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Deconstruyendo Don Juan

  • Albert Boadella le da la vuelta al drama romántico de José Zorrilla
  • El protagonista de este nuevo montaje es el actor Arturo Fernández

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Ensayando Don Juan: Boadella rescata a Arturo Fernández

Hay que reconocer que Albert Boadella ha estado muy fino al elegir al galán nacional, a nuestro “Chatín” por excelencia, al incombustible Arturo Fernández para encarnar al mito de Don Juan Tenorio sobre las tablas. La verdad es que no se entiende como nadie había pensado en ello con anterioridad. Pero más vale tarde que nunca, aunque sea a los magníficos casi 85 años que gasta el actor.

Nadie como él puede representar la nueva provocación de Boadella , esto es, colocar sobre la mesa un conflicto generacional casi irresoluble. Un choque en cuanto a la concepción del teatro en sí , pero más debatible aún, la forma en la que se debe tratar a las mujeres. Ensayando Don Juan aparte de introducir a un don Juan en el Don Juan, es un alegato a favor de las buenas maneras, de la galantería y de los modales que deben presidir y adornar la relación de un hombre hacia una mujer. Una feroz lucha entre la pervivencia de los “viejos valores” y “la modernidad”.

Por supuesto que en esta lucha salen victoriosos los primeros encarnados en Arturo y pisoteados los segundos. Que para eso lo ha escrito Boadella a su medida, “deconstruyendo” el texto de Zorrilla y utilizando mucha ironía y sentido del humor, del que Albert va sobrado.

Fue toda una experiencia entrevistar juntos a estos dos hombres. Arturo Fernández, con una facha envidiable, forma parte de la memoria de muchos y muchas. Escuchar su voz te traslada a otros tiempos, a otros lugares...

Charlando con Arturo Fernández y Albert Boadella - Ver ahora

Y tengo que confesar mi admiración por el director catalán, a pesar de no compartir muchas de sus actuales convicciones. Siempre me ha fascinado esa historia acerca de su encarcelación en el año 78 para ser sometido a un consejo de guerra y su posterior fuga. Le acusaban de “injurias al ejército” por su obra La Torna, y el día antes de la vista se escapó saltando por la ventana del hospital clínico de Barcelona, donde le mantenían custodiado. Esa es una de muchas, porque no dejaba títere con cabeza ni poder sin vigilar y caricaturizar. Y eso es muy buena cosa.