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Con la ausencia de la oposición, que ha decidido no participar en señal de protesta, el parlamento de Georgia ha aprobado la polémica Ley de Agentes Extranjeros, que obligará a medios de comunicación y ONG estacionados en el país registrarse como entidades de influencia extranjera si reciben más del 20% de sus fondos del exterior. En la calle, ciudadanos han protestado por la medida, que consideran equivalente a la aprobada hace 10 años en Rusia.

Viajamos a un país situado en el límite entre Asia y Europa y localizado en la costa del mar Negro, al sur del Cáucaso. Allí conocemos a Silvia, una española que ha aterrizado hace solo unos meses en Georgia y a Javier, él lleva años viviendo allí como un local. 

Al menos 190 personas han muerto en Malawi tras el paso de " Freddy", uno de los ciclones más potentes registrados en el hemisferio sur. Conectamos con Fran Sevilla, nuestro enviado especial a Ucrania, que ha podido charlar con Rostislav Filipenko, un matemático que dejó Alcorcón para volver a su ciudad natal, Járkov. Intentaremos aclarar mejor lo que ocurre en Georgia con Martín Artola, doctor en Historia y especialista en el espacio post-soviético, que nos atiende desde Tiflis. Conocemos la reacción de China al acuerdo anunciado ayer por el AUKUS en torno a la producción y despliegue de submarinos de propulsión nuclear.

El anuncio del Gobierno de Georgia de retirar el proyecto de ley sobre 'agentes extranjeros' tras dos noches de violentas protestas, no ha servido para acallar las manifestaciones, que se han reanudado sobre las 19.00 horas en Tiflis, la capital. Salen a la calle por tercera noche consecutiva en Georgia porque no se fían de lo que ha dicho el Ejecutivo.

No basta con que anuncie que retira el polémico proyecto, tiene que explicar cómo va a hacerlo porque ya se ha aprobado en primera lectura y lo suyo sería rechazarlo en una nueva votación en el Parlamento.

Foto: AP Photo/Zurab Tsertsvadze

Kiev, Jerson o Zaporiya son algunas de las localidades de Ucrania que han sido objetivo de los misiles, algunos hipersónicos, rusos...De nuevo las infraestructuras críticas han sido la diana de los bombardeos, aunque, como suele ser habitual, también ha habido muertos civiles. Además de Ucrania, estaremos en Georgia, para ver si las protestas contra un proyecto de ley que quería sacar adelante el gobierno han cesado de forma definitiva. También en Francia, a cuenta de su polémica reforma de las pensiones. Charlaremos con el prestigioso economista venezolano Asdrúbal Oliveros sobre el estado de la economía de Venezuela, de las negociaciones de paz del ELN o del Líbano, entre otros asuntos

Dos jornadas de manifestaciones masivas han tumbado el intento del primer partido de Georgia, Sueño Georgiano, de aprobar una ley sobre “agentes extranjeros”. “Hemos tomado la decisión de retirar incondicionalmente el proyecto de ley que apoyábamos”, ha anunciado la formación política a través de un comunicado.

Las protestas comenzaron este martes en la capital, Tbilisi, tras la aprobación del proyecto de ley en primera lectura en el Parlamento. Al menos 133 personas fueron detenidas entre el 7 y el 8 de marzo frente a la sede del órgano legislador, según el Ministerio del Interior, y las fuerzas de seguridad emplearon cañones de agua para su dispersión.

El proyecto de ley implicaba que todo activista u organización que recibiese al menos un 20% de sus fondos del exterior entraría en una lista del Ministerio del Interior. La etiqueta de agente extranjero les impondría una serie de restricciones y obligaciones muy restrictivas, y en el caso de no cumplirlas afrontarían multas o, incluso, penas de hasta cinco años de prisión.

A los manifestantes se han unido los partidos de la oposición e incluso la presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili. Además, la Unión Europea también ha criticado la ley y la considera contraria a los valores comunitarios. Por su parte, Moscú se ha desmarcado de la tramitación de la ley georgiana.

Georgia pidió unirse a la UE en marzo de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, la corrupción y la falta de reformas frenan esta adhesión. A esto se suma que, desde hace tiempo, la oposición de Georgia critica al principal de partido por lo que considera una excesiva cercanía a Moscú.

Medios occidentales han publicado hoy informaciones que apuntan que el atentado contra esta infraestructura que transportaba gas ruso a través del Mar Báltico podría haber sido obra de varias personas presuntamente pro-ucranianas y con pasaportes falsos.Conoceremos la última hora desde el frente del Donbás con Fran Sevilla y Carlos Mesas en la parte técnica. Sabremos por qué los georgianos han salido a las calles de Tibilisi de forma masiva, visitaremos Sri Lanka para ver si se han recuperado de la crisis que terminó con un cambio de gobierno y analizaremos con la experta Carmen Rodríguez López las opciones tanto del presidente turco Recep Tayip Erdogan como de la oposición a algo más de dos meses para la celebración de elecciones en Turquía. No nos olvidaremos del Día Internacional de la Mujer.

