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Judith Jáuregui, una pianista internacional

  • La pianista ofreció un recital dentro del ciclo de grandes autores de la UAM
  • Jaúregui interpretó allí, entre otras, el Concierto para piano y orquesta nº 20

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Judith Jáuregui, un gran talento de la música clásica española

Aún le quedan varios años para cumplir los 30 y la pianista donostiarra Judith Jáuregui ya se pasea por salas de conciertos de medio mundo. Tras actuar en Baviera, viajará próximamente a Alemania y Dinamarca, antes de una gira por China donde dará 8 conciertos en 7 ciudades.

Estuvimos con ella en el ensayo del concierto homenaje a Francisco Tomás y Valiente que ofreció el pasado 19 de febrero en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, organizado por la Universidad Autónoma de Madrid. El Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la mencionada universidad organiza cada año, y van más de 40, su Ciclo de Grandes Autores e Intérpretes de la Música, y uno de sus conciertos es para recordar la figura del profesor Francisco Tomás y Valiente, asesinado a manos de ETA en su despacho de esta universidad.

Judith Jáuregui interpreta a Mozart - Ver ahora

Pasión por el piano

En esta ocasión Judith tocó el concierto para piano y orquesta número 20 de Mozart, con la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM), bajo la experta batuta de Víctor Pablo Pérez. Se trata de una obra que Judith conoce bien porque lo tocó por primera vez hace 13 años, es uno de los conciertos más conocidos del genio de Salzburgo y también uno de los favoritos de mucha gente, como Beethoven.

A ella le parece una obra con muchos registros y cambios de ánimo, con angustia y oscuridad, pero una oscuridad tras la cual aparece la luz, un mensaje de esperanza. Judith dice que empezó en el escenario a los 8 años y a los 12 ya ofreció su primer concierto con orquesta, que a los 15 tuvo que decidir o medicina y música, y fue entonces cuando decidió definitivamente ser músico.

Cree que a pesar de que haya muchos pianistas buenos, “hay sitio para todos, porque cada uno tiene su personalidad y en el momento en que uno pone las manos en el teclado, pone su personalidad y su alma y su corazón y no se puede mentir”. Añade que el secreto para llegar a ser una pianista internacional es trabajar muchísimo, tener también mucha constancia, tranquilidad para intentar no dar pasos en falso, y sobre todo muchísima pasión por lo que se hace.

Cuando le preguntamos si cree que con su trabajo está acercando la música clásica a los más jóvenes, Judith responde que ese ha sido siempre su deseo. Por ejemplo a sus amigos que no se dedican a la música y vienen a verla. Añade que las redes sociales ayudan mucho a esto porque “nos acerca a la gente de manera muy directa y muy cercana”. Y concluye que su mensaje es quitar ese lastre que ha tenido la clásica de elitismo, de que es para unos pocos, que el público tiene que “dejarse llevar, cerrar los ojos y sentir”.