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Esteban Maroto vuelve al cómic español

  • “Hay que enfrentarse a la crisis con nuevas ideas”, asegura el dibujante
  • Tras décadas trabajando para Italia y EE.UU. venderá sus cómics por internet
  • Lo ha anunciado en Animacomic, en Málaga

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Esteban Maroto en Animacomic y fragmento de la portada de 'Mujeres de leyenda'
Esteban Maroto en Animacomic y fragmento de la portada de 'Mujeres de leyenda'

Tras varias décadas trabajando para el mercado norteamericano y el italiano, Esteban Maroto (Madrid, 1942), uno de los dibujantes españoles más famoso y admirado del mundo, vuelve al cómic español. Y además lo hace a través de una innovadora plataforma de venta directa de cómics por Internet: IFAA, que ofrecerá material nuevo del dibujante, aunque ha empezado con dos reediciones: Los mitos de Cthulhu y Mujeres de leyenda.

“He tenido un problema muy importante –nos confiesa-, porque se me ha incendiado la casa y muchos originales se han deteriorado, aunque espero que pueda recuperarlos. Pero al recopilar esos originales me dí cuenta de que tenía muchísima producción y me he puesto en contacto con Miguel Mesa para intentar recuperar estas obras y ofrecérselas a los lectores, para que las conozcan, mediante esta innovadora plataforma de venta de cómics por Internet”.

“Lo que más me gusta de estas historias que recuperamos es que muchas tienen guiones míos, porque hace doce años que trabajo para Italia (para Bonelli, la editorial más importante del país) y en ese tiempo no he podido escribir mis propias historias. En Estados Unidos tampoco me dejaban la parte literaria porque allí los cómics se realizan pensando en las películas y no quieren tener ningún problema con los derechos. Y por eso no quieren que los dibujantes extranjeros hagan sus propios guiones”.

“Hay que enfrentarse a la crisis con ideas nuevas”

Esteban Maroto asegura que “Hay que enfrentarse a la crisis con optimismo y con nuevas ideas. Tengo demasiadas ideas y eso es un problema porque se me ocurren setenta cosas a la vez, y no me centro –confiesa Maroto-. Ahora mismo tengo varios proyectos con IFAA.

Uno de ellos es Black Metal, que es el que está más adelantado y está protagonizado por la Diosa de la Muerte. Un personaje que representa a las mujeres, que son la fuerza pasiva de la vida y las que mueven a la humanidad. Qué tienen esa fuerza de resistir y para llevar adelante las cosas. De ahí saldría un panteón de dioses, que no serían superhéroes, sino que buscaríamos la relación entre los humanos y ese panteón que sería muy anterior a la humanidad”.

“Además de esa Diosa de la Muerte habría otro personaje que sería Lilith, la madre de todos los vampiros. Es la representación de la rebeldía, del personaje que se rebela contra Dios porque le dice que tiene que hacer el amor debajo del hombre y ella dice que ni hablar, que lo hará en la postura que le apetezca, encima, debajo... Es como la mujer de Lucifer. Y de ahí surgirá la historia que pienso que puede dar mucho juego, con dioses, semidioses, vampiros y los humanos en medio, como siempre”.

“A mí siempre me ha gustado mucho la fantasía, la mitología y la Biblia -confiesa Maroto-, que es la mejor novela de aventuras que se ha escrito, con los diablos, los ángeles, las serpientes, los carros de fuego… me gustaría rescatar ese mundo que siempre ha estado en mis historietas. Sobre todo hay que tratar de ser uno mismo porque la sociedad actual tiende a que todos veamos las mismas películas, leamos los mismos libros. Y para mí es fundamental tener una personalidad y un pensamiento únicos. Hay que pensar en libertad”.

“Por eso, uno de los lanzamientos de IFAA es Mujeres de leyenda, y dentro de ese volumen está Sherezade, que pide a su padre que la ofrezca al Sultán y es cuando le empieza a contar los cuentos de Las 1001 y una noches. Ella tiene la habilidad de cortar el cuento cuando se empieza a hacer de día. Sería el principio de las novelas por entregas que es lo que me gustaría hacer con Mujeres de leyenda. Historias que no se acaben y tengan una continuidad. Protagonizadas por mujeres como Salomé, o Sherezade... y que además de ser una aventura tengan un trasfondo filosófico para el que quiera profundizar un poco más y puedan tener esas dos lecturas”.

“Lo que me gustaría es ponerme a dibujar -asegura el autor-, pero hay que compaginar las páginas nuevas con las antiguas. Porque tengo muchísimo material en el archivo y hay que actualizarlo. Algunas cosas se han perdido porque muchos originales no me los devolvieron y hay que remasterizar las páginas de las propias publicaciones. Es un trabajo largo y complicado. Y en ese proyecto es en el que estoy ahora mismo. Recuperando mis trabajos clásicos y dibujando nuevas historias”.

“El problema es la cuestión económica, ya que cada vez es más difícil hacer proyectos de cómic. Antes si no te publicaban en España podías irte a Italia o a EE.UU, pero ahora casi todos los sitios están igual de mal. En España hay muchísimos autores estupendos, pero no hay editores que arriesguen dinero. Si hace unos años este proyecto se lo hubiese ofrecido a Toutain, mañana estaría trabajando en él, pero ahora hay que recurrir a fórmulas como el crowfunding. Y en algunos casos funciona y en otros no”.

