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Una fe a prueba de muro

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Las dificultades de la familia Sayeh, en Belén, son compartidas por la minoría cristiana (formada por ortodoxos griegos, rusos y armenios). Los católicos son una minoría dentro de la minoría cristiana.
Las dificultades de la familia Sayeh, en Belén, son compartidas por la minoría cristiana (formada por ortodoxos griegos, rusos y armenios). Los católicos son una minoría dentro de la minoría cristiana.

Los palestinos lo llaman "muro del apartheid", los israelíes "barrera de seguridad". Su trazado se prolonga a lo largo de 700 kilómetros. Hoy es una combinación de hormigón, piedra y alambrada con concertinas. El muro aísla la mayor parte del territorio palestino y complica la vida diaria de miles de personas. La minoría cristiana ha visto cómo se interrumpía la comunicación entre Belén y Jerusalén. Los ocho kilómetros que separan las ciudades donde Jesús nació y resucitó no se pueden recorrer libremente. Las celebraciones cristianas se ven condicionadas por el muro, el check-point y los salvoconductos. El año 2002 el gobierno israelí comenzó a levantar el muro con el fin de separar Israel de palestina. En julio de 2004 la Corte Internacional de Justicia lo declaró ilegal y ordenó su demolición. En 2014 la construcción continúa.

Belén

Belén ha sido de mayoría cristiana hasta la construcción del muro denunciado por Naciones Unidas. Tiene una población de 33.000 habitantes y una de las tasas de desempleo más altas de la región. El 18 por ciento de la población no tiene trabajo. Belén está estrangulada. No tiene espacio para expandirse. El muro serpentea alrededor de la mayor parte de la ciudad. Entrevistamos a su alcaldesa, la católica Vera Baboun. Los regidores de Belén, Beit Jala, Beit Sahour, Taibe y Ramala son cristianos pro así lo ordenó Arafat en 1998. La razón fue que tradicionalmente estas localidades palestinas habían tenido una mayoría de habitantes de ese credo. Hoy los cristianos de Belén apenas representan un 25% de la población. El desgaste de la vida cotidiana bajo la ocupación israelí, la falta de oportunidades, la ausencia de esperanza y la violencia entre las dos partes en conflicto suelen mencionarse como las principales causas del éxodo cristiano.

Familias

Visitamos las casas de tres familias cristianas. La de los Sayeh, en Belén (Palestina) la de los Sabat en la Ciudad Vieja de Jerusalén y la de los Nasrawi en Betfagé (Israel). Escuchamos a los franciscanos de la Custodia hablar sobre el éxodo irremediable de los cristianos y las dificultades para construir nuevas viviendas y rehabilitar las más viejas. El futuro de Tierra Santa se juega en las propiedades y, los padres franciscanos, desde hace ocho siglos, permanecen custodiando la Tierra Santa y a los cristianos que en ella viven. El proyecto de rehabilitación de viviendas, las escuelas y las cooperativas de trabajo para cristianos son tres de los pilares básicos en los que se asienta la necesaria obra social de los franciscanos de la Custodia directamente ligada a la afluencia de peregrinos.