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Las armas causan 700.000 muertes al año

  • Las ONG piden que acelere la aprobación del Tratado sobre el Comercio de Armas
  • La negociación está bloqueada en las Naciones Unidas desde hace tres años
  • Los activistas critican que las potencias, los principales exportadores, lo torpedean
  • Muchas armas destinadas a los Gobiernos acaban en manos de paramilitares
  • España también vende armas a países donde no se respetan los derechos humanos

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Casi 2,1 millones de personas han muerto a causa de las armas de fuego en los tres años que la comunidad internacional lleva negociando un tratado internacional para regular el comercio global de armamento, según un informe de una coalición de ONG divulgado este miércoles.

El documento, elaborado por Oxfam y otra docena de organizaciones, recalca la necesidad de que las conversaciones sobre esta materia que se llevan a cabo en la Asamblea General de Naciones Unidas se traduzcan pronto en acciones concretas.

"En los últimos tres años, casi 2,1 millones de hombres, mujeres y niños han muerto como resultado de la violencia armada. Millones más han resultado heridos, desplazados o empobrecidos. De existir un Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, que regule el flujo de armas en el mundo, se habría podido paliar esta tragedia", asegura el informe presentado en Naciones Unidas.

Unas 700.000 muertes se deben a los efectos directos o indirectos de conflictos armados, como los de Darfur, Afganistán, y Somalia, y el resto son en general resultado de las actividades de grupos criminales.

Otra consecuencias del tráfico de armas son, según el informe, las más de 16 millones de personas que resultan heridas de gravedad cada año, y los 42 millones que a finales de 2008 estaban fuera de sus hogares a causa de la violencia.

Negociación atascada

El 6 de diciembre del 2006, la Asamblea General del organismo instó a los países a aprobar ese tratado, pero según las organizaciones no gubernamentales, las conversaciones están "atascadas en el carril lento de la diplomacia internacional".

"El problema es que hay un grupo reducido de Estados, como China, la India y Estados Unidos, que están haciendo un trabajo de lobby intenso en contra de este tratado o al menos para que se diluyan las propuestas", señaló recientemente   Mónica Costa, activista de Amnistía Internacional, a Radio Nacional.

El tratado tendría como fin prohibir la venta de armas cuando se van a usar o existe la probabilidad de que se utilicen para violar el derecho internacional y los derechos humanos. Con ello se pretende llenar el actual vacío regulador en el comercio internacional de armamento, que hasta ahora solamente está legislado a nivel nacional y regional.

Aunque la discusión debe avanzar entre todos los Estados, los expertos también señalan que no ayuda el hehco de que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, sean los mayores productores de armas. Según el informe, el volumen de exportación de armas entre 2004 y 2008 creció un 21% con respecto al cuatrienio anterior.

El informe denuncia por ejemplo la venta de armas y municiones francesas, israelíes y serbias a Chad que terminan en las manos de grupos armados aliados de Yamena que combaten en Darfur contra el Gobierno de Sudán.

O que los modelos del rifle Kalashnikov AK-47 que se ven en manos de los combatientes que han devastado en los últimos diez años a la República Democrática del Congo (RDC) son de fabricación búlgara, china, egipcia, rumana, rusa y serbia.

Socios de Israel

España, que también es uno de los principales productores mundiales de armamento, no está exenta de las críticas. En un reciente informe (pdf), Amnistía muestra su preocupación porque entre sus clientes están Colombia, Israel, Marruecos, Pakistán, Sri Lanka o Venezuela, países en los que "no se dan las garantías para asegurar que no se emplean en la violación de derechos humanos del derecho internacional".

La polémica generó cierto debate poco después de la sangrienta ofensiva de Israel sobre la franja de Gaza entre diciembre y enero, cuando un ciudadano interpeló al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por la venta de armas a aquel Ejército en el programa de TVE Tengo una pregunta para usted.