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Elecciones EE.UU. 2020

Donald Trump y Kamala Harris compiten por el voto latino en el estado clave de Arizona

  • La candidata demócrata se ha centrado en la economía y la salud para convencer a los hispanos y ha prometido renovar 'DACA'
  • El presidente estadounidense ganó el 28 % del voto latino en 2016 y al menos un 30 % asegura que le respaldará este año
  • Especial: Elecciones de EE.UU. 2020

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Trump y Biden, a la caza del voto latino, la primera minoría en EE.UU.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, y la candidata demócrata a la Vicepresidencia, Kamala Harris, han coincidido este miércoles en el estado clave de Arizona, donde han competido por el voto latino sin hablar apenas sobre inmigración, un tema del que no ha estado tan presente como las campañas presidenciales de pasadas elecciones.

A seis días de la celebración de los comicios, ambos se han desplazado hasta Arizona, donde presidente ganó en 2016 por un estrecho margen y donde el candidato demócrata, Joe Biden, le saca ahora 3,7 puntos de ventaja, dentro del margen de error, según la media ponderada de encuestas de la web FiveThirtyEight.

"Ustedes van a marcar la diferencia. Ustedes son quienes van a elegir al próximo presidente y vicepresidente de EE.UU.", ha señalado Harris durante su visita a Tucson, donde ha protagonizado un mitin ante decenas de automóviles, un formato que ha popularizado la campaña de Biden para hacer frente al COVID-19.

A unos 560 kilómetros de allí, en la frontera de Arizona con Nevada, Trump celebraba un multitudinario acto sin mascarillas y sin respetar la distancia social, como ha sido habitual durante toda su campaña. "¿Quién de ustedes es hispano? Mis encuestas con los hispanos están por las nubes", ha clamado el presidente ante las miles de personas congregadas en el aeropuerto de Bullhead City.

Menos inmigración y más economía

La senadora demócrata se ha reunido en una taquería mexicana de Tucson con cuatro empresarias latinas. A su llegada al local ha elogiado el "precioso" mural pintado en la fachada del restaurante, y que mostraba a la pintora mexicana Frida Kahlo de la mano del activista estadounidense por los derechos civiles Martin Luther King.

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La campaña de Biden está convencida de que tiene que ganar en el condado donde se encuentra Tucson, llamado Pima y donde más del 40 % de la población es latina, para hacerse con la Casa Blanca.

Debido a la importancia de este estado para los demócratas, Harris ha estado acompañada en durante su mitin en Arizona de la cantante estadounidense Alicia Keys, que la ha acompañado hasta el escenario y ha dedicado unas palabras al público congregado en sus vehículos.

Aunque buscaba con su visita convencer a los hispanos, Harris solo ha mencionado la inmigración en su discurso, cuando ha prometido "honrar la promesa de Estados Unidos a nuestros 'soñadores' y renovar DACA", un programa de amparo para ciertos jóvenes indocumentados que Trump ha debilitado desde que llegó al poder.

La candidata a la Vicepresidencia se ha centrado sobre todo en la economía y la salud, los dos temas que más preocupan a los latinos en este ciclo electoral, según una encuesta de septiembre del centro de estudios 'Pew'.

"Estamos en una crisis de hambre. Aquí, en Arizona, una de cada siete familias tiene problemas para pagar la renta (...), y los latinos y los negros tienen más probabilidad de contraer la COVID-19 y morir por ella", ha subrayado la senadora.

Trump tampoco habla de inmigración

El presidente de Estados Unidos tampoco ha centrado su discurso en la inmigración como un intento de convencer a la población de esos dos estados de respaldarle el próximo martes.

Trump ganó apenas el 28 % del voto latino en 2016, pero lejos de perder parte de esos apoyos a lo largo de su primer mandato -como le ha ocurrido con sus simpatizantes blancos-, alrededor del 30 % de los votantes hispanos aseguran que le respaldan, y su campaña confía en mejorar ahora su marca de hace cuatro años.

No obstante, su equipo no ha optado por revivir la agresiva retórica antimigrante que caracterizó su campaña de 2016 y la de las legislativas de 2018: la inmigración no está ni siquiera entre los diez asuntos más mencionados en los anuncios electorales de Trump, según un análisis del diario The Wall Street Journal.