“Soy un mercenario del dibujo”

Yo tengo una gran ventaja y es que me conoce mucha gente. Aunque eso se pueda convertir en una desventaja. Porque mucha gente que encarga dibujos a autores se piensa que yo soy una leyenda y le voy a cobrar una fortuna por un dibujo, pero yo me ajusto los precios del mercado. Soy un profesional, un mercenario que siempre he vivido de mi profesión y quiero seguir haciéndolo. Quiero dibujar para poder seguir dibujando. Y si puede ser con las cosas que a mi me gustan mejor”.

“Además con la entrada de las nuevas tecnologías cada vez hay mas competencia, porque antes tenías que dibujarlo todo a mano y ahora, con el ordenador, los efectos especiales también han llegado al cómic y se puede hacer cualquier cosa. Y yo no controlo esa tecnología”.

“Pero también pienso que la tecnología te acaba aburriendo, que por si misma no funciona -añade Maroto-. Es como los efectos especiales de una película. Si no hay una historia o unos personajes detrás con consigue interesarnos Yo trabajo con una página en blanco, un lápiz y un pincel. Son mis únicas armas”.

Desgraciadamente, de la mayoría de los personajes que ha dibujado no tiene derechos: “Yo he trabajado para las editoriales más importantes del mundo, como Marvel, DC , Bonelli, por lo que no tengo los derechos de los personajes. He dibujado a Zatanna, Las crónicas de Atlantis, Drácula, Conan, Red Sonja, Superhéores… Aún así tengo mucho material propio pero hay que remasterizarlo. Y eso es un problema que lleva mucho tiempo resolver”.

“Dc y Marvel me han devuelto más originales que muchas de las editoriales para las que he trabajado en España. Por ejemplo, de Los mitos de Cthulhu que también ha remasterizado IFAA, no tengo ninguna página porque lo hice para Bruguera justo cuando quebró la editorial y nunca me devolvieron los originales”.

“A veces veo algunos de mis originales perdidos subastados en Internet, en sitios como E-Bay y no puedo reclamar porque me piden que demuestre que las páginas son mías, y no puedo hacerlo. En un salón se me acercó un joven con una historieta completa mía, de ocho páginas, para que se la firmara, con toda la ilusión del mundo, y no pude hacerlo porque era una de las que me habían robado. Y soy consciente de que el lo hacía con la mejor intención”

“Me gustaría volver a dibujar Conan”

Uno de los diseños más famosos de Maroto fue el del bikini de monedas de Red Sonja. El autor nos confiesa que: “No me importaría volver a dibujar el universo de Conan. Cuando Roy Thomas me contrató para trabajar en Marvel (tras su exitoso paso por las mítica revistas de Warren), Barry W. Smith dibujaba a Red Sonja, y Thomas me encargó que rediseñara al personaje. Le envié tres páginas a lápiz de la historia, para ver si le gustaba cómo quedaba el traje. Y le gustó tanto que no me lo devolvió y Neal Adams lo pasó a tinta”.

“Y como yo no daba a basto Thomas me pidió que me centrase en crear personajes. Así creé el personaje de Satana, que era una chica demoníaca con unos cuernos (no confundir con Zatanna, de DC que también dibuje). Yo hacía el concepto y la primera historia y otros dibujantes se encargaban de desarrollarlas. Menos mal que Thomas dejaba muy claro que yo era el creador gráfico de esos personajes. Finalmente, Frank Thorne, otro dibujante excepcional fue el que dibujó más aventuras de Red Sonja”.

“Thomas tenía un método de trabajo peculiar que me daba mucha libertad. Me mandaba una especie de sinopsis y yo podía desarrollarla. Me decía, ahora tienes tres páginas en blanco para que diseñes una pelea de Sonja. La historia tenía un principio y un fin pero yo podía jugar con lo que pasaba entre medias”.

Ha trabajado para Italia los últimos 15 años

Esteban ha pasado los últimos quince años dibujando el personaje de Brendon para la editorial Bonelli, la más importante del cómic italiano: “Era un personaje futurista, con muchos elementos de fantasía y muy agradable de dibujar porque daba mucha libertad a mi imaginación. Y la documentación necesaria era mínima. Pero la serie va a terminar en su número cien”.

“Y además, los italianos hacen tebeos muy largos, de entre 94 y 420 páginas. Y no les gusta que intervengan varios dibujantes en un mismo episodio, por lo que van alternando los dibujantes de una misma colección, como un equipo. Yo hacia una historia y luego tardaba otros seis meses en aparecer otra de mis historias”.

“Ahora me habían ofrecido hacer Dampyr, pero a partir de un momento dado no me salía rentable porque tenía que emplear cuatro días en cada página y al final no ganaba casi dinero. Y encima hay que hacerlo bien, no puedes bajar el nivel. Por eso quiero volver, si es que se puede, a España y a este proyecto que hay que promocionar mucho, como cuando se presentan las películas. Hace poco Glénat y EDT reeditaron en España cosas mías pero no se promocionaron, la editorial despareció y al final me dejaron a deber dinero”.

Esperemos que este nuevo proyecto tenga mejores resultados, porque Esteban Maroto es uno de los mayores artistas que jamás ha pasado por el mundo de los cómics.