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Cómic

Paco Roca: "A lo único que pudo aspirar mi madre es a ser ama de casa"

  • El dibujante homenajea a las mujeres de la posguerra en Regreso al Edén
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Detalle de la portada de 'Regreso al Edén'
Detalle de la portada de 'Regreso al Edén'

Tras el éxito internacional de La casa (premio Eisner incluído), el cómic que Paco Roca (Valencia, 1969) dedicaba a la memoria de su padre, el dibujante ha querido rendir homenaje a su madre, a su abuela y a las mujeres de la posguerra con su nueva obra, Regreso al Edén (Astiberri), en la que parte de una fotografía familiar de un día de playa (en 1946), para contarnos la vida de estas mujeres que no tuvieron ni una sola oportunidad. Uno de los mejores cómics de este 2020.

"Esa es la única fotografía que mi madre tiene con mi abuela -asegura Paco Roca-, porque murió muy joven y hablamos de una familia muy humilde para la que una simple fotografía era un lujo. Creo que esa foto cumple una función básica para ella: le permite recordar la cara de su madre. Después de 80 años sin ella, la recuerda pero necesita esa fotografía para no olvidar su rostro”.

“También -añade- creo que esa fotografía se convirtió para ella en una especie de Edén (de ahí el título del cómic), porque esa imagen idealizada no concuerda con como ella describe su infancia, que fue bastante más dura de lo que se puede imaginar por esa instantánea”.

Página de 'Regreso al Edén'

"Lo que siempre cuenta mi madre es el hambre que pasaba de pequeña"

Partiendo de la historia de su famillia, Paco Roca consigue describir cómo era esa dura posguerra para muchas familias que apenas tenían qué comer e incluso se veían obligadas a recurrir al mercado negro para no morirse de hambre. “Mi madre no hablaba mucho de su infancia. Solo algún comentario de vez en cuando. Y es que esta gente asimiló el silencio de cuarenta años de dictadura durante los que ni se hablaba ni te podías quejar. Y creo que nosotros tampoco hemos prestado mucha atención a esas historias”.

“Mi madre lo que siempre te cuenta es el hambre que pasaba de pequeña, de lo que le ha quedado esa obsesión por comer pan con todo, incluso con el postre -añade el dibujante-. Las secuelas de esa infancia estaban ahí pero hasta que no me he sentado con ella y le he preguntado cómo era no tener nada que comer, no ha sido hasta que me he dado cuenta del gran drama que fue vivir la posguerra, que para muchas personas fue más largo e incluso a veces peor que la propia Guerra Civil. Su vida quedó marcada por esa infancia en la que no tuvo nada”.

En cuanto a la relación de este Regreso al Edén, con La casa (en donde contaba la historia de su padre), Paco apunta que: “Cuando hice La casa me dí cuenta de lo poco que sabía de la vida de mi padre, porque nunca se lo había preguntado. Y me enteré de muchas cosas hablando con su hermano, mi tío, que todavía vive. Por ejemplo de que tuvo un hermano que había muerto por tuberculosis y cómo le conseguía medicamentos del estraperlo. Eso fue como una espina clavada, el tener a mi padre ahí toda la vida y no haberle preguntado esas cosas. No quise que me pasase lo mismo con mi madre y en cuanto pude empecé a hacerle entrevistas sin ninguna pretensión, solo por guardar esa memoria y por dejar un legado a mis hijas, para que puedan conocer a su abuela y a su tatarabuela. Y aproveché para grabar al resto de la familia, que tienen la misma edad”

"Y luego salió el tema de esta fotografía que era tan importante para ella. Y ahí es cuando ví que podía salir una historia, pero hacer una historia sobre mi madre no fue mi primera intención".

El regreso al Edén de Paco Roca

“Mi madre y mi abuela no tuvieron ninguna oportunidad”

Paco Roca asegura que su madre y su abuela, como casi todas las mujeres de la época, “no tuvieron ninguna oportunidad”: “Uno de los motivos por los que quería hacer esta historia es porque tengo dos niñas pequeñas y cuando les preguntas qué quieren ser de mayores tienen mil sueños. Todo está al alcance de sus manos. Cuando les hacía la misma pregunta a mi madre y a sus cuñadas decían que jamás se hicieron esa pregunta, tenían muy claro que su destino era ser ama de casa".

"Lo único con lo que podían soñar era con quién se casaban, cómo podía ser su vida después del matrimonio, o cuantos niños tendrían -añade-. No cabía en su cabeza que pudieran llegar a ser otra cosa –añade-. Aunque después de esa respuesta si te decían lo que les hubiera gustado ser a día de hoy, como estudiar, ser profesoras, dependientas… Tampoco es que tuvieran grandes aspiraciones, pero esa frustración era uno de los motivos de centrar la historia en esas mujeres e intentar comprenderlas”.

