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'Viñetas de vida', el cómic más solidario

  • Diez grandes autores viajan a países que necesitan ayuda
  • Colombia, Marruecos, Nicaragua, República Dominicana, Filipinas, Mauritania y Burundi

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Fragmento de una ilustración de Cristina Durán
Fragmento de una ilustración de Cristina Durán

Algunos de los mejores creadores españoles de cómic (Sonia Pulido, Isabel Cebrián y Álvaro Ortiz, Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou, Miguel Gallardo, Antonia Santolaya y Enrique Flores, Paco Roca y David Rubín) se embarcaron de la mano de Oxfam Intermón y la campaña Sí Me Importa en un viaje con rumbo a Latinoamérica, África y Asia. de su experiencia ha surgido el cómic Viñetas de vida (Astiberri), en el que nos cuentan las historias de vida de personas que, con el apoyo de la cooperación española, luchan por cambiar sus vidas y las de sus comunidades.

Un recorrido en viñetas por esa otra parte del mundo –Colombia, Marruecos, Nicaragua, República Dominicana, Filipinas, Mauritania y Burundi– que confirma que la cooperación al desarrollo funciona, cambia y salva vidas. Y es que, no podemos olvidar que, desde el inicio de la crisis económica, los presupuestos de ayuda oficial al desarrollo se han reducido casi un 70 %.

Hpara concienciarnos un poco mejor de los problemas que podemos ayudar a solucionar, hemos pedido a estos grandes artistas que nos cuenten, brevemente, su experiencia.

Cristina Durán y Miguel Ángel Giner Bou en Nicaragua

Cristina Duran y Miguel Ángel Giner Bou (Una posibilidad entre mil, La máquina de Efrén) viajaron a Nicaragua, donde visitaron proyectos de ciudadanía activa con organizaciones de mujeres y jóvenes."Estuvimos 12 días en Nicaragua. El tema principal de nuestro viaje era conocer de primera mano cómo trabajan por la defensa de los derechos de las mujeres allá. La agenda que nos preparó la oficina de Oxfam en Managua fue muy intensa y nos permitió conocer a muchos colectivos de mujeres y comprobar sobre el terreno todos los proyectos que consiguen desarrollar gracias a la aportación de la cooperación internacional".

"Para nosotros ha sido una experiencia increíble. Un viaje que nos deja una huella para siempre a nivel profesional, pero sobre todo a nivel personal. Una oportunidad única de conocer a muchas de esas personas que trabajan a diario para combatir la desigualdad. Personas con nombres y apellidos que nos abrieron las puertas de sus casas y a las que nunca olvidaremos. Sobre todo a las niñas del albergue de Nidia White, niñas que han sufrido lo que ningún niño debe sufrir y que ahí están, intentando rehacer sus vidas".

"Nos llevamos sus miradas y su determinación para seguir adelante. Nuestra historia la hemos planteado en primera persona, pensamos que era la mejor forma de acercar al lector a lo que vivimos allí. Ya antes de ir estábamos convencidos de la importancia de la cooperación, pero después del viaje, estamos aún más convencidos y además hemos descubierto que todos podemos aportar nuestro granito de arena. Para que puedan seguir trabajando allí, también es importante nuestro trabajo de difusión aquí. En conclusión, que la cooperación es cosa de todos".

Antonia Santolaya y Enrique Flores en Filipinas

Antonia Santolaya y Enrique Flores estuvieron en Filipinas, "en las islas por las que el tifón Yolanda golpeó con más rabia".

"Lo más llamativo -aseguran- es tener la constatación de que la fuerza para superar tanto desastre se basa siempre en la población".

"Los apoyos que han recibido desde las ONG ven rápidamente sus frutos. Las personas afectadas tienen una gran capacidad de trabajo y recuperación, no pierden la esperanza y los efectos de ello se perciben a simple vista. El cambio en el paisaje después de seis meses era evidente aunque todavía había mucho por hacer para recuperar cierta normalidad, una cotidianidad básica para sobrevivir".

"Nuestro enfoque estuvo muy claro desde nuestra llegada, las personas que experimentaron y seguían sufriendo las consecuencias del tifón, eran las protagonistas, queríamos que se escuchara su voz sin intermediarios. Había una realidad que debía conocerse y quien mejor que ellos para contarla".

Miguel Gallardo en República Dominicana

Miguel Gallardo (María y yo, Makoki) relata así su experiencia: "Yo viaje a República Dominicana, un sitio del que, como explico en mi historieta, pocas cosas sabía antes de ir. Allí estuvimos en el lado contrario de donde van nuestros compatriotas de vacaciones, los resorts. Detrás de las postales de palmeras y playas hay otra República Dominicana que no sale en las fotos y que he intentado explicar en mi historieta "Aquí vive Dios".

