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Vive rápido, muere joven y...

  • Entrevista completa con Elena Anaya sobre su película Todos están muertos

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Atención obras - Entrevista completa a la actriz Elena Anaya

¡Atención obras!

La agenda cultural de La 2 se emite cada viernes, a las 20h.

Hace unos días se ha estrenado la opera prima de Beatriz Sanchís. Una película con un curioso título “Todos están muertos”. Mientras la veía me preguntaba su sentido.

Imaginaba que, al final, alguien diría algo que lo aclararía. Y sí, efectivamente, alguien dijo algo, pero yo no me aclaré.

Elena Anaya y yo

Elena Anaya, su protagonista, vino a nuestro plató para charlar con Cayetana de este trabajo y de alguna cosa más. En el programa somos tres personas las que intervenimos en las entrevistas: el director Xavier Obach, Cayetana y yo. Yo tiro la primera piedra. El primer borrador parte de mí. Y, precisamente por eso, sientes que tienes que intuir una esencia, una preocupación, una inquietud que ayude a los invitados a salirse de lo que llevan repitiendo desde que comenzaron la promoción de sus asuntos.

Atención Obras - Entrevista Elena Anaya

Una historia sin padres

Como espectador, cuando te cuentan una historia, la aceptas; la vas aceptando sin preguntarte demasiadas cosas.

Fue al acabar el visionado de la película cuando me sorprendió darme cuenta de que no había padres en este relato. No sé si porque la trama implica una búsqueda o una negación del progenitor, pero no hay padres.

No hay padre ni se le recuerda

Este dato me interesó mucho, muchísimo. No hay padre que valga, pero sí una señora que parece la madre de todo ser viviente. “No hay padre ni se le recuerda” – nos confirmó Elena Anaya durante la entrevista. Pero es esencial su figura – añadió.

Su ausencia –nos dejó intuir- es la que provoca, en gran parte, que los personajes estén como están.

Entrevista completa a la actriz Elena Anaya

El futuro de ser joven

No voy a contar “cómo están” porque no me parece de recibo destripar la película, lo que sí voy a decir es que, para mí, ese “cómo están” se refiere a que los dos protagonistas permanecen en la más rigurosa adolescencia.

Y sospecho que esa situación se da especialmente cuando no se tiene un padre que te lleve a creer que existe un futuro lejos de las cómodas e implacables faldas de la madre.

Juventud se asocia a valentía, atrevimiento, belleza, atractivo, diversión… pero los personajes de esta historia estaban asustados, tristes, enfadados, aburridos…

En nuestra sociedad, la juventud es… iba a decir un valor pero me voy a atrever a decir “el valor” más apreciado.

Juventud se asocia a valentía, atrevimiento, belleza, atractivo, diversión… pero los personajes de esta historia estaban asustados, tristes, enfadados, aburridos…

Es más, si pensamos en un adolescente es más fácil asociarlo al mal carácter, a la queja, a la apatía y a la antipatía antes que a la cortesía, la alegría o el buen humor.

Los adolescentes quieren y no quieren salir de casa, quieren y no quieren separarse de sus padres, quieren y no quieren vivir porque les da un miedo horroroso

Y todo esto a mí me da que es porque los adolescentes quieren y no quieren salir de casa, quieren y no quieren separarse de sus padres, quieren y no quieren vivir porque les da un miedo horroroso, y eso es lo que está perfectamente retratado en la película de Beatriz Sanchís.

Y después de este trasegar que supone la página y media que escribo todas las semanas, acabo de encontrarle sentido a ese título que tan confundida me tenía.

Mantenerse en la eterna juventud sólo se puede hacer de una manera, la que dijo James Dean: morirse joven para dejar un bonito cadáver.