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El Spirou más comprometido

  • Se publica un integral con los últimos episodios realizados por Tomé y Janry
  • Dos autores que exploraron temas como el racismo o la relación de Spirou con las mujeres
  • También podemos leer La trampa viperina, una original aventura del botones

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Fragmento de la portada de 'El rayo negro'
Fragmento de la portada de 'El rayo negro'

Se publica el último de los integrales de Spirou que recopila el trabajo de Tomé y Janry, el número 16 (Dib>buks), que incluye los álbumes El rayo negro, Luna mortal y Máquina que sueña, además de un amplio abanico de material adicional con entrevistas, artículos, ilustraciones, bocetos, etc.

Portada de 'SPIROU Y FANTASIO INTEGRAL 16. Tome y Janry 1991-1999'

Portada de 'SPIROU Y FANTASIO INTEGRAL 16. Tome y Janry 1991-1999'

Tal vez por el cansancio, o porque ya tenían claro que iban a dejar la serie, en los tres últimos álbumes de Spirou y Fantasio se permitieron el lujo de tratar asuntos que tenían vetados. El racismo en El rayo negro (1993), la relación de Spirou con las mujeres en Luna mortal (1995) y en Máquina que sueña (1999) realizan un interesante thriller más serio con un dibujo más realista.

El rayo negro comienza con un experimento del Conde de Champignac, que hace que varios ciudadanos de la localidad se transformen en personas de raza negra, dando lugar a una serie de malentendidos de carácter social, alterando la paz y la tranquilidad del pueblo. Una brillante comedia de enredo con moraleja.

En Luna mortal se explora la fama de soltero empedernido de Spirou, en una aventura que comienza con una exposición fotográfica de desnudos artísticos de Fantasio, y les lleva a Nueva York, donde el mafioso Don Vito Cortisone necesita una persona inmune a los efluvios de cierto filtro de amor utilizado por la mafia china para neutralizar a sus hombres. Así que el bueno Spirou es la opción lógica, ya que es impermeable a los encantos femeninos. Aunque Luna, la hija de Don Vito, parece estar interesada de verdad en nuestro héroe.

Por último Máquina que sueña supone una revolución en todos los aspectos. Y que, además, estab inédito en España. Seccotine, que prefiere que la llamen por su nombre real, Sofía, pide a Spirou que investigue en unos laboratorios sospechosos, ofreciéndose como voluntario para unas pruebas. Esa investigación es el detonante de un intenso thriller con un tono narrativo más bien oscuro, con puntuales momentos de humor muy sutil; un cambio estético sustancial que no sólo afecta a los personajes sino a las páginas, cuyo fondo es negro en su totalidad; y una temática con importantes implicaciones morales. Se podría considerar que con Máquina que sueña, Tomé y Janry inauguraron la serie Una historia de Spirou y Fantasio por…, aunque ellos no piensan del mismo modo.

Viñetas de 'Máquina que sueña'
Viñetas de 'Máquina que sueña'

Viñetas de 'Máquina que sueña'

Los creadores de El pequeño Spirou

Tomé y Janry, guionizaban y dibujaban indistintamente, pero conforme fue avanzando su trabajo en la cabecera, Tomé se centró en los guiones y Janry en el dibujo. Modernizaron el personaje tocando temas de actualidad, como ciencia, robótica y tecnología, además de sacar a Spirou de su entorno en Champignac. Era inevitable que de vez en cuando se tomasen alguna licencia, a pesar de no contar con plena libertad creativa por parte de la editorial Dupuis.

Para dar rienda suelta a su imaginación, crearon al Pequeño Spirou en 1987 en una historieta titulada La única y singular historia más o menos cierta de la infancia de Spirou, contada por el tío Paul y a partir de 1990, contaría con su propia serie, más gamberra y picarona que la original, con una plantilla nueva de personajes y la posibilidad de tratar temas desde un punto de vista lúdico y divertido que la editorial no permitía con su personaje estrella. De hecho, los autores acabaron poniendo más empeño y entusiasmo en el “pequeño” que en el “grande”

En la actualidad Tomé y Janry continúan realizando El pequeño Spirou, que contará con su propia película con actores de carne y hueso el próximo mes de octubre.

Ilustración de 'Luna mortal'
Ilustración de 'Luna mortal'

Ilustración de 'Luna mortal'

'La tampa viperina'

Portada de 'La trampa viperina'
Portada de 'La trampa viperina'

Portada de 'La trampa viperina'

Continuando con su plan de publicar todas las aventuras de Spirou, entre integrales y álbumes, Dib>buks publica también La trampa viperina, el número 53 de la serie realizado, en 2012, por el guionista Vehlmann y el dibujante Yoann, los actuales autores del personaje.

Una aventura que es una crítica a la sociedad actual, a los medios de comunicación, al mundo de la fama y a las grandes empresas que sólo piensan en acumular grandes fortunas y llevárselas a paraísos fiscales, sin reinvertir ni un duro en la sociedad. Destacamos la ironía con la que los autores tratan esos temas tan actuales.

La historia comienza cuando la revista "Spirou" se ve envuelta en un juicio sensacionalista tras la denuncia de algunos padres que consideran que es peligrosa para sus hijos. Esto les lleva a la bancarrota. Fantasio no quiere que la revista tenga que cerrar y el famoso detective y explorador Gil Coeur-Vaillant llegará al rescate. Pero todo esto tiene un precio.

Spirou es secuestrado y llevado a la fuerza a una isla paradisíaca que posee un millonario sin escrúpulos. ¿Podrá salir de la isla? ¿Conseguirá salvarle Fantasio? ¿Qué otros misterios ocultos se descubrirán en la isla?

Una historia muy interesante y original, en la que destaca esa crítica social y el dinámico dibujo de Yoann, con un Spirou en constante movimiento. Un cómic muy divertido que, además, nos hace reflexionar.

Viñetas de 'La trampa viperina'
Viñetas de 'La trampa viperina'

Viñetas de 'La trampa viperina'

Un poco de historia

Aunque el creador de Spirou fue el historietista francés Robert Velter, más conocido como Rob-Vel, todos los aficionados reconocemos la importancia de Franquin, y posteriormente de Tomé y Janry en el desarrollo del personaje.

Durante los 22 años que Franquin dibujó las aventuras de Spirou y Fantasio (1942-1966), resultó inevitable que poco a poco fuese haciendo suyo el el universo del célebre botones. Creó personajes tan emblemáticos para la serie como el Marsupilami y el villano Zorglub; pero el cansancio hizo que prestase más atención a otro de sus personajes con serie propia, Gastón Lagaffe (Tomás el Gafe, en las primeras traducciones españolas). Así que le pasó el testigo a Jean-Claude Fournier, tras la publicación del álbum Un bebé en Champignac.

Algo parecido ocurrió con la pareja creativa formada por Tomé y Janry, que se encargaron del personaje en la revista “Spirou” al mismo tiempo que otros guionistas y dibujantes, desde 1980. Tras un breve período de tiempo, pasaron a ser los autores titulares de la serie y se mantuvieron al frente hasta 1999.

Viñetas de 'Máquina que sueña'
Viñetas de 'Máquina que sueña'

Viñetas de 'Máquina que sueña'