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El primer libro sobre Jan, el padre de 'Superlópez'

  • ‘Jan, el genio humilde’, es una obra colectiva coordinada por Javier Alcázar
  • “Era necesario reivindicar la figura de Jan”, aseguran sus autores

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Autorretrato de Jan con Superlópez, su personaje más popular
Autorretrato de Jan con Superlópez, su personaje más popular

Si Mortadelo y Filemón son los personajes más populares del cómic español, el segundo puesto es, sin ninguna duda, para Superlópez, la inmortal creación de Jan que este año ha cumplido 41 años y del que se prepara su primera película, que dirigirá Javier Ruíz Caldera. Pero hasta ahora no había ningún libro sobre el popular autor, uno de los más grandes del cómic español. Por eso, la asociación cultural Tebeosfera publica Jan, el genio humilde, escrito por un grupo de expertos coordinados por Javier Alcázar.

“En Tebeosfera -asegura Javier- siempre hemos considerado oportuno y necesario reivindicar la figura de los autores de historieta españoles, muchos de ellos olvidados (y hasta menospreciados). El caso de Jan además es especial, porque es un autor que sigue trabajando y publicando libros año tras año cuando hace tiempo que se vino abajo la industria del tebeo infantil que lo alentó y cobijó, y es uno de los historietistas más conocidos. A pesar de esto, nunca se le había dedicado un libro monográfico como sí tienen otras grandes figuras como Ibáñez, Escobar y Vázquez, por lo que este trabajo ha cubierto un hueco imprescindible y ha servido para rendir homenaje a uno de nuestros artistas más importantes”.

Un artista muy especial, según Javier: “Es difícil separar al Jan “artista” del Jan “persona”, porque en su trabajo (sobre todo en el de madurez) ha conseguido introducir elementos que definen los ideales del autor: la lucha social, la defensa de la cultura, los grandes males de la sociedad actual se ven reflejados en las páginas que escribe y dibuja sin que por ello se resientan sus argumentos”.

“Jan -continúa Javier- aportó en su momento un aire fresco a la denominada “escuela Bruguera” porque insistió en no adscribirse a ella, dotando a todo lo que dibujaba de una originalidad y una plasticidad que hacían (y hacen) sus páginas muy atractivas y entretenidas. Este empeño en mantener su estilo hizo que fuera muy prolífico en la década de los setenta, con trabajos en varias publicaciones y editoriales, y que produjera abundante material para el público infantil, desde el cuento ilustrado hasta esa maravilla que es Pulgarcito. Pocos autores “completos” han sido tan constantes y fieles a sí mismos, tan honrados con el lector y tan humildes con su trabajo".

Un libro lleno de sorpresas

Javier asegura que en este libro todo es: “¡Absolutamente destacable! El libro surge tras haber desarrollado en 2013 un número monográfico de Tebeosfera dedicado a Jan, que nos mantuvo durante meses trabajando y recopilando datos sobre su obra. Ofrece los artículos que ya se publicaron en su día en la web, muchos de ellos ampliados y mejorados, junto con otros textos nuevos escritos expresamente para la ocasión. Del libro destacaría el magnífico trabajo que ha desarrollado Antonio Moreno en la búsqueda, selección y mejora de imágenes y en la maquetación, que le dan al volumen un atractivo visual que no es perceptible en la web. Y también destacaría la inclusión de nada menos que 72 páginas de historietas de la etapa cubana de Jan, absolutamente desconocidas en España y muy difíciles de encontrar incluso en su país de origen, y que demuestran la calidad que ya demostraba Jan en la década de los sesenta”.

Un material realmente interesante para los aficionados al cómic, que se publica en España por primera vez: “El material cubano que nos ha llegado es muy escaso y no en muy buenas condiciones. Hay que dar las gracias a Roberto Hernández, teórico cubano que nos ha ayudado mucho en ese aspecto y a Quim Zafra, coleccionista irredento de Jan que nos ha proporcionado los tebeos originales de los que hemos obtenido las imágenes necesarias. El motivo de escoger esas páginas y no otras ha sido, en primer lugar, la disponibilidad; después, que el tamaño fuera adecuado al formato del libro; y también que pudieran reproducirse adecuadamente, porque disponíamos de historietas curiosísimas que no hemos podido añadir debido a su mala calidad. Aquí tengo de nuevo que reconocer el trabajo de Antonio Moreno, que ha realizado una labor de restauración excepcional que nos ha permitido a los aficionados disfrutar de este material. En él encontramos historietas tan alejadas del estilo habitual del autor como El triste, o más semejantes a su trabajo posterior como las adaptaciones de cuentos que hizo para la revista Din Don

“Un recorrido por la vida y la obra de Jan”

Javier asegura que el libro es: “Un recorrido por la vida y la obra de Jan de forma diacrónica, desde sus inicios hasta la actualidad, en forma de distintos ensayos encargados a autores que dominaran el tema o tuvieran conocimientos de primera mano. Hay varias etapas en la obra de Jan: una muy primeriza, en los años cincuenta, donde su estilo apenas está definido y se deja influir por otros autores de la época. La etapa cubana, que abarca prácticamente la década de los sesenta y donde el autor experimenta y va insuflando vida a su creaciones con los conocimientos sobre animación que Jan ya tenía y que en Cuba amplia enormemente”.

