Enlaces accesibilidad

Angola: el reto del desarrollo

Por
El 40 por ciento de la población de Angola tiene menos de 10 años. La ayuda de la ong española Manos Unidas ofrece oportunidades a las niñas y mujeres más vulnerables.
El 40 por ciento de la población de Angola tiene menos de 10 años. La ayuda de la ong española Manos Unidas ofrece oportunidades a las niñas y mujeres más vulnerables.

Situada en la costa occidental africana, Angola tiene una extensión algo mayor del doble de España y 20 millones de habitantes. El país sigue situado en los escalones más bajos del índice de desarrollo mundial. Uno de sus grandes retos es aprovechar de una forma justa sus recursos naturales. En el caso del petróleo, su explotación supone el 65% del PIB y su principal fuente de divisas. La fiebre inversora extranjera ha hecho de Luanda una de las capitales más caras del mundo.

Luanda

Estamos en el Centro de Promoción Integral de la Mujer, CEPIMA, promovido por las Hermanas Josefinas. Estas religiosas, que llegaron a Angola en 1981, están haciendo un gran trabajo de promoción entre niños y jóvenes en las zonas más pobres de las afueras de Luanda. Además de varios talleres de formación, uno de los principales objetivos del centro es formar a líderes comunitarias que, luego, llevarán esos conocimientos a las mujeres de sus comunidades. Entre otros asuntos, también se aborda la violencia doméstica. Los últimos datos, de hace 3 años, indican que sólo el 30% de las niñas terminan la primaria. No llega al 60% la cantidad de mujeres angoleñas que saben leer y escribir. La ong española Manos Unidas, entre otros, ha apoyado el trabajo de este centro y los resultados se están viendo.

Kikolo

Las hermanas del Inmaculado Corazón de María tuvieron el valor y la audacia de poner un colegio en el corazón de Kikolo. Aquí se acoge al alumno que, en muchos casos, no sólo trae sus cuadernos y lápices, sino también los problemas que sufren en su casa. La escuela “Raquel Celeste”, que lleva el nombre de la fundadora de la Congregación, se ha convertido en un pequeño oasis educativo en medio de una zona atiborrada de conflictos sociales. La presencia de Manos Unidas en Angola, desde la llegada de la paz, ha dado muchos frutos en distintos lugares de este gran país africano. Uno de ellos es la ciudad de Kibala, en la provincia de Kuansa Sur. Aquí, en los terrenos de la misión de las Hijas de la Caridad, Manos Unidas hizo realidad la construcción de un consultorio que cuenta con lo básico para atender casos sencillos, incluso tiene varias camas por si los enfermos requieren pasar la noche. Este servicio de salud que ha resultado de una enorme ayuda dentro del pobre panorama sanitario de Kibala. Los índices de pobreza de cualquier país africano se disparan si ponemos la lupa en los lugares de interior, en las zonas más alejadas de los centros urbanos. Por eso, es necesario que haya alguien que se preocupe por los más pobres entre los pobres.

Cubal

Cubal es otra de las ciudades donde Manos Unidas también ha apoyado distintas iniciativas. En este caso, de atención a los enfermos de tuberculosis del Hospital Nuestra Señora de la Paz. La tuberculosis es un indicador de la pobreza y consecuencia de condiciones de vida deplorables: malnutrición, vivienda precaria, hacinamiento y falta de ventilación. Trabajo no les falta a las misioneras de Cubal que han conseguido hacer de su hospital un centro de referencia en la lucha contra la tuberculosis. Desde España, la ayuda llegó a través de la ong Manos Unidas que ha hecho posible la renovación de gran parte de la unidad de infecciosos.

Balombo

No muy lejos de Cubal, en la ciudad de Balombo, también saben de la solidaridad española. El Centro de Consultas Integrado atiende, especialmente, la problemática del virus del sida. Tanto la prevención como el tratamiento, especialmente a las madres gestantes infectadas. Los estudios sobre la prevalencia del virus comenzaron a hacerse en Angola bastante más tarde que en otros países. La larga guerra civil y la precaria asistencia sanitaria lo explican, al igual que se explica cómo el virus se expandió últimamente con la apertura de las fronteras.

Se puede recorrer Angola de muchas maneras, se pueden visitar ciudades y poblados y posar sobre ellos diferentes miradas. La nuestra ha sido la de la esperanza. Pese a cifras, injusticias y corrupciones hay un pueblo que ya se instaló en la paz y que quiere recorrer el largo camino para salir de su pobreza. Hay quienes comparten con ellos estos anhelos. Nosotros dimos fe de ello.