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Cumbre del Clima

Hungría, Chequia y Polonia se mantienen como el mayor obstáculo de la UE para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050

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Cumbre de los líderes de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), en Bruselas.
Cumbre de los líderes de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), en Bruselas.

El bloque de países del este de Europa no da su brazo a torcer y sigue siendo el principal escollo para el objetivo de neutralidad climática de la UE, prevista en el denominado 'Plan Verde', la hoja de ruta con la que pretende acelerar la transición ecológica hacia una economía neutra en emisiones de CO2 para 2050. Los primeros ministros de Hungría, República Checa y Polonia han vuelto a poner este jueves condiciones para sumarse a esta meta, entre ellas un mayor apoyo financiero procedente del bloque para esta transición y que la energía nuclear forme parte de la transición.

Los líderes de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) han iniciado este jueves una cumbre donde intentarán lograr un compromiso de todos los países para que ser un continente climáticamente neutro para el año 2050 y continuarán el debate sobre el presupuesto comunitario entre 2021 y 2027.

La primera sesión de este Consejo Europeo se centra precisamente en intentar fijar el año 2050 como fecha límite para alcanzar la neutralidad climática, es decir, que sus emisiones contaminantes sean equivalentes a las que el territorio puede absorber.

"Hungría está preparada para adherirse al acuerdo sobre el objetivo de neutralidad climática de la UE, pero tenemos que evitar que los burócratas de Bruselas hagan que los países pobres y la gente pobre pague. Necesitamos garantías económicas", ha expresado Viktor Orban, primer ministro húngaro.

Orban también ha pedido a Bruselas que "abandone todos sus problemas" con la energía nuclear. "No hay neutralidad climática sin energía nuclear", ha subrayado.

En la misma línea, su homólogo checo, Andrej Babis, ha calificado de "muy gracioso" el hecho de que Austria, uno de los países que se oponen a que esta fuente de energía forme parte de la transición climática, esté "protestando" por su producción al mismo tiempo que compra a Praga una parte de sus excedentes.

"La energía nuclear es una energía limpia y sin emisiones de dióxido de carbono y no sé por qué muchos países tienen un problema con esto (...) Si realmente quieres alcanzar la neutralidad climática tienes que entender que cada país tiene un mix energético diferente", ha añadido.

Apoyo francés a la energía nuclear

Emmanuel Macron, presidente de Francia, un país donde la energía nuclear supone la principal fuente generadora de electricidad (tres cuartas partes de su producción), se ha erigido como aliado de Babis en esta cuestión y ha defendido que cada país debe poder elegir qué fuentes energéticas prioriza para alcanzar la neutralidad climática, así como que la nuclear es "parte de la transición".

El presidente francés ha garantizado que hará todo lo posible para "convencer" a los tres países del Este para que se unan al resto de naciones europeas en el compromiso de reducir al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, un objetivo "esencial".

También la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, que se estrena en una cumbre, ha subrayado la importancia de que los Veintiocho se pongan de acuerdo en esta cuestión. "La próxima generación está esperando que actuemos y tenemos que cumplir sus expectativas", ha remarcado.

En la misma línea, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se ha mostrado convencida de que sería "muy ventajoso" para la Unión Europea asumir el liderazgo en la descarbonización y ha dicho que el suyo es uno de los estados miembro que "presionan fuertemente" para ello.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha destacado el valor de la "fuerte señal" al mundo que podrá enviar la Unión Europea si los jefes de Estado y de Gobierno logran el acuerdo sobre la neutralidad climática.

España quiere penalizar a los países rezagados

En este Consejo Europeo, el Gobierno de Pedro Sánchez está a favor de que la Unión Europea apruebe ayudas financieras a la transición ecológica siempre que no se concentren en los países rezagados y sirvan también de apoyo a los que, como España, ya están haciendo los deberes en esta materia.

A su llegada a esta cita, Pedro Sánchez ha recordado que España ya ha anunciado que se suma al compromiso de alcanzar la neutralidad carbónica en 2050 al que los Veintiocho debaten adherirse en su conjunto. La posición de España, según fuentes del Ejecutivo, es "muy clara" y busca alcanzar la necesaria unanimidad de todos los Estados miembros para dicho compromiso,  aunque son conscientes de que hay que convencer a los países más reacios.

España admite que hay países a los que esta transición plantea dificultades, pero cree que primero todos deben comprometerse al objetivo de 2050 y a partir de ahí estudiar cómo se flexibilizan los términos. Dicha flexibilización podría venir, por ejemplo, con los objetivos parciales en años intermedios, de forma que unos países puedan ir más despacio que otros, siempre que lleguen todos a 2050.

El Gobierno de Sánchez cree que la Unión Europea tiene que "tirar del carro" también en el ámbito de la COP25, para que las conclusiones que se aprueben supongan de verdad un avance. A la hora de plantearse ayudas financieras, Moncloa advierte de que quedarse atrás en la transición ecológica no puede servir para conseguir más dinero.

Así, el Ejecutivo cree que se deben conceder ayudas tanto a los países rezagados, a los que la transición ecológica les va a suponer un mayor coste, como los que, como España, ya han tomado medidas y tienen políticas y planes preparados. En definitiva, sí a la ayuda económica siempre que su reparto no sea injusto.