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Potencia, metales y orquesta, elementos básicos de la banda sonora de 'Hércules'

  • Fernándo Velázquez utilizó los tres tambores más grandes del mundo
  • Una melodía puede convertir una película infantil en una de miedo

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Una gran responsabilidad fue lo que sintió Fernando Velázquez cuando recibió el encargo de poner música a la última superproducción de Hollywood, Hércules.

El compositor tenía claro que las aventuras de este héroe griego tenían que estar acompañadas por los sonidos de los metales, un gran "orquestón" y mucha potencia. En este caso, "más es más", ha añadido el director de orquesta.

El vasco, que grabó este encargo en el Reino Unido, utilizó los tres tambores más grandes del mundo, dos taiko japoneses y un bombo que solo se utiliza para el Réquiem de Verdi. Velázquez ha reconocido que eran muy espectaculares pero que hay bombos pequeños que suenan mejor.

El también historiador reconoce que una melodía tiene tanto poder que puede convertir Mary Poppins en una película de miedo o El resplandor en una romántica.

Por este motivo, el violoncelista ha reconocido en Las mañanas de RNE que cuando un director le dice que haga lo que quiera piensa que es un inconsciente o que confía mucho en él.

El primer instrumento que tocó Velázquez fue una guitarra eléctrica, que era de su hermano, persona de la que aprendió casi todo lo que sabe.

Después, en el conservatorio de su pueblo, estudió violoncelo, que utiliza en todos sus trabajos, porque dice que un solo con este instrumento es muy adecuado para mostrar discretamente los sentimientos.

Su próximo proyecto es la banda sonora de la última película de Guillermo del Toro, que se grabará en España con la orquesta de RTVE.