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La 6ª temporada de Águila Roja en diez momentos

Repasamos las mejores secuencias de esta última temporada

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Águila Roja pone el broche final a su sexta temporada tras doce capítulos de auténtico éxito. Secretos que han visto la luz, escenas espeluznantes, historias conmovedoras por todo lo que aún esconden y emocionantes desenlaces, han llenado cada noche de jueves en nuestra cita con el héroe. Un cóctel de aventuras perfecto que repasamos a través de sus diez mejores escenas.

1. Secuestrada y torturada en su vuelta

Lucrecia, secuestrada y torturada

La vuelta de Lucrecia no sería un camino de rosas. Recordamos que el duelo por su ausencia apenas tuvo lugar, pues la familia de su esposo, siempre apartada tras el fallecimiento del Marqués, ya se ocupó de anular todo aquello que tuviese algún tipo de relación con la Marquesa de Santillana. Sin embargo, ellos no serían su único obstáculo. Lucrecia acabaría sufriendo terribles torturas si seguía negándose a hablar sobre el paradero de su hijo. ¡Espeluznantes las imágenes!

2. “Recuperaré lo que es mío”

El dramático encuentro de Lucrecia y Sagrario

No podemos olvidar a esa Lucrecia moribunda, dando a luz a un hijo del Rey, y menos aún sus palabras con apenas un hilo de voz: "Recuperaré lo que es mío". Estás imágenes otorgan valor a sus palabras: final del primer capítulo de la temporada y un momentazo que aplaudimos más de un aguilucho, Lucrecia debatiendo sobre la vida o muerte de Nuño, cuando sin pensárselo dos veces ataca a Sagrario de Castro. No esperábamos menos tras su vuelta…

3. El peor castigo para la Marquesa

Lucrecia se derrumba con el cinturón de castidad

La reina no piensa darle tregua a Lucrecia, si no ha podido dar con el paradero de su hijo, al menos intentará ahogar la dignidad de la Marquesa. Le propone un plan descabellado en el que el ‘no’ supondría la muerte, aunque de haber sabido lo que le esperaba tras obedecer la propuesta de la reina puede que Lucrecia hubiese preferido negarse. Su fechoría es condenada con un cinturón de castidad de por vida, lo que ha sumido a Lucrecia en una profunda depresión. Intenta verse desnuda y la imagen le sobrecoge. Ni siquiera acepta la presencia de Catalina y el Comisario, ¡está derrumbada!

4. “¿Por qué lo haces, si no eres mi padre?”

¿Por qué lo haces, si no eres mi padre?

Esta temporada parece no haber traído agradables momentos para los ‘Santillana’. Hemos visto a Nuño desenfrenado, aturdido y en algunos momentos, como si de un maleante se tratase. Pura rebeldía que viene de la mano de una profunda ira hacia el Comisario. La respuesta está bien clara, él es el culpable de que su historia de amor con Irene haya quedado en eso, una niñería. Ante su indisciplina, Hernán toma ciertas medidas que, aunque ineficaces, nos han dejado ver que el papel de padre le sienta muy bien. Esta escena nos conmovió a todos y seguro que, más de uno, esperabais otra respuesta de este momentazo:

Nuño: “¿Por qué lo haces, si no eres mi padre?”Hernán: “Te he visto nacer, eres lo único que tengo”

5. El demonio pasea por los pasillos del Palacio

Irene ataca a la Marquesa

Por un momento, todos pensamos que el palacio estaba endemoniado, no había nada más que ver los delirios de Irene, completamente fuera de sí, descontrolada. Tal es el punto, que su perturbación y espasmos le llevan a atacar a la mismísima Lucrecia. El médico lo tiene muy claro, parece haberla poseído el demonio… Y pensar que finalmente la causante de todo fue una rata. ¡Era la rabia!

6. La espeluznante ejecución de Lucrecia

La ejecución de Lucrecia

El ‘demonio’ no solo visitó la habitación de Irene, al parecer estuvo paseando por los pasillos de palacio y el hijo de la Marquesa sufrió sus perturbaciones. Lucrecia encuentra una posible solución como cura al trastorno del pequeño, pero este camino le llevará a la peor de las torturas, nada comparado con lo vivido anteriormente, pues el Inquisidor la condena a muerte. “¡Será ejecutada en su propia casa!” El Comisario hace todo lo que está en su mano para poder impedirlo, pero su esfuerzo es en vano. La Marquesa ha de entrar en 'la doncella de hierro' donde las púas le atravesarán el cuerpo y morirá, pero, ¡el Águila Roja irrumpe en la sala y consigue salvarla!

7. “Mi hermano es el Comisario”

Hernán droga a Gonzalo para que le diga que es su hermano

Hernán no puede creer lo que acaba de descubrir, según el diagrama de un pergamino, Gonzalo de Montalvo, el maestro, es su hermano. Aún sin dar crédito a lo ocurrido, ordena detenerlo y apresarlo en secreto. Después, pide que le inyecten por vía intravenosa una especie de suero de la verdad, una droga que le anulará la voluntad y la memoria. Con Gonzalo drogado, todo resulta más fácil y Hernán acaba escuchando unas duras palabras que terminarán apoyando lo encontrado en el documento: "Mi hermano es el Comisario"

8. "Dile a Cipri que lo amaré siempre"

Catalina a Gonzalo: "Dile a Cipri que lo amaré siempre"

Esta temporada vivimos uno de los momentos más tiernos y conmovedores de Catalina. Su amor hacia Cipri quedó plasmado durante un emocionante encuentro con Gonzalo y que a todos nos sobrecogió. Su delicada despedida al creer que no volvería a reencontrarse con él, trasladado a la Isla de los Muertos por suplantar su identidad con el sello real, le lleva a sincerarse en profundidad: "Dile que lo amo y que lo amaré siempre".

9. Al fin un ‘Te quiero’ en los labios de Gonzalo

Gonzalo se declara a Margarita

Llegados a este punto, cabe hacer una mención especial a este momentazo. ¡Al fin, los aguiluchos éramos partícipes de lo que podría haber sido el comienzo de una hermosa historia de amor!. Gonzalo, decidido y por una vez dejándose guiar por sus sentimientos, aprovecha el impulso de la pasión y acude al convento en el que se encuentra Margarita. Sin preámbulos ni miramientos, comienza a hablar, sus palabras son sinónimo de arrepentimiento y entusiasmo: "Perdón por no decirte cada día que no concibo la vida sin ti. Te quiero, y si me perdonas, me gustaría que fueras mi esposa", pero llegan tarde… “Nuestro tiempo se acabó Gonzalo”

10. Lucrecia y Margarita a tartazos

El tartazo de Margarita a Lucrecia

La ausencia de sintonía entre Lucrecia y Margarita siempre ha sido más que evidente, pero lo que nunca hubiésemos imaginado es que seríamos testigos de este gran momento. Estaba claro, Lucrecia no se conformaría con el simple hecho de acostarse con Gonzalo, aspiraría a un placer mayor como la idea de restregárselo a Margarita. Y así, unos deliciosos dulces acabarían convirtiéndose en el arma de su disputa. Margarita y la Marquesa, acaban a tartazo limpio.