 4.000 son españoles y más de 5.000 latinos. El número de hispanohablantes aumenta de año en año. Al frente de la Misión Católica de Lengua Española en Colonia está el vasco Juan María García, religioso “amigoniano” que lleva 35 años en Alemania. Nos ha dicho que en torno a los mil emigrantes hispano-hablantes participan en las celebraciones y actividades de la Misión. Son de distintos países pero todos hablando una misma lengua.