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Coronavirus

Los responsables del Teatro Real aseguran que "las medidas de seguridad han sido totales"

  • El Teatro Real afirma que cumplió con la normativa vigente pero que estudiará alternativas
  • La función de este domingo se suspendió porque varios espectadores se quejaron de que no se respetaba la separación

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El Teatro Real asegura que se cumplió la normativa de seguridad, tras la suspensión de una función por las protestas del público

"Las medidas de seguridad han sido totales, que no quede ninguna duda", han asegurado este lunes los responsables del Teatro Real en la rueda de prensa convocada tras el escándalo del domingo, cuando tuvo que suspenderse la función de la ópera Un ballo in maschera, obra de Giuseppe Verdi, después de que varios asistentes se quejaran de la falta de distancia de seguridad entre las butacas del público.

El Teatro Real cumplió con la normativa vigente, la cual no exige separación, así lo ha explicado este lunes el presidente de su patronato, Gregorio Marañon, quien adelantó que estudiarán nuevas vías para complacer a todo el mundo, pero no a los que tienen un “sentimiento subjetivo de la seguridad con la norma”.

"Otra cosa es que un grupo de espectadores se haya quejado porque no se sentían cómodos y se les ofreció devolverles el dinero o reubicarlos" -ha afirmado Ignacio García-Belenguer (director del Teatro Real)-.

“Te imaginas que compras un billete de avión y no viajas porque no hay separación”, se ha preguntado Marañón durante la rueda de prensa en la que ha contado que el Real tuvo el domingo un aforo del 51%, por debajo de su aforo actual, fijado en un 65%.

Las protestas en el Teatro Real, desde dentro: así interrumpieron la función los espectadores

"Trataremos de infundir tranquilidad al público"

Marañón ha confesado que está haciendo un “esfuerzo” por entender a los espectadores de la llamada zona “paraíso” que el domingo obligaron a cancelar la función del Ballo de Masquera. Y que tratarán de ser "sensibles" respecto a quienes tengan "sensaciones subjetivas" de inseguridad por la pandemia de coronavirus, para procurar "infundirles tranquilidad".

Pese a que ha afirmado no comprender a los espectadores que no aceptaron la devolución del importe de la entrada o una reubicación, Marañón no ve "una mano negra" en estas quejas que han llevado a la cancelación de una función por primera vez en muchos años.

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"La condición humana es plural. Pero es evidente que el que haya personas que tengan una alternativa y sigan vociferando cuando el maestro levanta la batuta es porque están deseando que se suspenda la función", ha añadido.

Sobre las nuevas medidas de restricción de movilidad por el coronavirus aprobadas por la Comunidad de Madrid, los responsables del Teatro Real han asegurado que: "Las personas que estén confinadas por la nueva normativa se les devolverá el importe de la entrada por su imposibilidad jurídica de asistir"

La próxima función de Un ballo in maschera será el próximo miércoles 23 de septiembre y desde el Real se asegura que aún no se han tomado ninguna medida distinta, aunque se están estudiando.

El Teatro Real cancela una función tras las protestas del público por la falta de distancia de seguridad

La obra se intentó reanudar hasta en dos ocasiones

La representación -que estrenaba la temporada 20/21 en el Real-, cuya hora de inicio estaba fijada sobre las 20.00 horas, quedó suspendida por las protestas de los espectadores, la mayoría situados en la parte alta del edificio. Según sus testimonios, consideraban que no se seguían adecuadamente las medidas sanitarias implantadas en el ámbito cultural para frenar el avance de la COVID-19 en España.

A pesar de ello, la obra se intentó reanudar hasta en dos ocasiones. De hecho, se interpretó la obertura de la ópera y el principio del primer acto. Finalmente, después de que el maestro Nicola Luissoti abandonara el podio y detuviese la representación, que trató de retomarse cincuenta minutos más tarde, la función se suspendió definitivamente. Tras ello, la megafonía del Real anunciaba que "los que no quisieran quedarse o no estuvieran de acuerdo con la recolocación podían acudir a las taquillas para la devolución del importe de las entradas".

Tras la reubicación de "gran parte de los espectadores" y los "dos intentos de interpretar la ópera por parte del director de orquesta y de todos los artistas y técnicos que participaban en la función", el coliseo madrileño señala que "un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21.10 horas".