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'Gloria Victis', un cómic tan espectacular como 'Ben-Hur'

  • Juanra Fernández y Mateo Guerrero recrean las carreras de cuadrigas
  • Se han basado en un auténtico auriga español: Aelio Hermeros

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Fragmento de la portada de 'Gloria Victis' 
Fragmento de la portada de 'Gloria Victis' 

”Todos reclaman los éxitos pero los fracasos se imputan a uno solo” (Tácito).

Cuando hablamos de carreras de cuádrigas es inevitable pensar en la famosa escena de la película Ben-Hur; pero el cineasta y guionista Juanra Fernández (Para Elisa) y el dibujante Mateo Guerrero (Turo, Beast) nos descubren que esa carrera tenía muy poco que ver con la realidad en el cómic Gloria Victis 1: Los hijos de Apolo (Norma Editorial), ambientado en la provincia romana Hispania Citerior Tarraconense en el año 156 de nuestra era.

Gloria Victis –nos comenta Juanra- se podría traducir como la honra de los vencidos, y de eso trata precisamente esta historia, de vencidos bajo la sombra perpetua de oscuros vencedores. Es una trama clásica de venganza. El infortunio marca al protagonista desde su niñez, y siempre tendrá que enfrentarse a ese fantasma del pasado, la tragedia familiar”

“Aelio –continúa el director- nace bajo el signo de las carreras de caballos, pasa su niñez de circo en circo respirando el polvo levantado por los carros, hasta el día en el que se trunca la fortuna de su apellido, y con la muerte de su padre y la consecuente desaparición de su madre, se convierte en un huérfano al cargo del municipio que le vio nacer. Aunque antes o después, su habilidad con las riendas tiene que mostrarse”.

Los protagonistas

Aelio –añade Mateo Guerrero- es un chico al que la vida le ha hecho probar el lado oscuro de las cosas, cayendo en la esclavitud al morir su padre debido a las deudas familiares. Era algo común en la antigua Roma. Me he basado en bustos romanos para diseñar al personaje”.

Fabia –continúa Mateo- es una esclava hispana, fuerte, que sobrevive sirviendo a la caprichosa dueña que es la mujer de Cayo Gratio Nigrino”.

Cayo es un personaje que me gusta, pues si lo contextualizamos en su época, es un personaje muy moral –asegura el artista-. Pero si lo vemos desde la nuestra, juega con la libertad y la esclavitud de los otros, como se hacía en su tiempo, como si te compras un mueble”.

“Pero su mujer es otro cantar... Un ser feo por dentro y por fuera, a la que un esclavo en la casa de su padre cuando ella era joven, le hizo heridas que le dejaron marcas permanentes. Desagradable y malvada. Así hemos querido reflejarla” –concluye el dibujante-.

Una historia basada en una estela romana

Juanra nos comenta cómo se le ocurrió la idea para la historia de este auriga: “Al igual que en la vida de nuestro héroe por accidente, o más bien por casualidad. Fue durante una visita al Museo Arqueológico de Cuenca, donde en una sala repleta de tesoros romanos, vasijas y utensilios de un pasado desenterrado, una estela guardaba celosamente una inscripción en honor a un auriga: Aelio Hermeros. Así surgió esta historia, imaginé sus periplos en la Hispania de los césares, y decidimos empezar a trabajar para resucitar a ese héroe valeriense, pero haciéndolo a través de las aventuras de su hijo: un personaje posible aunque ficticio”.

Hay que destacar la excelente documentación por parte de dibujante y guionista, que en vez de ambientar la historia en Roma prefirió hacerlo en Tarraconensis: “Evidentemente estábamos condicionados por el rigor histórico –asegura Juanra-. Fundamentándonos en un personaje real, lo lógico era empezar sus aventuras donde ocurrieron de verdad, aunque condicionados por los pocos datos que se conservan sobre él: Nació Valeria y murió en el circo de Elche”.

“No obstante –continúa el director-, Mateo y yo empezamos un emocionante viaje al curioso pasado de las carreras de cuadrigas. Estudiamos al detalle varios textos de cronistas y buscamos tesis actuales sobre los ludi romani. Del mismo modo que observamos meticulosamente mosaicos, pinturas, relieves y cerámicas que se conservan en diferentes museos del mundo. Así hemos logrado nuestra personal interpretación de esas competiciones sangrientas y populares”.

Las auténticas carreras de cuadrigas

Y es que las auténticas carreras de cuadrigas tienen muy poco que ver con la imagen que nos ha transmitido Hollywood, como nos cuenta Juanra Fernández: “La secuencia de Ben-Hur se ha utilizado continuamente como referente de tales eventos, aunque se aleja bastante de la realidad histórica”.

“Los espectáculos reales –continúa el director- consistían en la competición de carros ligeros de madera que no pesaban más de treinta kilos, pudiendo alcanzar velocidades de hasta setenta y cinco kilómetros por hora.Como en las carreras de motociclismo actuales se clasificaban por categorías, de ese modo se denominaban bigas cuando eran arrastradas por dos caballos, trigas por tres o cuadrigas en el caso de cuatro”.

