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'Entretelas', un cómic sobre unos obreros que montaron una cooperativa para salvar su fábrica

  • Esta basado en la historia real de unos obreros de Cataluña en los años 80
  • Es el primer trabajo realista de Rubén del Rincón ('Lobos de Arga')

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Tráiler de 'Entretelas', una novela gráfica de Rubén del Rincón

RUBÉN DEL RINCÓN (Olesa de Montserrat, 1978)

Debutó en la revista Kiss Comix con series como Nassao Views y Messalina. Después dibujó La salida de clase, con guión de Hernán Migoya. Dió el salto a Francia donde ha publicado dos tomos de Yolan el Terrible, uno de Sir Pyle y cuatro de Los tres mosqueteros junto al guionista Jean-David Morvan. Otros títulos que llevan su firma son la adaptación de la película Lobos de Arga, RGH (Robot Giant Hazard), junto a su hermano Carlos, o la antología de historietas cortas Para el rastro.

Entretelas (La Cúpula) es el primer cómic realista de Rubén del Rincón, un joven autor que debutó con historietas eróticas en la añorada Kiss Cómic (La Cúpula) y que se ha convertido en un referente del cómic de aventuras sobre todo por sus trabajos en Francia (entre los que destaca la serie de Los Tres Mosqueteros), y la adaptación de la película Lobos de Arga.

Entretelas es su primer cómic realista, un relato basado en hechos reales y ambientado en los 80 pero que guarda muchísimas semejanzas con la situación económica actual: "Cuento las vicisitudes de Agustín (mi padre) y un grupo de trabajadores, todos compañeros, en la Cataluña de los años 80, cuando tras quedarse en paro por la crisis, tratan de sobrevivir. Ante tanta incertidumbre  y dificultades encuentran una solución, nada sencilla, pero aun y así deciden probar..." -asegura Rubén-.

Esa solución es montar una cooperativa para comprar la fábrica textil en la que trabajaban, abandonada a su suerte por sus dueños.

Es la historia de unos obreros que se las ingeniaron para sobrevivir, arriesgándolo todo, en una situación económica que tenía muchas semejanzas con la que vivimos actualmente: "Se parecía mucho, con una salvedad -asegura Rubén-. Hoy en día estamos mucho mas  controlados y encorsetados, sin apenas margen de maniobra para poder  usar la imaginación. Todo nos lo ponen mas difícil parece que alguien  nos haya apretado las correas a base de bien. Y así no se puede hacer  apenas nada".

"Actualmente, la gente de esta zona trabaja en diferentes  tipos de industria, pero sobre todo la del automóvil, que también anda  fina..." comenta Rubén.

"Queríamos hacer un documental"

Una apasionante historia que sigue de actualidad por la crisis y que también es la historia de la familia de Rubén: "He querido contarla porque resulta que está repleta de anécdotas graciosas, y es una muestra genial de como echarle a la vida imaginación, temperamento, constancia y arrojo por parte de todos los que la vivieron".

"Carlos (mi hermano y colaborador) y yo decidimos que por todo ello, y porque nos hacía una gracia enorme compartir esas peripecias, que debía ser contada. Primero tratamos de hacer un documental, pero se nos antojó muy difícil encontrar material suficiente, ya que era muy escaso, conseguir entrevistas, etc...Y me decidí por hacer un cómic, donde eso se suple con imaginación y documentación  mas genérica".

Estos obreros lucharon con imaginación y valentía, pero Rubén no cree que fueran pioneros de movimientos como el 15M: "La vedad es que no lo creo. Lo que si creo es que hoy su historia se superpone a ese movimiento para que la gente vea que no es algo nuevo tener la necesidad de reivindicar una democracia real. Que desde siempre la clase obrera fue de los últimos monos, cuando en realidad todos dependen de ella, y que como decía barrio sésamo, solo no puedes, con amigos, si".

A pesar de los más de 30 años transcurridos, la historia todavía no ha acabado: "Siguen trabajando allí tanto mi padre Agustín, como otro de los personajes, el López -confiesa Rubén-. Además son los dos que cierran el cómic, y los únicos que quedan de aquella tropa en la misma fábrica. Lo que ocurre es que ha cambiado recientemente de jefes, pero la dinámica interna es la misma, lo han mantenido todo como lo tenían aquellos trabajadores".

Hacer el cómic fue otra aventura

"En un principio, creía tener un buen proyecto -asegura Rubén-, pero además empezaba a tener necesidades serias. Fue José Luis Munuera (El juego de la luna) con quien tengo una buena relación, quien me animó a empezarlo por fin para no caer en la desesperación propia de la inactividad... Aun así empecé a presentarlo a todos los editores que conozco, fuesen Europeos, o americanos, porque en España, no te pagan por hacer un cómic".

"Como no lo conseguí tras llevar ente 15 y 20 páginas, decidí abandonarlo. Tenía que emprender un viaje largo, y en medio de éste, recibimos la noticia que hizo posible que el libro naciera... Pero creo que es una de las cosas más curiosas y fascinantes que me han pasado y que además revelo en un texto al final del libro... ¡Prefiero que el lector lo descubra allí!". Eso sí, os avanzamos que tiene que ver con la fábrica y que Rubén no podría haber cerrado la historia de mejor forma.

También es la primera obra autobiográfica de Rubén, que contó con sus recuerdos y el testimonio de su padre: "Sobre todo he hablado con mi padre. Pero busqué mucha documentación, tanto en el archivo histórico del ayuntamiento de Olesa, como fotos particulares, imágenes de internet de los años ochenta... Reconstrucciones mentales, visitas a la Fou que tiene parte exactamente iguales que en los ochenta..."

"La reacción de las personas que aparecen en el cómic ha sido de sorpresa -asegura Rubén-. Mas que nada porque al haberla vivido, no les parece que lo que yo hago sea un recuerdo real... Es una interpretación, por fiel que quiera ser a los hechos. Habría que preguntarles a ellos, pero en general, ha gustado. A la gente que más es a la que es ajena a la historia pero conoce a los personajes... Los ve en el libro y ve que eran así, que son ellos... Le hace mucha ilusión a la gente conocida. a los participantes nos da mas igual...ja ja ja!".

El salto del cómic de aventuras al de temática social

Pasar de dibujar cómics de aventuras como Los Tres mosqueteros o Lobos de Arga a Entretelas no ha sido fácil para Rubén. "He optado por buscar todos los espacios que necesitaba para imprimir el ritmo que yo quería a la historia, y he usado un grafismo pelín más suelto,  que me permitiese fijarme mucho más en componer, en narrar, en ilustrar, mas que en filigranas de detalle en el dibujo".

"Me he confiado, digamos en que la base que uso, el volumen que hago al hacer el lápiz se desdibujase con lo suelto del trazo. También he usado planos menos espectaculares que en los cómics de aventuras que suelo hacer, para normalizar un poco el tono. Menos épico que por ejemplo, Los tres Mosqueteros.

Un estilo al que Rubén tendrá que volver en su nuevo proyecto: "Ahora mismo estoy haciendo algún trabajillo esporádico para la revista Spirou y ando en medio de la adaptación de La Sombra del Águila un relato de Arturo Perez- Reverte".

Mientras, podemos disfrutar de Entretelas, una apasionante historia sobre la lucha de unos obreros que triunfaron gracias a la unión, el tesón y la imaginación, algo que destaca en este interesante cómic.