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Un país para comérselo llega a 'Barcelona, ciudad abierta'

  • Ana descubre el lado más rumbero de la ciudad en la Barceloneta
  • Recorerrá la ciudad sobre dos ruedas con el actor Pere Ponce
  • El viaje termina con un arroz marinero a orillas del Mediterráneo

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Un país para comérselo - Barcelona, ciudad abierta

Ana Duato visita Barcelona y descubre el lado más rumbero de la ciudad en la Barceloneta, de la mano de Muchachito Bombo Inferno. Heredero musical de Peret y Gato Pérez, Muchachito y Ana callejean y tapean por las calles donde, hace medio siglo, surgieron los primeros compases de la rumba catalana, una música que captura como pocas la vitalidad de la ciudad.

Poner al día la tradición

Barcelona es una ciudad reconocida en todo el mundo por su talante creativo, y un ejemplo de ello es el trabajo del chef Jordi Cruz. Mientras charla con él sobre el origen de su vocación profesional, Ana aprende a preparar un plato tradicional de forma novedosa.

Ese afán por poner al día la tradición es también compartido por los socios de una repostería centrada en dar nuevos aires a los tradicionales churros y en una de las panaderías más populares de las Ramblas, donde se han propuesto rescatar el sabor y la calidad del pan tradicional.

La ciudad sobre dos ruedas

El ocio nocturno es uno de los grandes atractivos de Barcelona, y Ana lo comprueba visitando una de las coctelerías más emblemáticas de la ciudad.

Con su amigo y compañero de profesión, el actor Pere Ponce, Ana recorre la ciudad sobre dos ruedas y visita uno de sus más célebres edificios modernistas.

El viaje termina cocinando un arroz marinero a orillas del Mediterráneo, una comida en la que Ana se despide de todos los amigos que ha hecho en este nuevo episodio del programa.