“Los corredores se enfrentaban representando a cuatro facciones diferentes, y siempre las mismas: la veneta de color azul, la prassina o verde, la russata o roja y la albata de uniforme blanco”.

“En nuestro cómic –asegura Juanra- hemos querido acercarnos más a las verdaderas que a las cinematográficas, recreando el fanatismo de los espectadores, la vida en las cuadras y el mundo paralelo y oscuro de las apuestas. Es decir, pretendemos trasladar al lector al mundo romano real, a sentirse sentado en un graderío de un circo sufriendo o disfrutando la pasión de la velocidad y del riesgo de naufragia (accidente), presente en cada curva del trazado”.

El auriga más famoso era español y multimillonario

“Los agitator –nos comenta Juanra -eran los aurigas que se dedicaban a la competición de manera profesional. Y si alcanzaban las mil victorias se les reconocía con el término de miliario. Quizá el más famoso de estos corredores fue el hispano Diocles, con mil cuatrocientas sesenta y dos palmas de la victoria. Éste se enriqueció tanto con sus carreras que se le considera el deportista que más dinero ha recaudado en la Historia, por encima incluso de nombres actuales como Tiger Woods, Cristiano Ronaldo, Messi o Michael Jordan, y según un calculo del profesor Peter Struck, catedrático de la Universidad de Pennsylvania, podría haber llegado a ganar más de 15 millones de dólares”.

Mateo nos comenta cómo se ha documentado para el cómic, en general, y para las carreras, en particular: “Como apunta Juanma –añade Mateo- las carreras eran unas competiciones deportivas en las que se iba en carros de carreras, no de guerra como en Ben-Hur. Una película que por otra parte me fascina”.

“Para el cómic –continúa el dibujante- hemos buceado mucho buscando frescos y mosaicos de la época en las que se reflejasen las carreras, y de ello hemos sacado principalmente la información de carros, arreos y trajes. Pero hemos tenido que imaginar cómo debían ser esas carreras, cómo era ese "deporte". Para el resto de la historia me he documentado con mucho libro de texto y alguna visita a yacimientos arqueológicos como el de Valeria, que es el punto de inicio de la historia de Aelio”.

Los caballos más espectaculares

Aseguran la mayoría de los dibujantes que los caballos en movimiento es una de las cosas más difíciles de dibujar, pero Mateo cuenta con ventaja: “He tenido la suerte de que tanto mi padre, como mi mujer, son unos enamorados a la hípica. Yo mismo he practicado bastante la equitación, con lo que he tenido relación con el animal más elegante de la naturaleza. De esta forma, el dibujarlos para mí, no ha sido una cuestión de búsqueda fotográfica, sino de observación natural de sus movimientos durante toda mi vida”.

“Por esto, mis caballos no quedan fotográficos... están metidos dentro de mi estilo, con las mismas deformaciones estilísticas que pueden tener mis figuras humanas” –concluye el dibujante-.

Además destacamos el cambio de estilo del dibujante de su anterior obra, Turo (Norma), a esta realista recreación de Tarraconensis. “He adecuado mi estilo a la historia que estoy contando- nos comenta Mateo- Para mí este es un elemento fundamental en mi oficio, la "Adecuación" gráfica a la historia. No era lo mismo dibujar Turo, donde la historia, el personaje y su entorno eran absolutamente fantásticos, que dibujar una historia con bases históricas en un mundo que tantos grandes artistas han representado antes”.

“De todas formas, antes de ponerte a trabajar en un nuevo proyecto, tienes una ligera idea de qué dirección quieres tomar... pero cuando te pones a dibujar, los personajes se van adueñando de la historia!” –asegura el artista-.

Mateo también quiere destacar el trabajo del colorista, Javi Montes: “Javi, para mí, es otro miembro fundamental en el equipo, que ha engrandecido la visión del mundo reflejado en el tebeo. Ha aportado una amplia variedad de ambientes, de cielos, una profundidad de campo, un hacer la iluminación más oscura o luminosa dependiendo del momento de la escena, que es como una auténtica banda sonora para el tebeo. Javi es un maestro al hacer que el tebeo quede muy variado y rico, viendo la secuencia de páginas pasar una tras otra” –concluye-.

El futuro de la historia

En cuanto a sus proyectos, ambos han firmado cuatro tomos de esta saga. “En el próximo número –nos avanza Juanra- veremos a Aelio enfrentarse definitivamente a su destino regresando al circo donde murió su padre”.

Además, el director y guionista prepara su segunda película, después de su interesante debut con Para Elisa. Una historia protagonizada por Eduardo Noriega. “De púrpura y escarlata está en proceso de preproducción y muy pronto iniciaremos el rodaje, así que a principios del 2016 la tendremos en salas” –asegura Juanra-.

En cuanto a Mateo Guerrero nos confiesa que: “De momento estoy absolutamente centrado en avanzar en la serie, pues son cuatro libros y estoy con el tercero. Luego, haremos un paréntesis para trabajar en De Púrpura y escarlata, la peli de Juanra, en la parte de arte. Y luego... ¡ya veremos!