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Fallece Josep Maria Berenguer, el fundador de la revista 'El Víbora'

  • Es una de las figuras clave del cómic español
  • Dio su primera oportunidad a grandes dibujantes

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Fallece Josep Maria Berenguer, fundador de 'El Víbora'

Nos llega la noticia del fallecimiento, este lunes 23 de abril, de Josep Maria Berenguer (Barcelona 1944), una de las figuras claves del mundo del cómic español, fundador de la revista El Vívora y director editorial de Ediciones La Cúpula, que descubrió a una infinidad de talentos nacionales en los años 80 y fue todo un hito en el cómic español. Josep Maria nos descubrió el comic "Underground" norteamericano y posibilitó el desarrollo del español. Ha fallecido en Barcelona a los 67 años, según han informado varios de sus allegados.

El escritor y cineasta Hernán Migoya, que trabajó con el editor durante 8 años, ha destacado que Berenguer ha sido "el gran editor de cómic underground de España, alguien que con su revista provocó la ruptura con los formalismos, un símbolo de libertad creativa".

El dibujante Miguel Gallardo, que colaboró con la revista El Víbora,  ha indicado que Josep Maria Berenguer fue "el aglutinador de toda una generación de dibujantes de diferentes escuelas españolas, de Cataluña, Madrid y Valencia, a los que "dio un portal para que pudiéramos desarrollarnos como profesionales".

"Empezé por casualidad"

Así explicaba el veterano editor la génesis de El Víbora en una charla que ofreció en el Salón del Cómic de Getxo del 2010: "Yo empecé por casualidad. Porque estaba en el paro en ese momento, en el 79. Había pintado toda mi vida, pero en aquel momento estaba como en crisis. Al mismo tiempo hacía, junto con unos vecinos, una revistilla reivindicativa del barrio (La Floresta) y que se llamaba El Enterao... En Barcelona conocí a Nazario, a Gallardo y Mediavilla, a Max, y conocí a gente de El Rrollo. Y empezamos a tener reuniones en La Floresta, en un chiringuito que se llamaba La Casa Blava, que ya no existe, donde hacían unas paellas buenísimas. Y nos pasábamos días allí comiendo paella y discutiendo, hablando de quién haría un personaje, quién haría política, quién haría, no sé, Nazario con los travestis de las Ramblas, Gallardo y Mediavilla con los delincuentes de los barrios periféricos, Max con su lucha contra las multinacionales, Pons hablando de la juventud descarriada y de las putas. En fin, que intentamos hacer como un muestreo de lo que pasaba en la sociedad de nuestro momento".

Berenguer fue miembro fundador de FICOMIC, siendo hasta su fallecimiento vicepresidente de la misma entidad.

Estudió Bellas Artes y en los años sesenta y setenta, se ganaba la vida como fotógrafo e ilustrador freelance, además de participar en algunas exposiciones de pintura y de fotografía y de diseñar y construir lo que él llamaba “cúpulas geodésicas”. Gracias a sus diversos viajes por Estados Unidos, conocía de primera mano la cultura underground, tanto los comix como la literatura de Jack Kerouac o Allen Grinsberg. A finales de los años setenta, se cruzó con el editor de cómics Josep Toutain; ambos vivían en La Floresta (Barcelona) y colaboraban en el boletín de la asociación de vecinos de esta localidad, titulado El enterao; Toutain escribía, Berenguer ilustraba. Cuando Berenguer le explicó a Toutain que quería fundar una revista de artes visuales, hablando de pintura, ilustración, cine, fotografía y cómics, éste le respondió que le dejaba el dinero si editaba una revista de historietas. Y así lo hizo.

En 1979 nacía El Víbora, una publicación comprometida, contracultural, urbana e independiente, que se convirtió en un referente para más de una generación de lectores y de autores. Allí publicaron algunos de los mejores creadores de la historieta nacional e internacional. El Víbora apostó por los cómics de calidad, personales, aportando una pequeña gran revolución a la industria de la historieta española, y dando a conocer a creadores de la escena independiente de todo el mundo. Ediciones La Cúpula, la editorial de Berenguer, publicó otras revistas, como Makoki (1982), Kiss Comix (1991) o Claro que sí cómics (2005), y multitud de libros y de novelas gráficas. Berenguer, además, estaba especialmente motivado con la promoción y divulgación de la historieta, participando en diversas actividades, como concursos, charlas y debates.

'El Víbora', un hito en el cómic español

De todas las revistas nacidas en la transición, El Víbora, fue la más longeva (sólo superada por El Jueves) ya que se editó durante 25 años consecutivos (1979-2005), publicándose 300 números y varios especiales. Su lema fue "Comix para supervivientes".

Berenger reunió en su revista a autores que se iniciaron en el mundo underground como Gallardo, Mediavilla, Max, Montesol, Martí, Nazario, Alfredo Pons, Roger y Sento y Josep María Beà, quien abandonaría tras el segundo número.

Y publicó también la obra de autores clave de la historieta underground estadounidense, como Robert Crumb y Gilbert Shelton; de alternativos, como Peter Bagge y los hermanos Jaime y Beto Hernández; de franceses, como Martin Veyron y René Pétillon; y de italianos, como Tanino Liberatore.

La tirada del primer número fue de 24.000 ejemplares; en los meses sucesivos las ventas fueron creciendo y, en su mejor momento, la revista alcanzó –según algunos comentaristas– tiradas de unos 80.000 ejemplares. Algo impensable en la época actual.

Una de sus últimas apariciones públicas fue en diciembre pasado con ocasión de las jornadas de cómic de la FNAC, donde ya le vimos muy enfermo pero con toda la energía y vitalidad de quién nos descubrió otro tipo de cómic. Nos deja uno de los editores más valientes y arriesgados de la historia del cómic español, gracias al que descubrimos a Crumb, a Shelton, a Nazario y a muchos más grandes del cómic y la iustración.