"Lo que más me impresiono de la isla fue la gente, la extraordinaria capacidad para tirar adelante y salir de catástrofes y situaciones límite. Y de esa gente, que son personas con nombre y apellido hablo en mi historia".

Álvaro Ortíz e Isabel Cebrián en Marruecos

Álvaro Ortíz (Murderabilia, Cenizas) y la periodista Isabel Cebrián viajaron a Marruecos, donde visitaron proyectos de defensa de los derechos laborales de las mujeres y desarrollo local. "Ibamos totalmente en blanco -confiesan-, sin saber los detalles de lo que nos íbamos a encontrar allí. Con la guía de la gente de Oxfam en Marruecos conocimos a los diferentes agentes locales implicados en los proyectos que tienen sobre el terreno, en Larache y su entorno, con las trabajadoras de la fresa".

"Lo que más nos sorprendió fue la fortaleza de las mujeres promotoras y el interés que ponían en hacernos llegar sus problemas y sus deseos, a pesar de las barreras lingüísticas. También nos sorprendió la enorme desigualdad entre el campo y la ciudad, y entre Marruecos y España, que apenas están separadas por algunos kilómetros, y lo mucho que se puede hacer con un proyecto de cooperación, y cómo la ayuda influía no solo en las mujeres, sino en toda su comunidad. Las mujeres de la fresa nos pusieron en bandeja su historia, nosotros solo tuvimos que traducirla a viñetas".

Sonia Pulido en Colombia

Sonia Pulido (Caza de conejos, Puede que esta vez) viajó a Colombia, donde visitó proyectos de fortalecimiento de derechos humanos. "No quise documentarme previamente, la idea era llegar sin ideas preconcebidas. El "tema" de nuestro viaje eran los Derechos Humanos, y nos entrevistamos con víctimas y familiares de víctimas, con asociaciones que les dan respaldo y con personajes relevantes dentro del sector.

"Y de eso trata La madeja, una historia que se narra a través de los testimonios de las personas con las que nos fuimos entrevistando. Personas que de manera generosa compartieron sus tragedias, sus dramas, su dolor, porque lo importante es contar, es saber, es difundir.

"Lo más impresionante es la lucha de las mujeres, madres, hermanas, hijas, esposas... su búsqueda de la justicia y el no rendirse nunca. La fuerza del colectivo y la superación de las vivencias más terribles".

David Rubín en Burundi

David Rubín (Beowulf, El Héroe) nos cuenta que viajó a "Burundi, en el corazón de África. Mi objetivo fue hacer de "reportero", documentar la labor que Oxfam está llevando allí, que consiste en ayudar a reintegrarse y valerse por sí mismos a comunidades de ex refugiados de la guerra.

Recorrí muchos poblados, estuve en las casa de muchas de esas personas, escuchando sus historias, historias que no suelen llegar a nuestro lado del mundo por los medios de comunicación".

"Lo que más me llamó la atención fueron los niños, fue con quien mas interactué, me sorprendió que cuando les sacaba fotos y se las enseñaba no se conocían, no sabían cual era su rostro y lo miraban perplejos, con sorpresa, de ahí partió el hilo del que tiré para contar esta historia y su titulo: Los niños sin espejo".

Paco Roca en Mauritania

Paco Roca (Arrugas, Los surcos del azar) viajó a Mauritania, donde visitó proyectos de seguridad alimentaria. "Viajamos allí para ver los proyectos en los que Oxfam colaboraba, entre otros el problema del agua y la situación de la mujer en una sociedad tan machista como la mauritana" -asegura el dibujante-.

"Lo que más me interesaba saber era cómo funcionaba la ayuda a la cooperación con la crisis económica. Es fácil ver sus efectos en nuestro país en los recortes contínuos en sanidad o enseñanza, pero no nos damos cuenta de como esos recortes han afectado al dinero destinado a la ayuda a los países en vías de desarrollo".

"Las ayudas allí han sido muy eficaces hasta el momento: han permitido sobrellevar las sequías, ayudar a la mujer y comenzar a formar una sociedad más justa. Pero lo que veías allí es lo precario que sigue siendo todo y lo dramático que sería dejar de ayudarles en estos momentos".

Un cómic tan interesante como necesario que vuelve a recordarnos lo importante que es ayudar a los que no tienen las cosas mínimas para sobrevivir.