La campaña de reelección del presidente se ha centrado en cambio en la economía, la creación de empleos, la rivalidad con China y la violencia que ha estallado en algunas de las protestas contra el racismo en Estados Unidos.

En el primero de sus dos mítines del día en Arizona -luego se desplazó a Phoenix, igual que hizo Harris-, Trump ha defendido el muro en la frontera con México y ha advertido de que si Biden llega al poder, lo derribará, aunque el candidato demócrata solo se ha comprometido a no seguir con el proyecto, pero dejará lo construido como está.

Miles de migrantes atrapados entre el muro de Trump y el muro del miedo

Más allá de eso y de su habitual advertencia de que una victoria de Biden "desataría un tsunami de inmigración ilegal", Trump apenas se ha referido al asunto y ha insistido en cambio en criticar a su rival por "débil" y en advertir de una catástrofe económica si llega al poder: "Habrá una depresión nunca vista, quizá desde el crack de 1929".

A través de su cuenta oficial de Twitter, el mandatario ha mostrado un vídeo de su encuentro en Arizona acompañado de la frase: "¡Gracias, Arizona! Salga y VOTE - ¡Juntos, vamos a HACER AMÉRICA GRANDE OTRA VEZ!"

Trump propone acabar con la lotería de visados H-1B

Por otro lado, el Gobierno del presidente estadounidense ha propuesto terminar con la lotería de visados H-1B entre trabajadores altamente calificados de todo el mundo para dar prioridad a los solicitantes con mejores sueldos.

El anuncio lo ha hecho el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés) a través de un comunicado, en el que ha indicado que han dado un primer paso en esa dirección al anotar este cambio de manera provisional en el Registro Federal de EE.UU. "para proteger de mejor manera los intereses económicos de los trabajadores estadounidenses".

"Con esta regla provisional, la Administración de Trump continúa el cumplimiento de su promesa para proteger los trabajadores estadounidenses al tiempo que se fortalece la economía. El programa H-1B es a menudo explotado y abusado por empleadores estadounidenses y sus clientes, principalmente con el propósito de contratar trabajadores extranjeros y pagarles salarios bajos", ha apuntado el subsecretario en funciones del DHS, Ken Cuccinelli.

El programa H-1B se ha convertido en un punto álgido en el debate sobre inmigración en Estados Unidos motivado por el Gobierno de Trump, que ha llegado a decir públicamente que prefiere inmigrantes de países nórdicos que de otros lugares.

Quienes están a favor del programa defienden que se utiliza para atraer talento y llenar vacíos que el mercado laboral nacional no puede cubrir, pero los detractores consideran que quita oportunidades a trabajadores estadounidenses.

Para la Asociación Nacional de Abogados de Inmigración (AILA), estas modificaciones "tendrán efectos paralizantes" en las empresas y la economía de Estados Unidos.

La medida, según cálculos del Gobierno, afectará a unos 85.000 visados de este tipo que se expiden cada año en Estados Unidos.

Biden vota por anticipado en las elecciones más caras de la historia

Mientras, Biden ha votado por anticipado desde el estado donde vive, Delaware, algo que también hizo Trump en Florida el pasado sábado, y dio un discurso criticando la gestión del presidente ante la pandemia, en un momento en el que hay un repunte de los contagios en el país.

El candidato demócrata ha subido a su cuenta oficial de Twitter una imagen con su esposa en la que aparecen rellenando las papeletas de votación oficiales junto a la frase "hemos votado".

"No estoy haciendo una falsa promesa de que puedo acabar con esta pandemia como si pulsara un interruptor. Pero empezaré desde el primer día tomando las decisiones correctas, y dejaremos que la ciencia nos guíe", ha recalcado Biden.

Más de 75 millones de personas han votado ya por adelantado en todo Estados Unidos, lo que supone más del 54 % de todos los que participaron en los comicios de 2016, incluidos los que votaron el propio día de las elecciones, según el recuento del independiente US Elections Project.

Estas elecciones van camino de batir además otro récord: serán las más caras de la historia del país, al costar casi 14.000 millones de dólares, más del doble de lo que costaron los comicios de 2016, de acuerdo con una estimación publicada este miércoles por el proyecto Open Secrets del Centro para una Política que Responde.