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Curiosidades históricas del capítulo 14 de 'Isabel'

Fernando o Isabel, ¿quién manda más?

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Isabel - ¿Quién manda más? ¿Isabel y Fernado?

La última vez que vimos a Isabel la dejamos sentada en el trono de Castilla con muy pocas intenciones de bajarse de él...¡con lo que le ha costado llegar! Ahora retomamos la historia y vemos las consecuencias de haberse proclamado deprisa y corriendo. Tremendo enfado el de su marido Fernando ¿Qué es lo que más le molestó al heredero de Aragón?

Los nobles juran fidelidad a la reina Isabel

"Después de la coronación de Isabel como reina de Castilla, en la puerta de la iglesia de San Miguel de Segovia, fue aclamada por los junteros y el pueblo llano de la localidad." Nos lo cuenta Ángeles Irisarri autora de Isabel, la reina, que después añade: " Después fueron presentándose nobles y diputaciones de otras ciudades a besar la mano de la reina, es decir, a jurarle fidelidad".

¿Quiénes estuvieron al lado de la Reina desde el primer momento? Teresa Cunillera, asesora histórica del serie, asegura que los bandos ya estaban formados antes de la guerra. Las familias nobles habían elegido a su reina. Irisarri nos da los nombres de los primeros que se arrodillaron ante Isabel: "Los principales nobles afectos a Isabel fueron el duque de Alba; el conde de Paredes Rodrigo Manrique- el de las Coplas de Jorge Manrique- ; Alfonso de Cárdenas, nuevo maestre de Santiago y Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque y considerado padre de la Beltraneja."

Óscar Villarroel, profesor del Departamento de Historia Medieval de la UCM dice que fue un proceso ágil...aunque en aquellos tiempos ya se sabe: "Los nobles fueron jurando fidelidad rápidamente. Bueno, en aquella época se tardaban días o incluso semanas. Es un proceso largo, a veces, de meses."

Los hubo que desde el principio decidieron apoyar a Juana 'La Beltraneja'. Ángeles Irisarri nos detalla la lista de enemigos de Isabel. Como no podía ser de otra manera, la encabezaba un hombre que llevaba Pacheco por apellido: "Diego López Pacheco, marqués de Villena, que estaba descontento porque no había sido nombrado maestre de Santiago, cargo que había desempeñado su padre; Álvaro de Zúñiga, duque de Arévalo; el marqués de Cádiz; el maestre de Calatrava y el conde de Urueña, estos dos últimos primos de Pacheco. A ellos se les sumó poco después el arzobispo Carrillo, que andaba despechado por los favores que de los reyes obtenía el cardenal Pedro González de Mendoza, que había sido nombrado “canciller mayor del sello”. Según el cronista Hernando del Pulgar, Carrillo, al unirse a los rebeldes, dijo: “Yo quité a Isabel de hilar y la volveré a la rueca”.

El enfado de Fernando

A Fernando hay tres temas que le sulfuran cuando se entera de que su mujer se ha autoproclamado reina de Castilla sin él:

  1. En el juramento de fidelidad que están haciendo los nobles se le menciona solo como "légitimo esposo" y no como rey
  2. Le juran fidelidad a ella y no a él
  3. En el acto de autoproclamación Isabel se ha hecho preceder en el desfile de un cortesano portador de la espada símbolo de la Justicia

¡Una mujer impartiendo ella sola la justicia! ¿Por qué enfadarse si en los Acuerdos de Cervera él aceptó todas las condiciones que Isabel le impuso? Teresa Cunillera nos invita a pensar en la mentalidad de esa época para comprenderlo: "Hay que tener en cuenta que en Aragón las mujeres no podían ser reinas, está la ley sálica. Es otra mentalidad." Y añade que a pesar de los acuerdos de Cervera, él se lleva un golpe tremendo: autoproclamarse sin él, sin consultárselo y con esa rapidez...

Óscar Villarroel sigue la misma línea de pensamiento: "Se encuentra con una mujer que no solo hereda el título, sino que quiere ejercerlo como reina propietaria. Pues indudablemente le tuvo que chocar. Más aún si tenemos en cuenta la concepción del papel que tenía la mujer en aquella época".

Teresa Cunillera añade que dos factores pudieron incrementar el descontento del de Aragón, las noticias le llegaron demasiado tarde y por boca de otros que no eran su esposa y tenían toda la intención de provocar una crisis en la pareja: "Lo que pasó entre Fernando e Isabel tras la proclamación, parece otro episodio de novela y todo es auténtico. Si Enrique murió un día 13, la noticia, del puño y letra de Isabel, no le llega a Fernando, hasta el día 16. Y la noticia de la proclamación contada por ella, no le llega hasta el día 24…pero él claro que lo sabía porque ya se habían encargado otros de contárselo. Se puede entender que él cuanto menos tuviera desconfianza."

