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Pina en las ciudades

  • Pina Bausch nos dejó hace poco más de dos años pero su trabajo y su recuerdo aún siguen vivos
  • Mostramos la relación que la coreógrafa alemana tuvo con España y con bailarines españoles
  • Mi reino por un caballo se emite la madrugada del domingo en La 2

Por
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Mi reino por un caballo

Rosa Masip es redactora de la revista especializada en danza y teatro de La 2 de TVE que lleva por título Mi reino por un caballo, citando al gran maestro William Shakespeare.

Mi reino por un caballo es un programa sobre actualidad de las artes escénicas que se emite en La 2 de TVE todos los lunes, a las 20.30 horas, en La 2 de TVE, y también las noches del domingo al lunes.

Recuerdo que era noviembre de 1985 y que en la ciudad llevábamos días esperando que el teatro del Mercat de les Flors recibiera a la compañía.

Las palabras casi siempre eran las mismas: "Pina es única", "no te puedes mover de la silla", "te conmueve profundamente"

La mayoría de nosotros nunca les habíamos visto en escena. Habíamos leído sobre ellos. Nos habían contado de actuaciones en Aviñón o en París, y las palabras casi siempre eran las mismas: "Pina es única", "no te puedes mover de la silla", "te conmueve profundamente".

Por aquel entonces, yo no reflexionaba sobre la creación ni tampoco me proponía averiguar el proceso para llegar a una obra. Sólo sé que quería irme con ellos, subir a escena, vestirme con sus trajes y bailar con sus zapatos esas músicas fantásticas que me podían transportar a imágenes desde Fassbinder a Fellini.

Y este hechizo se fraguó con la obra "1980", el trabajo que marcó el inicio del Tanztheater y también la primera vez que Pina Bausch avanzaría sin su compañero y escenógrafo.

Hasta aquí lo que sabía de esta obra desde que la vi hace 37 años.

Hace unos meses, sin embargo, descubrí algo que añadió amor a este trabajo: fue la única pieza en la que intervino activamente la joven bailarina Isabel Ribas que, como su amiga Alicia, o Carme, querían intensamente formar parte de la Wuppertal Tanztheater.

Españolas con Pina Bausch

Isabel había llegado a la compañía en 1979, igual que la madrileña Nathareth Panadero. Nathareth todavía sigue en ella, Isabel la "abandonó" al cabo de cinco años.

su paso como miembro de la Tanztheater dejó una estela impecable

Sin embargo, su paso como miembro de la Tanztheater dejó una estela impecable que todavía hoy reconozco cuando visiono la única cinta que ha quedado de Le ciel est Noir, un trabajo que hizo con sus amigos, o cuando escucho la canción de cuna de Brahms, la melodía que me conmueve profundamente cuando la descubro en la obra"1980" mientras ella aparece y desaparece de la pantalla.

Y es alrededor de Isabel que reconstruí un trocito de la historia entre Pina y todos aquellos que en los años ochenta quisimos coger un tren, llegar a Wuppertal y conseguir formar parte de aquella tribu magnífica que nos hacía reír, temblar o llorar.

sólo en un refugio tan íntimo y especial alguien pudiera conseguir transformar la pura acción en profunda conmoción

Hoy, después de tantos años, y no como aspirante a nada, he podido pisar el Lichtburg, el lugar donde Pina Bausch y los suyos se encerraban para crear las decenas de títulos que desde los años 70 han viajado por todos los continentes.

Y estando en el lugar, un cine destartalado de ciudad de provincias, he podido entender que sólo en un refugio tan íntimo y especial alguien pudiera conseguir transformar la pura acción en profunda conmoción.

Y así me atreví a imaginar este "Pina en las ciudades".