Enlaces accesibilidad

El eterno baile entre la vida y la muerte

  • La danza de los muertos es un cómic inspirado en los grabados de Hans Holbein
  • El francés Pierre Ferrero combina el humor más salvaje con el arte medieval

Por
Imagen de 'La danza de los muertos'
Imagen de 'La danza de los muertos'

En los Siglos XIII y XIV la peste negra asolaba Europa y por aquel entonces se hizo muy popular el tema de la danza de los muertos, que resaltaba la brevedad y fragilidad de la vida humana. Ese baile, entre terrorífico y grotesco, en el que esqueletos y cadáveres acompañaban a los vivos hacia sus tumbas (incluyendo a reyes y papas) era recurrente en todas las artes, desde la pintura a la narrativa, pasando por el teatro.

Una de sus representaciones más famosas son los grabados de Hans Holbein el joven (1497-1543), que ahora inspiran el cómic La danza de los muertos (La Cúpula) del dibujante francés Pierre Ferrero.

Viñeta de 'La danza de los muertos'

Una obra que habla del apocalípsis al que nos conduce la estupidez humana en su vano intento por conquistar la inmortalidad; de la incapacidad de los humanos para aceptar su mortalidad. Pero que también destaca la imaginación sin límites que nos ha hecho construir obras de arte que desafían el paso del tiempo.

Esos temas: nuestra mortalidad, nuestro deseo de trascender y la imaginación como fuerza de creación, sumados a un inteligente sentido del humor y su rompedora estética, hacen de este cómic una lectura realmente sorprendente.

Viñeta de 'La danza de los muertos'

La lucha entre vivos y muertos

La protagonista de La danza de los muertos es la joven Pistugrí, una huérfana que perdió a su familia en las constantes batallas de la época, que aprende de una bruja el arte de despertar a los difuntos. Mientras, el Nigromante, el señor de la guerra al frente de la armada de los muertos, envía a varios de sus generales en busca de nuevos cementerios con los que ampliar sus tropas.

Aunque sea por distintas razones, ambos quieren aniquilar toda la vida de la tierra, pero los vivos se opondrán a ellos por su instinto de supervivencia. Una lucha eterna que sigue sin tener un claro ganador porque, en el fondo, representa el eterno ciclo de la vida.

Ilustraciones de 'La danza de los muertos'

Su autor es Pierre Ferrero, nacido a mediados de los años ochenta en la periferia de París, criado en los Alpes franceses y formado como diseñador en Lyon. El joven artista se deja seducir por el mundo de esqueletos de Holbein modernizándolo y trasladándolo al arte del cómic, aunque conservando ese encanto del arte medieval. Lo que da a estas páginas un aspecto visionario y retro a la vez. Una mezcla imposible pero que funciona de maravilla, logrando disparar nuestra imaginación.

Lo mejor que se puede decir de estas páginas es que su aspecto visual, su falta de prejuicios, su valentía y su desenfreno prometen sorpresas y emociones ilimitadas.

Viñeta de 'La danza de los muertos'

Hans Holbein, pintor de Enrique VIII

Como decimos, la inspiración de este cómic son los grabados de Hans Holbein el joven (1497-1543), un pintor alemán muy famoso por sus retratos, que fue amigo de Erasmo de Rotterdam. Su fama aumentó cuando viajó a Inglaterra donde llegaría a ser pintor del rey Enrique VIII y protegido de Thomas Moro. También tuvo como mecenas a Ana Bolena y a Thomas Cromwell.

También destacó como grabador. Precisamente uno de sus trabajos más recordados es su serie de 51 grabados (1523-1526) sobre el tema alegórico medieval de la danza macabra. Lo curioso es que Holbein ocultó su autoría para evitar represalias por parte del clero, ya que hacía muchas alusiones sarcásticas a la iglesia, que condenó dichos grabados.

Unas imágenes que, desde entonces, han inspirado a cientos de artistas de todo el mundo. Por eso no nos extraña que, 500 años después, sus grabados sirvan de inspiración a una obra que también destaca por su ácida crítica de la sociedad actual. Un cómic tan sorprendente como imprescindible.​

Portada y página de 'La danza de los muertos'