Enlaces accesibilidad

Un país para comérselo en Álava: 'Dibujada con tinta verde'

  • Descubrimos la pasión por la cocina y el cuidado por la tierra de los alaveses
  • Juanito Oiarzabal será el guía de Ana en por algunos puntos de la provincia
  • Vitoria, la capital española de la gastronomía durante este 2014
  • Pinchos, pan artesanal, vino, queso Idiazabal y sal

Por
Un país para comérselo - Álava dibujada con tinta verde

Álava es un lugar donde la gastronomía se vive y se celebra en todos sus rincones y el viaje de Ana Duato en esta temporada de “Un país para comérselo” es testigo de la pasión por la cocina y el cuidado por la tierra que sienten los alaveses por su provincia. Y para conocer ese espíritu indómito y de superación de los vascos, el montañero Juanito Oiarzabal será el guía de Ana en por algunos puntos de la provincia de Álava.

Vitoria, la capital española de la gastronomía durante este 2014, es la puerta de entrada de Ana Duato en un recorrido que recibe a la viajera Ana Duato con sus mejores galas: barras pobladas de sabrosos pinchos, la imponente Catedral de Santa María, un anillo verde para disfrutar en bicicleta sus alrededores y sociedades gastronómicas donde los cocinillas rinden pleitesía a las recetas más tradicionales de Álava.

Pan, vino, queso y sal

No hay que recorrer muchos kilómetros desde Vitoria para toparse con otros tesoros de la gastronomía alavesa: la sal artesana que se produce en el Valle del Salado de Añana a través de una forma de vida unida desde hace siglos a este paisaje vestido de blanco.

Caseríos donde se sigue elaborando el queso Idiazabal, un producto que en la cocina da más juego del esperado y un molino movido por las aguas subterráneas que brotan de la montaña alavesa y que gracias al cual, se sigue moliendo trigo y haciendo pan de manera artesanal.

En este viaje por la provincia de Álava, Ana Duato verá que se trata de una provincia en la que el vino ha moldeado su paisaje. En el norte, las laderas escarpadas son el hogar del Txakoli, un vino blanco que se está recuperando gracias al impulso de pequeños viticultores.

Hacia el sur de la provincia, entre el río Ebro y la Sierra de Cantabria como parapeto, encontraremos la famosa región de la Rioja Alavesa.