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El río de los nueve dragones

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Recorremos tres proyectos apoyados por Manos Unidas a lo largo del río Mekong.
Recorremos tres proyectos apoyados por Manos Unidas a lo largo del río Mekong.

Recorremos tres proyectos apoyados por Manos Unidas a lo largo del río Mekong. En Neak Loeung, cerca de Vietnam evitan el tráfico y la explotación sexual de niños. En la frontera con Tailandia atienden a personas con sida y bebés seropositivos. Y en Nom Pen, la capital del país, han abierto diez guarderías con cerca de 700 niños en un barrio marginal.

La ciudad de Neak Loeung se encuentra a 70 Km. al Sur-Este de Phnom Penh, en la provincia de Prey Veng. Su situación estratégica, en un nudo de comunicaciones en la principal arteria fluvial del país, la convierte en una ciudad con muchísima actividad comercial, lo que propicia que también lo sea de flujos migratorios. Además, la construcción del puente sobre el río Mekong, cuya finalización está prevista para el año 2015, hace presuponer que muchos de sus problemas actuales se agravarán debido al aumento de tráfico de personas en la zona. Estas condiciones fomentan la vulnerabilidad de los niños que viven y trabajan en la calle. En Neak Loeung, la extrema pobreza la ha convertido en un semillero de enfermedades sociales y delitos contra la infancia que quedan absolutamente impunes: trata y tráfico de menores, violencia doméstica, comercio y explotación sexual de menores, abuso de drogas, etc. La institución Damnok Toek lleva trabajando con este colectivo desde 1991, con reconocido prestigio,atendiendo al día a más de 900 chicos y chicas en sus centros de acogida. El objetivo principal del centro de Neak Loeung en el que se realiza este proyecto es la prevención de abusos a la infancia, la rehabilitación de aquellos menores que han sido víctimas de ellos en cualquiera de sus manifestaciones y la reintegración en la sociedad, usando la formación como vía de inserción.

El proyecto pretende asegurar la atención a estos chicos y chicas de forma continuada y profesional, para ello requieren a Manos Unidas fondos para garantizar la formación de 150 menores en situación de riesgo, mediante la educación no formal que les permita reintegrarse a la escuela pública. 75 jóvenes recibirán formación profesional, que les permita encontrar un trabajo digno y mejorar sus expectativas de futuro y también se apoya un centro residencial con capacidad para 50 jóvenes, chicos y chicas. Se les imparten clases de alfabetización, sesiones informativas sobre tráfico de drogas, derechos de la infancia, salud, HIV/SIDA, formación profesional, se visita regularmente a las familias de los niños que no asisten a clase para evitar el abandono escolar, se involucra a todos los participantes en la creación de una red comunitaria sobre migraciones, explotación laboral, prostitución, y se trabaja en la integración laboral de los chicos y chicas que terminan su formación profesional. El apoyo de Manos Unidas se destina al pago de salarios de formadores, equipos y suministros y gastos de transporte. La aportación local se destina a cubrir gastos de personal, equipos y suministros, viajes y dietas y gastos de funcionamiento.

Niños de la calle

La contraparte Homeland lleva trabajando con chicos de la calle y sus familiares desde 1997. Una de las principales líneas de actuación de Homeland está enfocada al fortalecimiento de la unidad familiar. Este proyecto de 3 años de duración 2011-2013, es la continuación de los dos previos ejecutados eficazmente. Las actividades que financia Manos Unidas en este proyecto, tienen por objetivo prevenir el abandono y la explotación infantil y están centradas en la generación de ingresos económicos, fortalecimiento de las familias mediante planes formativos (talleres de artesanías khmer, corte y confección, cocina, bailes y música tradicionales, agricultura, otros relacionados con el cuidado de los hijos, etc.) y de aprendizaje de oficios tanto para los chicos como para sus padres. Asimismo se van a poner en marcha grupos de autoayuda que gestionarán microcréditos destinados a la creación de pequeños negocios.

Lucha contra el SIDA

Dhammayietra está profundamente asentada como ONG local y reconocida en el distrito de Mongkol Borei desde 2001, en el centro de Camboya. Inicialmente, su trabajo estaba claramente orientado a la asistencia domiciliaria de enfermos de sida. Una vez que se facilitó el acceso a los tratamientos con antiretrovirales, la calidad de vida de estos enfermos aumentó considerablemente, al tiempo que su esperanza de vida. En este sentido, la organización se encontró con que sus pacientes se habían convertido en pacientes crónicos que en muchas ocasiones ya no fallecían a causa de la enfermedad.