”Como cuento en el cómic -continúa-, después de una bronca de mi abuelo, porque había ido a una clase y la cena no estaba en la mesa, mi madre renunció totalmente a estudiar y a día de hoy sigue siendo analfabeta, no sabe escribir y le cuesta muchísimo leer. Ese era otro de los temas que quería reflejar en el cómic, pensando en que ojalá mis hijas puedan cumplir todos sus sueños, no como el resto de mujeres de su familia”

En cuanto a lo que le hubiera gustado ser a su madre, Paco explica que: “A mi madre le gustaba cantar y su ilusión posiblemente habría sido ser cantante. Como digo no era un gran sueño. Pero era su sueño. Al igual que leer y escribir, porque le hubiera gustado "poder valerse por sí misma", como ella misma dice”.

Página de 'Regreso al Edén'

En una escena del cómic podemos ver cómo el abuelo de Paco Roca pega a su mujer, lo que nos parece algo terrible pero que, en aquel entonces, era muy habitual. “No era una cosa rara, entraba dentro de los derechos que tenía el hombre -asegura Paco-. Poder pegar a su esposa sin que nadie le dijese nada. Esa es una de las cosas que mi madre nunca me había contado hasta ahora, pero a partir del día que me lo dijo es una de las cosas que más repite. Cuando le enseñé el cómic se puso a llorar al ver cómo había dibujado esa escena de su padre pegando a su madre. Ahora repite mucho lo mal que se portó su padre con su madre y como ella, como hija, tenía que cuidarla. Nunca me lo había contado pero es una de esas puertas que, una vez que se abren, ya no se pueden cerrar”.

En cuanto a lo que más le ha impactado de las historias que le han contado estas mujeres, Paco nos confiesa que: “Por un lado lo que comentaba de los malos tratos, que me dolió mucho y no me resultó nada fácil de dibujar. Luego, lo que hablábamos de la falta de oportunidades de toda esta gente. Y otra cosa que también se respira, incluso en la actualidad: la autolimitación, la falta de ambición porque no podían salir de ninguna manera del estrato social en el que estaban. Y eso lo asumían como cosa del destino, ni siquiera lo veían como una injusticia. Esa aceptación de la jerarquía social que asimilaban me pareció muy inquietante porque todavía lo podemos ver en el presente, esa aceptación de que el pobre lo es porque es inferior al rico y al poderoso. Es algo que todavía perdura y que la sociedad potencia”.

Página de 'Regreso al Edén'

"No querían hablar de la guerra por miedo"

Paco Roca asegura que la generación de su madre no quería hablar de la guerra por miedo. “Durante cuarenta años no se podía hablar sobre ello, ni siquiera del sufrimiento. Podías pasar una gran miseria pero no quejarte. Esos sentimientos se enquistaron y cuando ya se podía hablar sobre ello como sociedad les dimos la espalda con el tema de no mirar atrás, de no reabrir heridas, de que todos fuimos malos y ahora debemos llevarnos bien… Con esa falsa equidistancia les convencimos de que sus historias había que enterrarlas”.

“Tenemos que darnos cuenta de que esa memoria se va a perder dentro de poco, mi madre va a cumplir 89 años, y si no intentamos rescatarla se va a pasar -añade-. Creo que les debemos, por lo menos, dar voz a todas esas víctimas del franquismo, de la posguerra y de la miseria, que fue el 90 % de la población española. Y que no se pudieron quejar durante esos 40 años de dictadura. Y cuando lo han hecho, incluso a día de hoy, se les acusa de victimismo rencoroso, lo que me parece la mayor de las aberraciones hacia esta gente".

"Si no rescatamos la memoria de esta generación corremos el riesgo de caer en lo que ya estamos cayendo, en una banalización de lo que supuso el franquismo. Parece que cualquier puede decir lo que quiera sobre ese período y se habla de “dictablanda”, incluso ministros aseguran que “no se vivía tan mal durante la dictadura”. Esos comentarios son una falta de respeto a la gente que sufrió esa dictadura que, como digo, fue el 90% de la población” -concluye-.

