Las alucinantes criaturas del zoo de Xan López Domínguez

Cómo dibujar para los niños

“Lo más importante de una ilustración –nos comenta el artista- es que haya un componente de complicidad con los niños. Por eso a veces, cuando dibujo, me comporto casi como un niño. Porque si no inentas comprenderlos podemos estar tres días hablando idiomas distintos. Hay que lograr ese acercamiento, a veces casi inconsciente”

“A los niños –continúa- les puedes contar la historia más extraña, como la de Drácula. Ellos saben que los vampiros no existen, pero si das a esa historia cierta coherencia narrativa, los niños lo entenderán a la primera, porque su imaginación no tiene límites y manejan una temática más amplia que los adultos, que incluye personajes tan fascinantes como piratas, magos, brujas… tan divertidos de dibujar”.

En cuanto a los materiales con los que trabaja, Xan nos comenta que: “Cada vez simplifico más los materiales. Empecé con acuarela y ahora hago los bocetos sobre papel y luego acabo las ilustraciones con el ordenador. El trabajo digital nos ha abierto muchas puertas a los ilustradores porque puedes jugar mucho con los colores, la iluminación, la composición. Puedes cambiar a los personajes de sitio dentro de una misma escena. Es casi como estar jugando. Y también es muy divertido. Si Rembrant hubiese tenido un ordenador estoy convencido de que lo hubiese combinado con sus grabados”.

Sus influencias

La exposición también nos muestra la biografía del autor y sus fuentes de inspiración, entre las que se encuentran el cine y la pintura clásica: “Cuando empecé –asegura- mis influencias eran más del mundo del cómic: Robert Crumb, Moebius… pero últimamente cada vez me interesa más el mundo de la pintura. Actualmente me influye más Rembrandt que cualquier dibujante".

La muestra se complementa con cuatro muros informativos. En los dos primeros se narra su trayectoria como ilustrador, rescatando un trabajo muy personal de su carrera: su implicación en la publicación de Xofre, el primer fanzine de Galicia, en el que colaboró con dibujantes como el Premio Nacional de Cómic Miguelanxo Prado. “Es mi lado menos conocido, casi podríamos decir que mi lado oscuro” -Bromea -.

Los dos últimos muros recogen dos estilos de trabajo singulares dentro de su trayectoria: el uso del negro y la inversión de la luz por una parte; y el trabajo a línea, sin color, por otra. En su conjunto, la exposición es un completo recorrido por la obra de este genial ilustrador.

“Es más divertido escribir para niños que para adultos”

Aunque sea conocido por sus fantásticas ilustraciones, ya hace tiempo que Xan López Domínguez escribe sus propios cuentos. “Al principio –confiesa- escribir me resultaba muy complicado. Pero gracias a la paciencia y al método le fui cogiendo el tranquillo y cada vez me gusta más. Cada vez soy más escritor y menos ilustrador”.

“Aun así -confiesa- no puedo negar que soy ilustrador porque siempre escribo pensando en imágenes”.

“Y también es cierto que es mucho más divertido escribir para niños que para adultos” –añade-.

En cuanto a sus próximos proyectos, Xan nos comenta que: “Actualmente trabajo en un nuevo libro que saldrá a primeros del próximo año. Es la continuación de Las aventuras de la Bruja Fritanga (Edelvives), pero los protagonistas son unos ratones que se convierten en mensajeros para hacerse imprescindibles y que no se los coman. Se titula La fábula de los ratones mensajeros”.