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Bastien Vivès, una estrella del cómic gracias a su afán de experimentación

  • Se publican tres nuevos trabajos del joven dibujante francés
  • Vuelve a estar nominado al Salón del Cómic, por tercer año consecutivo

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Portadas de 'Hollywood Jan', 'La carnicería' y 'Los melones de la ira', de Bastien Vivès
Portadas de 'Hollywood Jan', 'La carnicería' y 'Los melones de la ira', de Bastien Vivès

Bastien Vivès se ha convertido en el mejor cronista de las emociones, los sueños y las esperanzas de su generación. A pesar de su juventud, o precisamente por eso, no tiene ningún miedo en afrontar temas como el amor, las relaciones de pareja y el sexo sin ningún tabú.

Ha conseguido el respaldo de los lectores, incluso de los que no habían leído un cómic en su vida y lo que es más complicado, atraer a las mujeres a los tebeos, gracias a sus historias de amor y desamor, de deseo y ensoñaciones. Fábulas que hablan de sentimientos sin caer en el sentimentalismo. Algo tan sencillo en apariencia pero tan difícil de conseguir.

Y la crítica le adora, como demuestra su enorme éxito en Francia, donde se dio a conocer en 2008 con el premio revelación en Angoulême por El gusto del cloro y, en menos de cuatro años, ya ha creado escuela. En España lleva cuatro  nominaciones consecutivas al Salón del Cómic de Barcelona, en la categoría de mejor obra extranjera, por El gusto del cloro (2010),  En mis ojos (2011) y Polina (2012). El público devora sus cómics, incluso los que no han leído un tebeo en su vida.

Ahora nos llegan una de sus primeras obras,  La carnicería, y dos de las últimas Hollywood Jan y Los melones de la ira. Además se publica el primer tomo de Bel Age de Merwan, otra joven promesa influida por el estilo de Vivès. Todos ellos publicados por Diábolo Ediciones.

'La carnicería'

Un pequeño pero demoledor librito en el que Vivés desmenuza, con su habitual buen gusto y refinamiento (pero sin pizca de piedad), la autopsia de una relación amorosa destinada al fracaso.

Cuenta cómo, a veces, el amor se confunde con otras cosas como el egoísmo la necesidad, la pasión... cómo nos hacemos daño, muchas veces sin querer pero a la vez sin poder evitarlo.

Una historia sobre una pareja anónima en la que muchos nos veremos reflejados. Un librito que se lee en un momento pero que nos hace reflexionar durante mucho, mucho tiempo.

'Hollywood Jan'

Todos sabemos que en el instituto los chavales pueden ser muy crueles. Y en este libro Vivès regresa a la pubertad para mostrarnos las desventuras de un chaval de secundaria, bajito, tímido e inadaptado, como tantos otros, que, para sobrevivir a la dura realidad imagina que es apoyado por tres actores de acción de Hollywood (Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone y Russell Crowe).

Tres ídolos que al principio le ayudan a enfrentarse a esos miedos pero que terminarán por meterlo en más de un lío.

Una divertida historia sobre el paso de la adolescencia a la edad adulta que nos recuerda a obras como El pequeño Nicolás de Goscinny o El pequeño Christian (Norma), de Blutch pero que tiene otros matices al elevar la edad del protagonista de la infancia a la adolescencia. Una obra realizada en colaboración con Michael Sanlaville.

'Los melones de la ira'

Si hay algo destacable en Vivès es su afán de experimentación tanto estilística como argumentalmente, lo que le lleva a afrontar riesgos como realizar una historia que podíamos calificar como pornográfica, como su último trabajo publicado en España: Los melones de la Ira.

Una historia que surgió de una apuesta con sus editores, que le retaron a hacer un cómic porno y que el autor dibuja con su habitual maestría, aunque argumentalmente no deje de ser una broma sobre una  familia de campesinos franceses que lo pasan fatal debido a las desproporcionadas medidas pectorales de su hija mayor y el miembro viril del niño pequeño.

Una broma descomunal en el que Vivès se atreve a violar todos los tabúes sexuales, incesto incluido. Una curiosidad en la intachable carrera de este joven autor

'Bel Age 1: Desorden'

Cómo decíamos, la maestría de Vivès no ha tardado en crear escuela y su alumno (socio) más aventajado es, sin duda, Merwan, otro joven autor junto al que creó la interesante saga de romanos,  Por el Imperio (Diábolo).

En esta ocasión Merwan retrata los amores (o falta de amor), sueños y esperanzas de tres jóvenes adolescentes que acabarán compartiendo piso.

La primera es Violette, una chica que acaba de dejar a su novio, que intenta hacerse a la idea de vivir sin él, y que no sabe cómo encarrilar su vida sin que alguien se lo diga, dejando pasar sus estudios y sus amores.

Lila se inventa la vida ideal que no consigue imaginando relaciones perfectas y robando los novios (que ella no es capaz de conseguir ) a sus amigas.

Y Héléne es una joven estudiante tan obsesionada con su tesis que sacrifica su relación sentimental con un chico que la quiere.

Historias tan cercanas como apasionantes, con personajes femeninos realmente bien construidos, que demuestran que Merwan ha aprendido de Vivès pero también  ha sabido llevar esos temas a su terreno. Un espectacular inicio para una trilogía en la que Merwan puede superar a Vivès.