Enlaces accesibilidad

Los cómics nos muestran el lado más oscuro de las guerras

  • Se reeditan 'El Fotógrafo' y 'Apuntes para una historia de guerra'
  • A los que se suma 'El año del conejo' sobre la dictadura de los Jemeres Rojos

Por
Portadas de 'El fotógrafo', 'Apuntes para una historia de guerra' y 'El año del conejo'
Portadas de 'El fotógrafo', 'Apuntes para una historia de guerra' y 'El año del conejo'

Si los grabados de Goya nos mostraban el lado más oscuro de la guerra, en imágenes que todavía no han sido superadas, el cómic también lo ha hecho en estos últimos años con gran acierto y como Goya, poniéndose del lado de las víctimas. Como los tres títulos imprescindibles que acaba de publicar la editorial Sins entido. Dos reediciones imprescindibles como son El fotógrafo Apuntes para una historia de guerra; y una novedad, El año del conejo.

"El fotógrafo"

“No sé cuanto durará esta guerra, pero sí sé que cuanto más se alargue, más desarraigará, destrozará, mutilará a los niños y más difícil será salir de ella”

El fotógrafo es la historia real de Didier Lefèvre, que en 1986 salió de París para acompañar a un equipo de médicos sin fronteras hasta el corazón de Afganistán, en plena guerra entre los soviéticos y los mujahidin.

Allí vivió un auténtico infierno, retratando con su cámara cómo los médicos voluntarios, con sus escasos medios, intentaban paliar el sufrimiento de la población civil. Una experiencia que a punto estuvo de costarle la vida y que le provocó una tuberculosis crónica que hizo que se le cayeran 14 dientes.

Didier sacó más de 4.000 fotos de las que solo se publicaron seis, en un periódico. 13 años después, el dibujante Emmanuel Guibert, decidió que había que dar a conocer la historia y convenció al fotógrafo para realizar un cómic en el que integró las fotografías al tiempo que completaba la historia, con sus dibujos, en una perfecta simbiosis.

Así recreó el viaje del fotógrafo, con las excepcionales fotografías que captan el sufrimiento humano de un pueblo. Con emocionantes episodios como el de una niña que un buen día no se puede levantar y los médicos descubren que la causa es un diminuto trozo de metralla, del tamaño de un grano de arroz, que le había seccionado la médula ósea causándole una parálisis irreversible.

En ese momento el fotógrafo se derrumba, pero la madre de la niña le dice que lo grabe, “que la gente debía saber”.

Un relato que muestra los esfuerzos de unos hombres por reparar, con sus manos,   lo que otros destruyen con minas antipersonas, tanques y aviones y que sigue conmoviendo y emocionando. Y que también nos muestra la generosidad de las víctimas de los conflictos, dispuestas a compartir lo poco que tienen en los momentos más duros.

"Apuntes para una historia de guerra"

“Los ataques los hacían de noche. A la hora de cenar había un pueblo y por la mañana ya no estaba”.

Este cómic de Gipi, uno de los grandes autores italianos de los últimos años, nos muestra cómo la guerra puede convertir a las víctimas en verdugos, como unos simples chavales pueden llegar a ser asesinos en condiciones extremas y con malas compañías.

Cuenta la historia de 3 jóvenes en una guerra indeterminada en un lugar de Europa. Stefano, “el killercito”, el líder del trío, Christian y Giuliano. Los tres viven refugiados en las montañas y bajan a los pueblos para robar y trapichear, hasta que se encuentran con un señor de la guerra que los convertirá en sus lacayos y los llevará a realizar actos cada vez más brutales.

Tres muchachos que en pocos meses pierden todo rastro de inocencia para convertirse en auténticos perros de la guerra.

Una historia que demuestra cómo, en momentos de crisis, los principios morales pueden desaparecer, sobre todo cuando hablamos de jóvenes tentados por el poder que se puede conseguir con el uso de la fuerza.

Además del sólido guión, Gipi demuestra que es uno de los mejores dibujantes del momento, haciendo uso de una variada gama de técnicas adaptando su pincel desde las grandes panorámicas a los momentos más intimistas como las ensoñaciones de lo que no dejan de ser niños.

Un cómic imprescindible que ganó el premio a la mejor obra en el Festival internacional del Cómic de Angoûleme, en 2006.

"El año del conejo"

“Esta historia es hasta tal punto dolorosa que durante años los supervivientes no han podido contarla a sus hijos”. Del prólogo de Rithy Panh (Director de cine)

Este cómic cuenta la historia real de la familia de su autor, Tian, que vivió el llamado “genocidio Camboyano”. Tian nació tan sólo tres días después de la toma del poder por parte de los Jemeres rojos.

Fue en abril de 1975 cuando tomaron la capital de Camboya, estableciendo una dictadura, destruyendo las ciudades (consideradas símbolo de la corrupción capitalista) y obligando a la gente a volver a vivir en el campo. Y sometiendo a la población civil a un régimen de trabajos forzados aplicando métodos de detención, tortura y asesinato en masa y selectivo, bajo la consigna de la llamada búsqueda del enemigo interno.

El autor de El año del conejo, ha recogido el testimonio de sus familiares y allegados para contar cómo vivió su familia esta experiencia, con una narración tan sencilla como efectiva. Relata como intentaron huir del terror totalitario que poco a poco lo conquistaba todo gracias al miedo y a la violencia. ¿A dónde huir cuando  todo está cerrado a cal y canto? ¿En quién confiar si cualquier desliz puede significar la muerte?

Un infierno del que no todos su familiares salieron con vida.

Tres novelas gráficas que son otras tantas visiones de los conflictos bélicos tan distintas como interesantes y que demuestran que el cómic es uno de los medios más comprometidos contra la brutalidad de los conflictos bélicos.