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Google recolecta sin permiso datos médicos de millones de personas, aunque promete no usarlos con fines comerciales

  • El gigante tecnológico accede a la información a través de su acuerdo con una red de hospitales
  • Afectaría a decenas de millones de estadounidenses que residen en 21 de los 50 estados de EE.UU.

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El acuerdo existente entre Google Cloud y la red de hospitales Ascension se denomina Proyecto "Nightingale".
El acuerdo existente entre Google Cloud y la red de hospitales Ascension se denomina Proyecto "Nightingale".

Google se ha comprometido a no usar los datos médicos de millones de pacientes en Estados Unidos con fines comerciales, después de la controversia desatada al conocerse que la empresa tiene acceso a esa información a través de su acuerdo con una red de hospitales.

"Para que quede claro: bajo este acuerdo, los datos médicos no pueden usarse para ningún otro fin que no sea proveer estos servicios que ofrecemos bajo el acuerdo, y los datos de los pacientes no se pueden combinar con ninguna información de Google sobre los consumidores", ha indicado el presidente de Google Cloud, Tariq Shaukat.

Google Cloud es la plataforma de servicios en la nube de Google, la tercera más grande del mundo por detrás de AWS de Amazon y Azure de Microsoft, y provee a las empresas no sólo de un lugar en el que "almacenar" sus gigantescas cantidades de datos, sino también de herramientas basadas en inteligencia artificial para interpretar y ofrecer soluciones de acuerdo a la información disponible.

Así, según aseguran desde la compañía, el objetivo es doble: por un lado, descargar a los hospitales de las tareas de gestión y almacenamiento de estos datos y, por otro, mejorar el servicio que estos proveen al poner a su disposición técnicas de análisis de datos que ahorren tiempo a los doctores y les ofrezcan sugerencias de cara a posibles tratamientos.

Datos médicos de decenas de millones de estadounidenses

La polémica se desató el pasado lunes cuando el diario The Wall Street Journal publicó que, mediante el acuerdo existente entre Google Cloud y la red de hospitales Ascension, la mayor firma católica de ese tipo en EE.UU., la empresa tecnológica había recolectado sin permiso y tenía acceso a los datos médicos de decenas de millones de personas.

El acuerdo fue suscrito el año pasado, aunque el intercambio de datos entre Google y Ascension -una operación que en la firma de Mountain View (California, EE.UU.) han bautizado como Proyecto "Nightingale" (ruiseñor, en español)- se aceleró este verano.

"Estas organizaciones, como Ascension, usan Google para gestionar de forma segura los datos de sus pacientes, bajo estrictos estándares de privacidad y seguridad. Ellos son los guardianes de los datos, y nosotros les proveemos los servicios que piden", se defendió Google ante las críticas recibidas.

Proyecto "Nightingale"

Mediante ese pacto, Google supuestamente tiene acceso a los datos personales de decenas de millones de estadounidenses que residen en 21 de los 50 estados de EE.UU.

Entre los datos recolectados por Google, figuran diagnósticos médicos, resultados de pruebas en laboratorios y registros de hospitalización, entre otros informes, lo que equivale a un historial médico completo, en el que se incluyen los nombres de los pacientes y las fechas de nacimiento, detalló el rotativo neoyorquino.

Ni los pacientes ni los médicos fueron notificados del intercambio de datos entre Google y Ascension, según The Wall Street Journal, que asegura que al menos 150 empleados de la compañía tecnológica ya han tenido acceso a los datos de cientos de millones de pacientes.

La industria médica como vía de negocio

De acuerdo al diario, el contrato entre Google y Ascension se enmarca en el creciente apetito de Silicon Valley por el análisis de datos en la industria médica, una vía de negocio que también están explorando Amazon y Microsoft, aunque esas compañías todavía no han conseguido un acuerdo del alcance del de Google.

En este caso, Google supuestamente está usando los datos, en parte, para diseñar un nuevo software, que respaldado por inteligencia artificial y sistemas de aprendizaje automático, puede sugerir cambios en el tratamiento de los pacientes.