Es en este punto donde se inicia la colaboración entre Manos Unidas y DYMB. Manos Unidas empezó a trabajar con esta contraparte en 2009. La gestión y objetivos de la organización fueron cambiando, ya que la atención a los enfermos de sida se derivó de la asistencia domiciliaria hacia los servicios sanitarios (hospital y centros de salud del distrito), en torno a los que gira en la actualidad el trabajo de los grupos de apoyo, integrados a su vez por personas seropositivas.

Por otro lado, Dhammayietra empezó a incorporar como beneficiarios a otros enfermos crónicos y a las personas mayores, a las que ha organizado en OPA´s (Asociaciones de personas Mayores). Manos Unidas continuó colaborando con Dhammayietra, en dos proyectos posteriormente,con el fin de consolidar el trabajo de la organización. Como resultado más significativo de este trabajo, se ha reducido considerablemente la tasa de nuevas infecciones de VIH, destacando especialmente el éxito conseguido en la eliminación de la transmisión vertical (de madre a hijo), las tasas de adhesion a los tratamientos son muy altas y los grupos de apoyo se han consolidado, dando lugar a la aparición de una Organización Comunitaria de Base o CBO, así como a las redes de asociaciones de personas mayores (OPAN`s), que son otro ejemplo de organización de los beneficiarios. El reto principal al que se enfrenta la comunidad de Mongkol Borei en la actualidad es la alta tasa de migración a Tailandia, que trae consigo un repunte considerable de nuevos contagios de sida. La migración, generalmente de los padres de familia, tiene como consecuencia que estas personas se contagien del virus o abandonen el tratamiento y recaigan en la enfermedad. Cuando regresan con sus familias, en muchos casos desconocen que están enfermos hasta que aparecen los primeros síntomas, por lo que no han podido evitar el contagio de sus esposas y embarazos con grave riesgo de infección para el bebé.

Educación infantil

Este proyecto se localiza en el Distrito de Russey Keo, en las afueras de Phnom Penh. Russey Keo es una gran y extensa área semi-urbana, que está experimentando un rápido y gran cambio socio-económico como resultado del desarrollo urbano de la capital camboyana, Phnom Penh. Las familias se componen fundamentalmente de trabajadores con escasísimos recursos provenientes del campo que sólo tienen acceso a empleos precarios, tales como vendedores ambulantes, chóferes de taxi ó tuc-tuc, trabajadores de la confección, recolectores de basura, pesca, que escasamente llegan al salario de 1$ al día. Como resultado de esta precaria situación económica y laboral, nos encontramos con una infancia absolutamente olvidada y carente de cualquier atención sanitaria, educativa o referente parental. La mayoría de los niños menores de 6 años de edad carecen de atención médica, educación, protección, apoyo y atención por parte de sus familias. Muchos niños tienen que abandonar la escuela porque tienen que ganar un sustento para la familia, o necesitan quedarse al cuidado de sus hermanos menores. En un mayor riesgo se encuentran los niños más pobres, huérfanos o enfermos, ya que suelen ser víctimas de abusos, malos tratos e incluso son vendidos o traficados.

Khemara fue una de las primeras ONG´s locales en Camboya, creada en julio de 1991, siendo pionera en la lucha por la defensa de los derechos esenciales de la mujer y los niños. Este proyecto de 2 años de duración atiende a 480 niños, de entre 3 y 6 años, en 6 centros de educación infantil temprana. En estos centros, los niños tendrán acceso a la educación, tres comidas diarias y asistencia médica y dental, además de un lugar seguro donde estar mientras sus padres están trabajando. Este centro cumple una doble función: por una parte, permite a ambos padres ir a trabajar, y así aumentar los ingresos familiares, y por otro lado, el hecho de que los niños se incorporen al sistema educativo a una edad temprana, es casi una garantía para que su padres les permitan posteriormente acceder a la enseñanza obligatoria y el nivel formativo que adquieren, es muy superior al de otros niños que no asisten estos programas. Asimismo, se trabaja de forma continuada con las familias en temas de higiene, nutrición y salud infantil e incluso de violencia doméstica. Khemara tiene contrastado que la protección efectiva de los derechos de estos niños, es directamente proporcional al grado de implicación de los padres en el programa formativo. Manos Unidas ya ha apoyado 2 proyectos anteriores a esta organización, que se han desarrollado muy satisfactoriamente.