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Muere la cantante francesa Juliette Gréco a los 93 años

  • Fue un icono de la canción francesa y una figura clave de la bohemia en el París de la posguerra
  • En casi siete décadas de carrera musical, triunfó con temas como "Si tu t'imagines" "La Javanaise" y "Déshabillez-moi"

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Juliette Gréco, en una actuación en París en 1979
Juliette Gréco, en una actuación en París en 1979

"Pasión, combate, amor y alegría intensa". Así resumía su vida Juliette Gréco. El icono de la canción francesa ha muerto este miércoles a los 93 años de edad. Amiga de poetas, filósofos y músicos ha encarnado en dos siglos diferentes el espíritu bohemio del barrio parisino Saint-Germain-des-Prés.

Con sus pómulos marcados, su mirada intensa subrayada por un lápiz de ojos negro, su cabellera castaña y sus finas manos blancas que contrastaban con sus vestidos oscuros, Gréco era una gran dama negra en el escenario.

"Gréco, rosa negra de los prados. De la escuela de los niños sin seriedad", con esas palabras la describía el escritor Raymond Queneau, porque la cantante nunca quiso ser seria ni sabia. Hace unos años afirmaba: "Soy un clown en la vida y me encanta reír. La mayor baza de la seducción es el humor, es decir, la inteligencia y la risa compartida".

De Montpellier a París

Juliette Gréco nació el 7 de febrero de 1927 en Montpellier y se crió con su hermana Charlotte cerca de Burdeos, en casa de sus abuelos, tras la separación de sus padres. Su infancia fue melancólica y la pequeña Juliette se expresaba mediante la danza. La Segunda Guerra Mundial hizo huir a la familia a una pequeña propiedad en el Périgord, lugar de paso para los miembros de la Resistencia.

En 1943, su madre y su hermana son deportadas por la Gestapo, la pequeña Juliette es encarcelada durante tres semanas en la prisión de Fresnes, dada su corta edad (16 años), es puesta en libertad.

Gréco narrará las experiencias de este periodo de su vida en una autobiografía de 1983 Jujube, su apodo de infancia. "Escribir Jujube fue extremadamente cruel para mí, muy violento, me gusta escribir pero no me gustó rebobinar la película. Tampoco quería que lo hiciera otra persona, así que lo hice yo".

Romance con Miles Davis

Acabada la guerra, con menos de 20 años, su belleza, su libertad y su aire misterioso seducen a los intelectuales y artistas de Saint-Germain-des-Prés. La joven frecuenta la compañía de Marguerite Duras, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir y anima las veladas del mitico cabaret Le Tabou.

La juventud se desborda en un París liberado donde el existencialismo nace entre los muros de los clubs nocturnos. Juliette Gréco conoce al trompetista Miles Davis con el que vive una intensa historia de amor, reflejada en el cómic Miles en París.

Sus primeros éxitos como cantante llevan la firma de Queneau y Sartre "Si tu t'imagines..." y "La Rue des Blancs-Manteaux". Su repertorio crece con Prévert, Boris Vian o Charles Aznavour. Su consagración llega en 1954 con la "Jolie môme" en el Olympia .

Tras un matrimonio fugaz con el actor Philippe Lemaire, en los años 60 interpreta a grandes autores como Serge Gainsbourg, Léo Ferré, Jacques Brel y Brassens, confiesa que tuvo la suerte de encontrar a "la gente más maravillosa que existía".

Arquetipo de la mujer moderna

Gréco fue un arquetipo de la mujer moderna: "Estaba muy avanzada a mi tiempo, fui un objeto de escándalo absoluto, no busqué nunca ese tipo de cosas. Yo era así, simplemente", declaraba en una entrevista.

En 1981, interpretó canciones protesta en el Chile de Pinochet frente a los jerifaltes del régimen y sus mujeres, salió del escenario en medio de un silencio sepulcral y fue expulsada del pais al día siguiente. Ella lo recordaba como "el fracaso más hermoso de mi carrera".

La musa de los existencialistas, como la apodaba la prensa, triunfó con temas como "Je suis qui je suis", "La Javanaise" y "Déshabillez-moi" y también participó en películas como Buenos días, tristeza, Las raíces del cielo o El sol sale para todos.

Se casó en tres ocasiones, su segundo marido fue otro actor, Michel Piccoli, y su último esposo fue Gérard Jouannest, el antiguo pianista y amigo de Jacques Brel, que la acompañaba en el escenario.

Juliette Gréco ha sobrevivido a las modas y al paso del tiempo, muchos jóvenes cantautores franceses le han escrito canciones para sus últimos albums, entre ellos la cantante de origen español, Olivia Ruiz.

La joven de provincias, que se convirtió en una de las figuras claves de la bohemia en el París de la posguerra, siguió en el escenario hasta el final. En 2015 realizó una gira de despedida bajo el título Merci pero tuvo que abandonarla en marzo de 2016 debido a un derrame cerebral, ese año también falleció su hija Laurence-Marie por un cáncer.