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Dos mangas japoneses sobre espíritus acuáticos y la magia de los recuerdos

  • Se publica Emanon vagabunda, de Shinji Kajio y Kenji Tsuruta
  • Y se reedita La montaña mágica, de Jiro taniguchi

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Fragmento de una viñeta de 'Emanon vagabunda'
Fragmento de una viñeta de 'Emanon vagabunda'

La editorial Ponent Mon publica dos excelentes mangas que tienen mucho en común, Emanon Vagabunda, de Shinji Kajio y Kenji Tsuruta y La montaña mágica, de Jiro Taniguchi. Ambos están protagonizados por espíritus acuáticos (también llamados Kappa), hablan de la importancia de disfrutar de la vida junto a nuestros seres queridos y de atesorar esos momentos (los recuerdos); y de la relación del hombre con la naturaleza, a la que debemos respetar.

'Emanon Vagabunda'

Portada de 'Emanon vagabunda'
Portada de 'Emanon vagabunda'

Portada de 'Emanon vagabunda'

Emanon Vagabunda (Ponent Mon), de Shinji Kajio y Kenji Tsuruta cuenta la historia de Emanon, una joven vagabunda que es descendiente de un familia de Kappas, criaturas mitológicas que viven en los ríos y cuyo nombre proviene de mezclar la palabra "kawa" (río) y "Wappo", una inflexión de "Waraba" (niño). Emanon tiene el poder de conservar los recuerdos de todas las mujeres de su familia que la precedieron, desde el principio de los tiempos (cuando eran Kappas).

La joven protagoniza una escapada poética hacia adelante, siempre en busca de algo nuevo, pero sin poder olvidar nunca de donde viene. un viaje que sirve a los autores para hablar de lo humano, de aquello que nos hace mirar atrás en busca de los momentos más felices de nuestra vida, aquellos que atesoramos y que valen más que cualquier otra cosa, porque es lo único que nadie nos puede arrebatar. Nos pueden quietar cualquier cosa material, pero no los recuerdos de nuestros seres queridos. Pequeños instantes de felicidad convertidos en nostalgia. Una nostalgia que salpica todas las páginas de este manga.

Viñetas de 'Emanon vagabunda'
Viñetas de 'Emanon vagabunda'

Viñetas de 'Emanon vagabunda'

Pero también tiene el mensaje de que esa melancolía no debe impedirnos mirar hacia adelante en busca de nuevas experiencias que convertir en nuevos recuerdos, hasta completar el bagaje de nuestra vida.

En sus viajes, la joven se encontrará con un niño, con el que hablará de esa importancia de los recuerdos, y descubrirá que tiene un hermano (con otro tipo de poderes), lo que le llevará en su busca, porque también se siente muy sola. Otro de los temas del cómic.

Destacar también los poéticos dibujos del manga, en los que la naturaleza cobra un gran protagonismo. Las plantas, los árboles rodean a la joven como si quisieran que volviese a la naturaleza a la que pertenece. También por eso, la joven aparece desnuda en su entorno natural mientras que se viste para pasear por las ciudades.

Un manga realmente muy especial.

'La montaña mágica'

Portada de 'La montaña mágica'
Portada de 'La montaña mágica'

Portada de 'La montaña mágica'

Ponent Mon reedita también La montaña mágica, de Jiro Taniguchi que, como decimos, tiene muchos puntos en común con Emanon vagabunda, aunque en esta ocasión el Kappa se presenta con la forma de la Andrias japonicus o "kushikatsu", una salamandra agresiva que atrapa a su presa con sus poderosas mandíbulas y que tiene un gran poder de regeneración (y que podría haber dado origen a la leyenda de los Kappas). Aunque tratándose de Taniguchi ya podemos suponer que la salamandra tiene el carácter amable de los personajes de su autor. Porque La montaña mágica es una fábula sobre la comunión entre la naturaleza y el alma humana.

Los protagonistas son Kenichi y su hermana, Sakiko, dos niños que todavía están sufriendo la prematura muerte de su padre, cuando ingresan a su madre en el hospital con una grave dolencia. En medio de ese sentimiento de abandono e impotencia, sacarán fuerzas de flaqueza para ayudar a ese misterioso Kappa, que solicita su ayuda, y adentrarse en el seno de una montaña mágica para tratar de cambiar su hasta ahora triste suerte.

Realizada en 2007, La montaña mágica surge del deseo de Jiro Taniguchi (como explica en el estupendo prólogo) de realizar un cómic de mayor formato y a todo color, como los álbumes europeos que tanto admiraba (recordemos que la mayoría de los mangas se editan en formato de bolsillo en blanco y negro).

El kappa (en forma de salamandra) pidiendo ayuda al protagonista

El kappa (en forma de salamandra) pidiendo ayuda al protagonista

Combinando los dos estilos, el europeo y el japonés, el autor consigue una obra con lo mejor de ambos. Tanto que, desde entonces, ha vuelto a repetir el experimento en otras de sus obras como la fantástica Los guardianes del Louvre (Ponent Mon).

Taniguchi confiesa que espera que esta historia permita al lector "reencontrarse con todos sus sentimientos olvidados, y que los conserve en su corazón a partir de ahora y para siempre".

Y es que el autor confiesa que esta historia surge de sus recuerdos personales, de cuando era un niño. La propia montaña mágica del cómic existía de verdad en su pueblo (Tottori), incluyendo su red de pasadizos subterráneos. Y las leyendas aseguraban que escondía un tesoro en su interior. Y el museo donde está atrapada la salamandra (el kappa) también está basado en uno que visitó en su niñez, donde había uno de esos anfibios que, según Taniguchi "sigo conservando en un rincón de su memoria debido a la fuerte impresión que me causó".

Una historia en la que la magia se combina con los temas habituales de Taniguchi, como el duelo por la pérdida de un ser querido, la familia, o la tristeza que impregna casi toda su obra (aunque la esperanza se termine imponiendo). Y en la que también se habla de las almas y los espíritus, incluso de las de los animales y las plantas.

Dos historias, en resumen, en las que la magia, en forma de emociones y recuerdos, recorre todas y cada una de sus páginas.

Viñetas de 'La montaña mágica'
Viñetas de 'La montaña mágica'

Viñetas de 'La montaña mágica'