La concordia de Segovia

Tal fue el desencuentro entre los dos jóvenes, que hubo que reunir a los asesores de Fernando y a los de Isabel, para establecer de nuevo cuál era el papel de cada uno. Irisarri nos cuenta quiénes estuvieron con ellos: "Los señores Rey y Reina –así los titulan los documentos-, puestos de acuerdo, convocaron a dos arzobispos, a Carrillo y a González de Mendoza, para que arbitraran entre ellos, y aclararan y fijaran las cuestiones jurídicas de los reinos."

¿A qué pactos llegaron? ¿Quién cedió más? Teresa Cunillera y Óscar Villarroel nos lo resumen:

  • En estos acuerdos se tendrán muy en cuenta las formas: Siempre se mencionaría primero a Fernando y luego a Isabel. Pero en todas las representaciones gráficas primero estaría Castilla y después Aragón y Sicilia.
  • Juntos impartirían justicia, pero si no se encontraban en el mismo lugar, cada uno la impartiría según sus criterios.

Además Isabel tendría la última palabra en:

  • La administración de rentas
  • Los nombramientos eclesiásticos
  • Los nombramientos civiles

Diego López Pacheco, el enemigo número uno

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Óscar Villarroel lo tiene claro. Es un tipo muy listo y muy hábil: "Diego López Pacheco es fiel hijo de su padre. Va a conseguir mantener gran parte de las propiedades heredadas de su padre. Y eso es un gran mérito teniendo en cuenta que apoyó al bando perdedor".

¿Apoyó a Juana por honor? ¿Por los compromisos que había adquirido con su padre? "Desde luego -continúa Villarroel- demuestra saber actuar bastante bien".

Él es quien realmente organiza todo el acuerdo con Alfonso V de Portugal y quien planifica la boda con Juana 'La Beltraneja'.

Teresa Cunillera nos asegura que Diego Pacheco, aprendió del mejor, de su padre Juan: "Hay que reconocer que era un hombre muy inteligente y su hijo sí que pudo aprender toda esa escuela política". Eso sí, la historiadora se queda con el Pacheco que vimos en la primera temporada: "No era la misma personalidad. No tenía ese carisma".

Irisarri también menciona que acabó sus días sirviendo a los Reyes Católicos: "Era hombre valiente y arrojado, pues participó en la Guerra de Granada como capitán general y fue malamente herido. Pero en el momento que nos ocupa, sin ver más allá, continuó con la política de traiciones y guerras de su progenitor, el primer marqués de Villena, que mayormente había estado por la causa de 'La Beltraneja', pues no en vano se había criado con ella. Por eso, al fallecer su padre, persistió en contra de Isabel, pese a que los reyes quisieron atraerle a su lado".

Juan II de Portugal, el 'Príncipe Perfecto'

De alguna manera se puede comparar a Juan II Su figura en Portugal va a suponer para su reino, lo que los Reyes Católicos para la historia de España: "Lo que busca es poner por encima de todo la autoridad regia".

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Se le terminará conociendo como el 'Príncipe Perfecto' aunque al principio la nobleza le considerara un tirano. Y es que como dice el historiador de la Complutense: "Quería avanzar hacia una organización del poder en la que el monarca decidiera siempre. Y la nobleza son simples colaboradores, no tienen en sí ningún derecho nato." Y eso, claro, le enfrenta con ellos.

Juana de Avis es capaz de todo por su hija

En la primera temporada fue uno de los personajes más fuertes y con más carácter y en este nuevo episodio la hemos visto defender a su hija con todo su arrojo. Nos hemos querido preguntar si realmente Juana de Avis se implicó tanto en la lucha por el poder de 'La Beltraneja'.

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Teresa Cunillera cree que sí: "Debía ser una mujer muy fuerte que también tenía sus propias ideas políticas. Quería un acercamiento con Portugal".

Le preguntamos a la historiadora si, como vemos en el capítulo 14 de la serie, es posible que la reina Juana se pusiera en contacto con los que en su día fueron aliados para buscar toda la ayuda posible: "Ella por su hija es capaz de todo. Si tiene que acudir a los Mendoza, por supuesto que movería cielo y tierra para conseguir apoyos. No es nada descabellado."

¿Llegarán por fin los buenos momentos para Isabel y Fernando?

La semana que viene veremos en el capítulo a la Isabel más dura y más dolida ¿Qué le pasará a la reina? ¿Es cierto que ante las adversidades reaccionaba de forma tan drástica como lo hará en el episodio 15? ¡Nuestros historiadores te explicarán todo lo que suceda!