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Sónar 2013 - Crónica de Sónar Reikiavik

Reikiavik se erige como el paraíso helado de la electrónica en la primera parada de Sónar 2013

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GusGus en Sónar Reikiavik 2013
GusGus en Sónar Reikiavik 2013

Los 20 años que cumple en 2013 Sónar, el festival internacional de música avanzada, han comenzado en un confín al norte de Europa: en Reikiavik, la capital de Islandia. El país que fue conocido por el hundimiento de su economía en 2008 a causa de la bancarrota de sus bancos se ha ido reconstruyendo sobre sus cenizas y, llegado 2013, quiere demostrar al mundo, que la isla poblada por 319.000 personas también puede ser una capital de la cultura musical rozando el Ártico en pleno invierno.

Durante dos noches, su nuevo edificio de eventos musicales, el Harpa Music Hall, se ha convertido por primera vez en anfitrión de un festival de estas características y además de un festival con sello español. La edificación, una especie de milagro de la ingeniería -según explican sus gestores- sostenido sobre paredes de hexágonos de cristal, se yergue en la bahía de Reikiavik con unas singulares montañas nevadas de fondo esta vez como reino de la electrónica.

RTVE.es, ha tenido la oportunidad de asistir al preludio de lo que será el festival de Barcelona los días 13, 14 y 15 de junio, cuyo cartel adelantó el programa de Radio 3, Siglo 21. Es la primera vez que Sónar se celebra tan al norte -ha habido ediciones en Ciudad del Cabo, Nueva York, e incluso Tokio y Sao Paulo ya son sedes internacionales del festival barcelonés-.

Para combatireal moderado invierno ha presentado un cartel con algunos de los mejores artistas electrónicos internacionales e islandeses del momento: Diamond Version, Alva Noto & Ryuichi Sakamoto, John Talabot, Modeselektor, GusGus, Ólafur Arnalds o Mugison.

Según ha explicado el co-director de Sónar, Enric Palau, el festival se ha desplazado hasta la isla del Atlántico norte atraído por una "escena musical muy intimista", un entorno político y social favorable, un lugar "único" como es el Harpa Music Hall y por la iniciativa privada del manager Björn Steinbekk, quien con escasa ayuda pública -unas 500.000 coronas islandesas, unos 2.800 euros-, ha organizado el segundo festival más grande de la isla autofinanciado con la venta de entradas. Los que no han podido asistir a la primera edición no deben preocuparse, ya que Steinbekk ha firmado un acuerdo de seis años con el festival barcelonés.

Muchos lectores pensarán que los conciertos se están celebrando rodeados de nieve y con frío intenso, pero la realidad es que la temperatura mínima como mucho llega a un grado bajo cero estos días. Como mucho hemos visto congelado su mítico lago Tjörn, en el casco histórico. Por otra parte, la calidez metafórica y real de la ciudad islandesa, que tiene una intensa vida social los fines de semana, amabilísimos ciudadanos y potentes calefacciones en todos los lugares, ayuda a elevar la temperatura.

En el corazón del talento islandés

También subió la temperatura en el Harpa Music Hall, donde la primera noche de Sónar no pudo ser más intensa. Unas horas antes, uno de los artistas, el islandés Valgeir Sigurdsson, nos abrió las puertas de su casa-estudio en las afueras de Reikiavik. Este ingeniero musical -ha trabajado como tal en la banda sonora de la película de Lars Von Trier Bailar en la oscuridad y con Björk en los álbumes Vespertine y Medula-, productor, compositor, músico y dueño del sello Bedroom Community, que tiene ocho artistas incluido él mismo.

Valgeir fue uno de los primeros platos fuertes de la noche, ya que actuó junto a la talentosa violinista estadounidense Nadia Sirota, quien publicará nuevo álbum en marzo, Baroque. Durante algo más de una hora deleitaron a un público que apenas respiraba con una atmósfera envolvente de melodías delicadas que a veces se tornaban dramáticas de violín, piano, contrabajo y mezclas eclécticas de sonido experimental.

Una asistente al festival afirmó que poder acudir a este Sónar había hecho que sus sueños se hubieran convertido en realidad. Barcelona es tal vez el destino más conocido por los locales. "¿Eres de España, Barcelona?", es la primera pregunta cuando hablan contigo. Así, algunas personas del público preguntadas por RTVE.es afirmaron conocer Sónar y estar muy contentas de poder tenerlo en casa. "Es el segundo festival más grande de Islandia, el ambiente es genial, me encanta", resumió Hildur Maria Thorisdóttir.

Primera noche de Sónar Reikiavik

El divertido escenario Car Park de Sónar, que en Barcelona tiene una pista de coches de coche, en Reikiavik no los tiene, pero sí una intensa iluminación y su esencia: DJ que no paran de apretar los bailes del personal. El DJ local BenSol inauguró de forma brillante el escenario y los asistentes al festival, en su gran mayoría islandeses, demostraron bailando con pasión que su capital también es un templo de la fiesta.

Antes de acudir a ver Diamond Version hablamos con dos de las integrantes de Samaris, Áslaug Rún Magnusdóttir y Jófridur Ákadóttir (voces). El trío actúa el sábado en Reikiavik y en junio en Barcelona. Con sus 20 años ya entusiasman en su país con un sonido imprevisible, etéreo y juvenil y singulares voces. Las jóvenes explicaron a RTVE.es que proceden de una formación clásica, pero que su tercera pata, Kári Steinbórsson, es quien completa con bases electrónicas su música.

Alva Noto y Byetone, unidos en el proyecto Diamond Version, acudieron a Reikiavik con su característico techno austero salpicado de ritmos milimétricos y sonidos experimentales de sus nuevos EP. De su impecable actuación también disfrutó el célebre artista japonés Ryuichi Sakamoto, que estuvo de principio a fin de la actuación balanceando su cabeza desde el control de sonido. El dúo confesó que para Barcelona tienen prepara una actuación diferente, acorde con el motivo de la celebración -20 años de Sónar- y que será una "sorpresa".

Tras hacer una pausa para salir a la bahía de Reikiavik y comprobar que esa noche la luz verdosa de la aurora boreal no surcaba el cielo, fue el turno de GusGus. El grupo islandés, que empezó a triunfar en todo el mundo en los 90, publicó su último trabajo, Arabian Horse, en 2011. Sin duda son del gusto de sus compatriotas. En un escenario repleto, las voces y ritmos de Stephan Stephensen y Birgir Thórarinsson crearon un ambiente casi místico a la vez que desenfrenado, con Don't you remember, Over o Changes come. Una pena que no tocaran grandes clásicos de sus comienzos.

También llenaron e hicieron vibrar los alemanes Modeselektor o Trentemoller en su versión DJ, que antecedieron a la actuación de James Blake, quien actúa en directo el sábado.