La crisis que no cesa

La crisis que no cesa NOTICIA buena

Los años más duros de la crisis han dejado cicatrices no solo en el paisaje. Una quinta parte de los ciudadanos españoles vive bajo el umbral de la pobreza, la clase media se debilita y los ricos refuerzan su posición.En Barcelona, Cáritas Diocesana es un testigo privilegiado de la situación de las víctimas de la crisis, que parece que vino para quedarse entre los más pobres.

Desahucios y desempleo

El Servicio de Mediación en Vivienda lo puso en marcha Cáritas en 2001. Desde entonces, se han resuelto los problemas en 984 hogares y ha evitado, nada menos, que 720 desahucios. Por otra parte, hace poco más de un año comenzó el proyecto “Feina amb cor”, pensado para personas que están en paro desde hace tiempo y que han agotado la prestación por desempleo o están a punto de hacerlo. En este tiempo han pasado más de 1400 personas. Más de la mitad han conseguido un empleo. En Cáritas tienen 85 proyectos de formación e inserción sociolaboral porque la salida de la exclusión y de la pobreza comienza por encontrar un empleo con el que poder vivir dignamente.

Pobreza infantil

La mitad de las familias atendidas por Cáritas tienen hijos e hijas menores de edad. Los responsables de la institución avisan de que se ha triplicado la atención psicológica y el apoyo educativo a los hijos de las familias que están sufriendo la crisis. Para mostrar algo de ese trabajo nos fuimos al centro materno infantil, de Badalona. En estos centros las madres con hijos de 0 a 3 años, con las actividades cotidianas que realizan, como baños, comidas o juegos, mejoran su situación, se dan apoyo entre ellas y tratan temas como la alimentación, la atención pediátrica y la psicología infantil.

En el reportaje interviene también el arzobispo de Barcelona, el cardenal Lluis Martínez Sistach. Como presidente de Cáritas Diocesana, el cardenal denuncia la falta de una economía de principios éticos, una economía solidaria y recuerda que "la mala distribución de la riqueza no funciona, no es el plan de Dios, tampoco el de los hombres, porque no nos hace felices".