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El exjefe militar de ETA Txapote, condenado a 33 años por el asesinato de un funcionario de prisiones en el 2000

  • La Audiencia Nacional condena a otros tres miembros de la banda terrorista por el mismo atentado en Vitoria
  • La sentencia señala que buscaban "atemorizar al colectivo profesional y al conjunto de la sociedad"

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Imagen de archivo del exdirigente de ETA Javier García Gaztelu, "Txapote" durante un juicio
Imagen de archivo del exdirigente de ETA Javier García Gaztelu, "Txapote" durante un juicio.

La Audiencia Nacional ha condenado a 33 años de prisión al exjefe del aparato militar ETA Xabier García Gaztelu, alías Txapote, y a los miembros de la organización terrorista José Ignacio Guridi Lasa, Asier Arzalluz Goñi y Aitor Aguirrebarrena por el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado el 22 de octubre del año 2000 en Vitoria, según han confirmado a TVE fuentes jurídicas.

En su sentencia, la sección primera condena a Txapote como la persona que ordenó el atentado y a los otros tres como autores materiales. Les impone a los cuatro la misma pena de 30 años de cárcel por un delito de atentado terrorista con resultado de muerte y otros 3 años por un delito de daños con finalidad terrorista, informa Efe.

El fallo impone también a los cuatro acusados, integrantes en ese momento del comando Ttotto, el pago de una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 305.000 euros para la viuda de Máximo Casado y la misma cantidad para su hija.

Según informa la Audiencia Nacional, la Sala entiende que debe aplicar la pena máxima para el delito de asesinato terrorista puesto que se trata de una muerte infligida sobre una persona de mediana edad, donde la víctima fue seleccionada exclusivamente en atención a su condición de funcionario de prisiones y dentro de la campaña que ETA había diseñado en aquella época de acciones "contra carceleros y poder judicial".

"Atemorizar al colectivo profesional y al conjunto de la sociedad"

"Se trata de un atentado que se lleva a cabo como mecanismo para atemorizar al colectivo profesional y al conjunto de la sociedad, además de intentar obtener determinados fines políticos perseguidos por la banda terrorista ETA, a través del enorme dolor que se causa con la muerte de una o varias personas", prosiguen los magistrados.

La sentencia considera probado que, con los datos facilitados por otros dos miembros del comando, Txapote -que en ese momento se encontraba en Francia encuadrado en el aparato militar de la banda- ordenó que atentaran contra el funcionario a los otros tres funcionarios, que colocaron una bomba lapa en su vehículo, que estacionaba en el garaje de su casa.

Sobre las 7.45 horas del 22 de octubre del año 2000, relata el tribunal, la bomba sorprendió indefenso y sin posibilidad de reaccionar a Casado, que murió a consecuencia de la explosión.