“Otra etapa -continúa alcázar- es la de los setenta, de máxima prolificidad, donde el autor tiene casi que empezar de cero y crea multitud de personajes, trabaja para distintas editoriales y toca todas las temáticas. Es una etapa preciosa, con material a recuperar. En los ochenta se trata ya de una fase de asentamiento, donde crea las mejores historietas de su personaje más conocido, Superlópez, aunque también continuará imaginando otros nuevos, como Pulgarcito o las historias que dibuja para Ediciones Druida o para Pedro Tabernero. Desde los noventa hasta ahora se establece una etapa de madurez, consolidación y trabajo más o menos regular; Jan se centra en Superlópez con alguna esporádica creación que no tiene continuidad”.

Jan no sólo es Superlópez

“Creo que Superlópez, a nivel de popularidad, está justo por debajo de Mortadelo y Filemón -asegura Javier-. Y es que Jan e Ibáñez son los dos únicos creadores que han seguido publicando tras la debacle de las revistas infantiles-juveniles, son dos supervivientes. A nivel de calidad, bueno… Son muchas aventuras y muchos años y la calidad no puede ser siempre la misma, pero solamente por la existencia de algunos álbumes (los primeros en los que Superlópez corrió aventura en solitario, tras abandonar el Supergrupo) el personaje y su creador merecerían pasar a la historia del tebeo español. Jan es mucho más que eso, claro”.

“Superlópez -continúa Javier- podría considerarse EL PERSONAJE de Jan, porque además tiene historietas que suponen la obra cumbre del autor. Pero Jan también es el padre (y la madre) de otros personajes, quizás más olvidados pero que tienen al menos la misma calidad, como Pulgarcito, que ahora está recuperando Ediciones B, o Trotacosmos, que disfrutó de unas historietas bellísimas y magníficamente editadas que, muy probablemente, jamás volvamos a poder ver. También hay que tener en cuenta que, para Jan, uno de sus favoritos es Don Talarico”.

Algunos de estos personajes ya han sido prácticamente olvidados y, según Javier, merecían mejor suerte: “Pulgarcito se olvidó durante mucho tiempo y ahora parece que se quiere recuperar, aunque sea excesivamente despacio, en parte porque se está sometiendo a un proceso de recoloreado (estupendo, por otra parte). Trotacosmos, que por circunstancias de derechos no podremos ver. O los que creó para Ediciones Druida: Cab Halloloco, Los últimos de Villapiñas, personajes con muy pocas historietas que no tuvieron continuidad posterior. En realidad, Superlópez los ha fagocitado a todos. Es lo que tiene la fama”.

 Un selecto grupo de colaboradores

En cuanto a los autores de los interesantes artículos de este libro destacar que, antes que críticos son fans de la obra de Jan, y eso se nota. “Son unas buenas personas que han dedicado gran parte de su tiempo a conseguir que este proyecto pudiera salir adelante sin pedir nada a cambio -comenta Javier-. Hemos conseguido reunir un conjunto de autores muy uniforme, que sabían un montón de esto, los mejores”.

El plantel cubano es excepcional: el ya mencionado Roberto Hernández, y dos colaboradores de Jan de la época cubana, Juan Padrón y Froilán Escobar, dos figuras hoy día en sus respectivos campos artísticos que nos han enternecido con sus anécdotas. Hemos contado con las mejores firmas de la teoría en España sobre historieta: Antonio Martín, que además es íntimo amigo de Jan y ha estado implicado en muchos de sus proyectos; Manuel Barrero, que ha conseguido hacer un extensísimo repaso a la dispersa obra de Jan antes y después de su exilio cubano; o Álvaro Pons y Antoni Guiral, que nos aportado sendas reseñas”.

“También han reseñado Daniel Fernández (el Señor Ausente), de prosa prodigiosa, Javier Mesón, o Quim Zafra. Y han aportado sus conocimientos enciclopédicos sobre el tema Alfons Moliné, una de las personas que más sabe de historieta infantil, Carlos De Gregorio, quizás la segunda persona que más sabe de historieta infantil, Jordi Canyissá, auténtico entusiasta de la historieta e investigador de pro, y David Fraile, que desde hace años publica la web sobre Superlópez. Un plantel inmejorable”.

En cuanto a los futuros proyectos de Jan, Javier Alcázar asegura que: “Eso sería mejor preguntárselo a Jan o a sus editores. Me imagino que seguirá con los libros dedicados a Superlópez mientras el cuerpo aguante, intervendrá en la nueva edición de Pulgarcito y tendrá alguna colaboración esporádica. Yo desde aquí propongo que su obra sea recopilada de forma integral, ea”