Enlaces accesibilidad

Crónicas. "Batallones: en busca del pasado"

  • Viajamos al cerro de los Batallones, referente internacional en Paleontología
  • Situado al sur de la Comunidad de Madrid, se descubrió casualmente en 1991
  • Es uno de los yacimientos de vertebrados más importantes del Terciario
  • Sus hallazgos permiten estudiar la vida en la Tierra hace 9 millones de años

Por
Crónicas - Batallones: en busca del pasado

FICHA TÉCNICA

GUIÓN: Carmen Bonet

REALIZACIÓN: Arturo Villacorta

IMAGEN: Marcelo Illán

SONIDO: Pablo Echeita

MONTAJE: Laura Yela y Luis Carazo

GRAFISMO: José Ignacio de Viedma

PRODUCCIÓN: Ana Pastor y Lourdes Calvo

El Cerro de los Batallones, a pocos kilómetros de la capital madrileña, se ha convertido desde hace unos años en referencia internacional para todos aquellos biólogos y geólogos que estudian la evolución de la vida en la tierra hace nueve y diez millones de años. Un periodo muy concreto de nuestra historia “no reciente”, el Mioceno Superior, cuando aún no habían aparecido los primeros homínidos inteligentes, y los grandes dinosaurios hacía tiempo que se habían extinguido. Una época en la que los continentes aún se estaban formando y la mayoría de la fauna que poblaba este y otros territorios tenían ya muchos rasgos comunes con las especies que han llegado hasta nuestros días.

El reino de los mamíferos carnívoros

Pero el Cerro de los Batallones podría pasar desapercibido como un yacimiento paleontológico más, si no fuera por varios aspectos que lo convierten en excepcional: un gran número de yacimientos muy próximos geográficamente, en apenas 14 hectáreas; restos fósiles en un excelente estado de conservación y en muchos casos, esqueletos enteros; y la gran abundancia de restos de mamíferos carnívoros, algo nada habitual en este tipo de excavaciones.

La excepcionalidad de Batallones

Un viaje en la máquina del tiempo

Desde que en 1991 aparecieron los primeros fósiles, de forma casual, cientos de investigadores y estudiantes, geólogos y biólogos, han excavado en Batallones; campañas de verano, largas jornadas al sol, para sacar a la luz nuevos restos que, tras un tratamiento adecuado, han sido y siguen siendo objeto de estudio.

Las nuevas tecnologías han abierto una abanico de posibilidades inimaginables hace años

En algún aspecto, la Paleontología no ha cambiado mucho con los años: se llega al terreno y se empieza a excavar manualmente. Pero, las nuevas tecnologías, además de facilitar el trabajo de campo de los paleontólogos -ahora se puede saber dónde excavar y a qué profundidad- , han abierto un abanico de posibilidades inimaginable hace años.

Hoy, se puede saber lo que comían aquellos animales, la cantidad de CO2 que había en el ambiente, o las características del clima y la vegetación. Pero además, con el apoyo de los ordenadores, se puede llegar a recrear un paisaje y una fauna hoy desaparecidos; y para ello, el trabajo de un paleoilustrador se convierte en un viaje extraordinario en la máquina del tiempo.

En Batallones, conocimos a Mauricio Antón, un paleoilustrador que, pese a una larga experiencia en muchos otros yacimientos españoles y extranjeros, ha encontrado en estos de Madrid, un sueño que mantenía desde la infancia: poder conocer de cerca y mucho más a los míticos tigres “dientes de sable”.

Desde que aparecieron los primeros restos en Batallones, no ha dejado de trabajar con ellos y sus recreaciones nos descubren lo que pudo ser la vida en el centro peninsular hace nueve millones de años.

Un paleoilustrador en Batallones

Para quienes trabajan en Paleontología, Batallones es un referente internacional

El nombre de Batallones, para muchos, no dice nada. Para otros, los que trabajan en Paleontología, es ya hoy un referente internacional; esto último gracias al trabajo paciente -porque además de estudio, esta disciplina requiere mucha paciencia- de muchos científicos empeñados en conocer la evolución de la vida o, lo que es lo mismo, nuestra Historia. Un trabajo de precisión que requiere muchas horas de estudio para dar buenos frutos.

El trabajo del paleontólogo