Sara Alonso

Cántabra de nacimiento, madrileña de adopción y ciudadana de mundo por convicción. En el equipo dicen que "estoy loca" porque escucho las sesiones del Congreso.

Hay que acudir a la fuente aún a riesgo de que mi cerebro se pueda romper. Me gustaría olvidarme de ellas y dedicarme a hacer revistas de viajes, pero me han secuestrado en Asuntos propios.

No me tratan mal aunque la redacción nada tiene que ver con el paraíso. Me siento al lado de un pájaro que no canta (por fortuna. Gracias Pablo) pero aquí no hay arena, no huele a sal, no hay mojitos, ni una biblioteca con los libros que nunca me cansaría de leer. Un ejemplo: Rayuela, Julio Cortázar. (Capítulo 7).

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