Página de 'Regreso al Edén'

Un cómic lleno de innovaciones técnicas y narrativas

Regreso al Edén es la obra más ambiciosa de Paco Roca a nivel estilístico y narrativo, ya que se sale de su zona de confort y no para de probar cosas nuevas. “Para mí ha sido un experimento muy interesante. Es la primera vez que he trabajado con la voz de un narrador, que en esta historia me cuadraba muy bien. Suelo dejar que los diálogos y las acciones de los personajes muevan la historia, pero quería que este cómic fuera más poético, más flexible, ya que podía entrar y salir de esa fotografía, ir a los extremos... La voz del narrador me ha servido para eso y para desvincular el dibujo de la narración. La narración era el motor de la historia mientras que el dibujo estaba ahí, pero podía funcionar paralelamente. Eso me ha permitido encontrar recursos que no hubiera podido utilizar en una narración en la que lo visual fuese el motor de la historia”.

“Por primera vez he podido dar al dibujo una dimensión más estética, con viñetas más grandes, personajes grandes… un tipo de recursos que funcionan cuando no tienen que mover la historia” -añade-.

También intento utilizar el color de una forma narrativa, aunque eso pueda perjudicar a la estética del cómic -confiesa-. En este caso cada fotografía es un color y cada color es un momento en la historia. Muestras primero los tres colores, de las tres fotografías, y a partir de ahí cuento la historia dentro de la gama de colores de cada una de esas fotografías. Todos los colores son fríos y grises menos el color cálido y vivo de la fotografía de la playa, que en realidad es un momento de falsa felicidad. Es el único color alegre. Usar el color de esta forma narrativa es muy interesante, aunque pierdas la posibilidad de que los colores creen ambiente”.

Página de 'Regreso al Edén'

Tres de sus cómics se están adaptando al cine y la televisión

La mejor prueba del enorme éxito de Paco Roca es que tres de sus cómics más conocidos se están adaptando al cine y la televisión: El tesoro del Cisne Negro (Alejandro Amenábar), Los Surcos del Azar (Daniel Monzón) y La Casa (Álex Montoya).

“El más avanzado es El Cisne Negro -asegura Paco Roca-. Ya han acabado una parte del rodaje y están montando. Les falta por rodar la recreación del hundimiento del barco y lo de fuera de España, en Canadá y Estados Unidos, lo que por ahora es complicado. Pero tiene una pinta increíble. Tengo muchas ganas de verla porque es muy interesante aprender cómo alguien de la calidad de Amenábar coge tu historia y aporta sus propias cosas a la historia”.

Los surcos del azar ni siquiera está empezado y me parece incluso un proyecto más difícil porque no es barato –asegura Paco-. Es una historia de época, con muchos escenarios, con batallas… una miniserie que va a ser una gran producción. Vamos a ver cómo sale adelante. En otro país con una historia similar habrían hecho ya una infinidad de películas, novelas, cómics y de todo. Pero en España la historia de la Nueve sigue siendo desconocida, cuando gente como esta deberían ser héroes nacionales. Gente que nunca dejó de luchar contra los totalitarismos y peleó por la democracia en Europa”.

“Y La casa también me parece un proyecto difícil porque es una de esas historias que aparentemente no cuentan nada. Y sacarle partido va a ser un reto para Álex”.

La única fotografía que tiene su madre Antonia con su abuela sirve de "excusa" al dibujante Paco Roca para retratar parte de la posguerra y escarbar en la memoria de su familia en "Regreso al Edén"

"Siempre tengo un poco de miedo a tropezar"

Después de tantos éxitos seguidos, preguntamos a Paco Roca si no tiene miedo a tropezar: “Lo pienso en muchas ocasiones pero no puedes pensar en eso mientras trabajas. Tienes que tener claro lo que quieres hacer y no estar pensando en la posible recepción del lector. Por eso siempre me planteo retos personales y no pensar qué pasará si no le gusta a los lectores, sobre todo porque te das cuenta de que nunca puedes gustar todo el mundo. De momento he tenido suerte y va funcionado”.

Ahora vive uno de sus mejores momentos creativos, pero le preguntamos si teme que la historia también acabe olvidándolo: "Creo que necesitamos pensar que venimos de algo y que vamos hacia algún sitio. Por ejemplo, yo como dibujante vengo de artistas como el recientemente fallecido Richard Corben, del que aprendí muchas cosas sobre la narración. Y me gustaría pensar que alguien se unirá a mi eslabón. Creo que eso es bonito pensarlo. Pero al final no depende de uno mismo, la memoria es azarosa".

En cuanto a sus proyectos, Paco Roca nos cuenta que “estoy con un proyecto supondrá un cambio de género que me apetecía mucho hacer”. Y aunque no puede avanzarnos mucho más, por temas de confidencialidad, sabemos que está relacionado con uno de los superhéroes más famosos del mundo.

Paco Roca publica su nueva novela gráfica: 'Regreso al Edén'