'La noche temática' denuncia la destrucción del patrimonio artístico en tiempos de guerra

• Bajo el título 'Obras de arte, víctimas de la guerra', estrena 'Siria, los últimos guardianes del patrimonio' y emite 'Los marchantes de Hitler'
• Sábado 12 de mayo, a las 00:00 horas en La 2

'Siria, los últimos guardianes del patrimonio'

'La noche temática' de esta semana se acerca al saqueo y destrucción que sufre el patrimonio artístico en tiempos de guerra y conflicto. El programa 'Obras de arte, víctimas de la guerra' estrena el documental 'Siria, los últimos guardianes del patrimonio' y recupera 'Los marchantes de Hitler'.

Oriente Medio padece la destrucción masiva de un patrimonio de valor incalculable, como intimidación en los conflictos de Siria, Irak o Libia, aunque muchos ciudadanos se involucran para protegerlo. Adolf Hitler quiso apoderarse de toda Europa, incluida su riqueza artística. Un colosal saqueo de obras de arte que continúa sin resolverse 70 años después.

'Siria, los últimos guardianes del patrimonio'

El patrimonio de Siria está siendo aniquilado. No sólo por el Dáesh, sino también por los estados y ejércitos oficiales que participan en la guerra. Algunos civiles arriesgan sus vidas para salvar el patrimonio de la masacre. Es el caso de Cheikhmous Ali, arqueólogo sirio exiliado en Estrasburgo. En el año 2011 creó la APSA, una red que conecta a todos los activistas del patrimonio sirio compuesta por ciudadanos que han permanecido en su país, que filman y documentan las pruebas de los daños ocasionados al patrimonio arqueológico.

En eralidad, todo el patrimonio de Mesopotamia está amenazado, sobre todo en Irak.

'Los marchantes de Hitler'

En noviembre de 2013, el descubrimiento de una fabulosa colección de cuadros en Múnich sorprendió al mundo. Cornelius Gurlitt logró esconder en su apartamento más de 1.400 obras de arte. Una colección ilegal que su padre, Hildebrand Gurlitt, reunió durante el Tercer Reich y que le permitió enriquecerse gracias a los nazis, para los que trabajó como marchante. Se especializó en arte moderno que los nazis odiaban y consideraban degenerado.

En su ambición totalitaria, Hitler dicta a los alemanes lo que han de adorar: la Grecia antigua, los paisajes clásicos, la Edad Media o las raíces alemanas.