Los patinadores se quedan hasta tarde en esta pista, a orillas del Kurá, el río que atraviesa Tiflis, en Georgia. Junto a él, la entrada del pub de Daina. Si el portero sospecha que un cliente es ruso, le pide que se descargue el curioso visado para rusos con un código QR que abre un formulario. Hay que marcar afirmativamente casillas como "no voté a Putin porque es un dictador", "condeno la agresión rusa a Ucrania" o "Abjasia y Osetia del Sur son georgianas". Si no, no se bebe en el de Daina. "Decidimos pedir estas visas porque queremos saber a quién servimos y cuál es su punto de vista político, no queremos servir a quien está de acuerdo con Putin", explica Cecilia, la directora del local, que asegura que es su forma de mostrar que no todos los rusos son bienvenidos.

Los referendos de adhesión, impulsados por Moscú en suelo ucraniano, han despertado muchos fantasmas en países vecinos como Georgia. Allí, en las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del sur, se organizaron procesos similares de independencia. Muchos georgianos se negaron a abandonar su tierra. Moscú ordenó invadir y luego convocar referendos. Valia, de 93 años, se ha convertido en un símbolo georgiano al negarse a abandonar su casa.

Rusia afronta estos días otro enorme reto: miles de ciudadanos tratan de huir del país para no ser reclutados. Muchos lo hacen por la frontera con Georgia, que empieza a estar desbordada. Un equipo de TVE ha comprobado cómo crece el sentimiento antirruso entre los georgianos.

En las calles de Tiflis, los georgianos demuestran su apoyo a Ucrania y tiñen su bandera con los colores ucranianos. Aunque la manifestación estaba planteada para rendir homenaje a las víctimas de la guerra de 1992, cuando Georgia perdió Abjasia, también hay ucranianos, abjasios y rusos que han huido de la orden de movilización parcial decretada por Putin

Foto: TVE

Hoy la prensa rusa asegura que , en los próximos días, el Kremlin podría cerrar la frontera a los hombres en edad de ser movilizados. Los medios opositores afirman también que unos 260.000 rusos han abandonado el país desde el miércoles hasta el sábado. Muchos lo han hecho a través de la frontera con Georgia. Allí sigue un equipo de TVE.

La actividad no cesa en el paso fronterizo de Verkhni Lars, Georgia. El goteo de vehículos y personas que llegan desde Rusia es constante desde que el pasado miércoles el presidente de Rusia, Vladímir Putin, decretara la orden de movilización parcial de 300.000 reservistas.

Foto: Paso fronterizo de Verkhni Lars entre Georgia y Rusia (AFP)

Desde que el presidente Putin emitió la orden de movilización militar, los ciudadanos rusos que han entrado en Georgia se han triplicado. En la frontera entre Georgia y Rusia no han dejado de llegar coches con matrícula rusa y jóvenes con maletas. Algunos dicen que van simplemente de turismo, pero muchos han reconocido que huyen de la orden de alistamiento para luchar en Ucrania. Afirman que, si Ucrania hubiese invadido Rusia, ellos se alistarían, pero "no quieren luchar en una guerra en la que el ejército está fuera de sus fronteras". Según algunos medios ucranianos, la cola de vehículos para entrar en Georgia supera ya los 15 km.

Informa Óscar Mijallo, enviado especial de RTVE

En Siberia, una protesta de mujeres contra la movilización ordenada por Putin ha terminado con varias detenidas. Mientras sigue la llegada de reservistas a oficinas militares de varias ciudades. En toda Rusia crece el malestar ante esa llamada a filas, que empieza a inquietar incluso a algunas autoridades. Mientras, la población huye del país por miedo a ser reclutada. Uno de los puntos de huída es Georgia, donde se encuentra un equipo de TVE.

No solo los ucranianos están huyendo de su país. Desde que comenzó la guerra, más de 300 mil rusos han abanadonado Rusia, de los cuales 35 mil han encontrado un nuevo hogar en Georgia, la pequeña ex República soviética que rompió relaciones con Moscú por la guerra de 2008. Vladimir huyó por la guerra, ya que podían obligarle a alistarse en el ejército, y porque cree que con 20 años no veía posible desarrollarse en Rusia.

Muchos de los rusos que llegan a Georgia reciben la ayuda de otros compatriotas, como Anton, que salió hace tres años perseguido por su labor política. Sin embargo, los georgianos simpatizan con Ucrania y desprecian a los rusos, que son vistos como agresores y considerados "tóxicos". Hay quien piensa que tener tantos rusos en el país es un riesgo, ya que Putin podría usarlo como pretexto para invadir Georgia de nuevo, y que deben permanecer en su propio país y enfrentarse a Putin. A pesar de todo, Vladimir, como tantos otros, no piensa volver a Rusia de momento: "Mientras Putin esté en el poder, no regresaré".

Informa Ángeles Bazán

En Tiráspol, la capital de la región separatista de Transnistria, reivindicada por Moldavia, la presencia soviética permanece en sus calles. También los vehículos militares rusos y los 1.500 soldados estacionados desde principios de los años 90 en esta región fronteriza con Ucrania. En la otra orilla del mar Negro, las repúblicas separatistas de Osetia del Sur y Abjasia están apoyadas por Rusia y reivindicadas por Georgia. Desde la caída de la Unión Soviética, Moldavia, Georgia y Ucrania han mantenido una relación tumultuosa con la potencia euroasiática. Bruselas ha reiterado su apoyo inquebrantable a la soberanía e integridad territorial de Georgia y Moldavia.

Foto: Vista del busto de Lenin delante de la Casa de los Sóviet en Tiráspol, capital de la autoproclamada República de Transnistria, Moldavia (EFE/ Ignacio Ortega)