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Un vecino de Sagrillas, a punto de morir tras quedar colgado del campanario del pueblo

  • Trataba de evitar que otro vecino se suicidara
  • La dramática escena finalmente quedó en un susto

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Antonio Alcántara permaneció varios minutos colgado del campanario de la iglesia.
Antonio Alcántara permaneció varios minutos colgado del campanario de la iglesia.

Los vecinos de la pequeña localidad albaceteña de Sagrillas aún no se han recuperado del susto. Ayer, un hombre de 56 años estuvo a punto de caer desde lo alto del campanario del pueblo cuando trataba de evitar el suicidio de otro vecino.

Los protagonistas de esta historia son Rodolfo Miravete y Antonio Alcántara, amigos desde la infancia y socios de una empresa de producción y venta de vino. Hace varios días que los vecinos del pueblo le habían perdido la pista a Miravete, tiempo que el protagonista de esta historia permaneció escondido en el campanario de la iglesia de la localidad. Ayer, el párroco de Sagrillas le sorprendió bajo la campana y en estado de embriaguez.

"Quería suicidarse porque su mujer le ha dejado"

Según han narrado los vecinos al periódico local La verdad de Sagrillas, en el momento en el que el párroco descubrió el escondite de Miravete hizo sonar la campana para que todos los vecinos acudiesen a la plaza del pueblo.

"Siempre que el cura toca la campana es para anunciarnos que alguien se ha muerto, porque aquí estamos todos tan mayores que como te dé una miaja de apechusque, la roscas. Pero de repente nos encontramos a Rodolfo en lo alto de campanario, muy borracho, con una maleta, amenazando con tirarse porque su mujer le había dejado. Fue muy felliniano, me recordó mucho al tío loco de Amarcord que grita desde un árbol, solo le faltaba decir Voglio una donna!", relata magistralmente a sus 92 años doña Galdina, impulsora del cineclub de Sagrillas.

Varios minutos colgado del campanario

Tras la amenaza de suicidio, Antonio Alcántara y su mujer, Mercedes Fernández, acudieron a lo alto del campanario para convencer hablar con Rodolfo y solventar la situación. El momento de máxima tensión se vivió cuando Antonio agarró a Rodolfo para evitar que se precipitara y, en mitad de forcejeo, Antonio se tropezó y cayó hacia el exterior del campanario. Pudo agarrarse a un alféizar, donde permaneció varios minutos, con la muerte pisándole los talones. Finalmente, uno de sus hijos acudió en su ayuda, evitando así la tragedia.

"Hoy he vuelto a nacer. De no ser por mi heredero, hubiera caído y te puedo asegurar que hubiese fallecido en el acto, la caída era de muchos metros", ha asegurado Antonio Alcántara tras el incidente.