Enlaces accesibilidad

Standard & Poor's sube la nota de España por la solidez económica y la mejora de las cuentas

  • Pese el bloqueo político, sube un escalón, de notable bajo (A-) a notable medio (A)
  • Mientras, la agencia de calificación DBRS mantiene el rating en 'A' pero sube su perspectiva a 'positiva'

Por
Standard & Poor's sube la nota de España por la solidez económica y la mejora de las cuentas

Standard and Poor's ha elevado la nota de España un escalón, de notable bajo (A-) a notable medio (A), con perspectiva estable, porque la economía sigue creciendo a mayor ritmo que la media europea, por la trayectoria descendente del nivel de deuda pública y por los avances en la consolidación fiscal.

La agencia de calificación de riesgo, que no subía la nota a España desde marzo de 2018, destaca en su informe la "resiliencia" de la economía española a pesar del prolongado estancamiento político y de la desaceleración de la zona del euro.

Además, considera que España se encuentra mejor posicionada para afrontar riesgos externos como el Brexit.

Respecto a la repetición de las elecciones generales, señala que es posible que el próximo Gobierno carezca de una mayoría parlamentaria, lo que dificultará que se adopten medidas como una nueva reforma laboral que ayude a combatir la elevada tasa de paro o que se afronten problemas presupuestarios estructurales como el déficit de la Seguridad Social.

Mantiene su previsión de crecimiento económico para este año en el 2,2%

Sobre la falta de Gobierno añade que puede llegar a tener efectos negativos sobre la economía si la situación de interinidad se prolonga a medio o largo plazo.

S&P mantiene su previsión de crecimiento económico para este año en el 2,2%, con tendencia a desacelerarse en los tres ejercicios siguientes, y confía en que el déficit público se rebaje este año al entorno del 2 % del PIB, lo que supondría el nivel más bajo desde 2007.

Según sus proyecciones, la demanda interna seguirá tirando del crecimiento, mientras que el sector exterior previsiblemente tendrá una contribución negativa al crecimiento por la debilidad de los mercados a los que exporta España.

En este contexto, el factor clave será el consumo de las familias, sostenido por el crecimiento del empleo, aunque a menor ritmo, y las subidas salariales.

La inversión empresarial dependerá en mayor medida del entorno exterior, a pesar de que las condiciones financieras seguirán siendo favorables, mientras que la inversión residencial continuará creciendo.

S&P anticipa que el nivel de deuda pública bajará por debajo del 83% del PIB en 2022.

DBRS mantiene el rating en 'A' pero sube su perspectiva a 'positiva'

Mientras, la agencia de rating canadiense DBRS ha acordado mantener el rating de España en 'A' y ha revisado al alza su perspectiva, que ha pasado de 'estable' a 'positiva'.

En su análisis, la agencia canadiense señala que los riesgos para las calificaciones están ahora sesgados al alza y considera que las condiciones que sustentaron el sólido crecimiento económico de España y las constantes mejoras de las finanzas públicas en los últimos años deben seguir apuntalando sus parámetros crediticios.

Indica, además, que a pesar de mostrar signos de desaceleración, se espera que la economía española siga creciendo a un ritmo saludable y supere el crecimiento medio de la zona euro en 2019-2020.

Igualmente, destaca que el déficit fiscal seguirá disminuyendo de manera constante y que la economía española seguirá creciendo a un ritmo relativamente fuerte a pesar del difícil entorno exterior.

En materia política, DBRS cree que el próximo gobierno seguirá comprometido con la consolidación fiscal aunque señala que parece poco probable que se introduzcan medidas decisivas para mejorar la sostenibilidad a medio plazo del sistema de pensiones o para impulsar reformas económicas ambiciosas a fin de impulsar el crecimiento potencial.

Respecto a Cataluña, la agencia espera que la cuestión catalana quede en segundo plano en los próximos años. En este sentido, considera que la sentencia sobre el procés no genere los niveles de tensión de 2017.