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Un testigo psicólogo asegura que el niño Gabriel tenía "angustia" y "miedo" en las últimas semanas ante Quezada

  • La hija de Quezada asegura que se sintió "utilizada" por su madre en el caso
  • Una amiga del padre dice que le llamó la atención dónde encontraron el móvil perdido de Quezada

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Un testigo psicólogo asegura que el niño Gabriel tenía "angustia" y "miedo" en las últimas semanas ante Quezada

El psicólogo de Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel, ha asegurado en la segunda sesión del juicio por el crimen que en las últimas semanas el pequeño mostraba "sentimientos de angustia y de miedo inespecífico" ante la acusada Ana Julia Quezada.

Lo ha explicado a preguntas de la acusación particular, ejercida por el letrado Francisco Torres, en la que ha relatado que supo de estos episodios de angustia y miedo por la psicóloga del niño y por la propia madre. En este sentido, ha asegurado que Gabriel nunca dijo nada a su padre al respecto porque "no quería hacerle daño" y porque "era muy respetuoso", y que solo lo comentó con la madre, a la abuela y la psicóloga.

Ana Julia Quezada ha admitido que mató al niño Gabriel Cruz, pero ha dicho que no era su intención y que solo quería que se callara. Durante más de dos horas ha respondido a las preguntas de la fiscal y de su abogado, aunque se ha negado a contestar a la acusación particular. La acusada ha descrito la muerte por asfixia de Gabriel Cruz como un accidente, en una declaración en la que no ha parado de llorar.

Según el psicólogo de la madre, el niño había llegado incluso a presentar síntomas de "rechazo a acudir a las visitas acordadas con su padre" y que se debía a que el pequeño empezó a notar menos atención desde que su progenitor se relacionaba con Quezada y sobre todo, desde que iniciaron la convivencia a finales de 2017. Por ello, la psicóloga había incluso instado al padre días antes de su desaparición a que aumentara "la calidad y la cantidad" del tiempo pasado a solas con el niño.

También ha afirmado que el pequeño sufrió dos episodios de gastroentiritis, por causas que el pediatra no supo determinar, justo después de haber pasado con Ana Julia Quezada dos martes, día en la que la acusada se hacía cargo a solas del niño porque el padre trabajaba.

La hija de Quezada afirma que se sintió utilizada por su madre

Después ha sido el turno de Judith, hija de Ana Julia Quezada, que ha comparecido por videoconferencia desde Burgos. La joven que residía en esa provincia castellanoleonesa también cuando se produjo la muerte de Gabriel, ha admitido haberse sentido "utilizada" por su madre una vez que supo que fue ella la que mató al niño.

Así lo ha asegurado a preguntas de la fiscal Elena Fernández después de haber pedido al inicio del interrogatorio no ver a su madre bajo ninguna circunstancia.

También ha explicado que la relación con su progenitora siempre ha sido "distante", sin "apego", pero que aún así, acudió desde Burgos a Almería tras la desaparición del niño porque sintió que así debía hacer porque ella es su madre y porque ella se lo pidió. "Ella me lo pidió y yo fui de corazón a ayudar", ha asegurado entre lágrimas.

Sobre si notó algún comportamiento extraño, Judith ha afirmado que solo le llamó la atención que su madre hablase de su físico, del "buen tipito" que tenía, cuando estaban buscando al niño desesperadamente, pero sí que vio que ella "intentaba apoyar" en todo momento a Ángel", el padre del niño.

La aparición del móvil de Quezada

Sobre el móvil de Quezada que desapareció hasta en dos ocasiones ha declarado una amiga del padre del niño, que ha explicado que le resultó extraño dónde apareció el aparato la primera vez.

"Fuimos a buscarlo y un amigo no dejó de llamar al móvil, y a la bajada, lo vimos a media altura, en un palmito, colocado. No estaba tirado en el suelo, que es lo que habría esperado", ha asegurado la mujer. También ha afirmado que le llamó la atención que cuando le entregaron el móvil a Quezada, no miró si tenía llamadas o estaba "estropeado porque ese día había estado lloviendo", sino que "lo dejó a un lado".

La testigo ha relatado otro momento que le causó extrañeza durante la búsqueda del niño. Ha explicado que fue la propia Quezada la que les guió por un camino hasta la casa donde vivía su exmarido Sergio, aunque no le contó inicialmente quién era él, ni la relación que habían tenido, sino que fue solo al preguntar, cuando se lo contó la acusada, además de decirle que él "odiaba a los niños a muerte".

Su expareja asegura que era una "mentirosa"

El último en declarar este martes por la mañana ha sido precisamente Sergio, exmarido de Ana Julia Quezada, que ha asegurado que la acusada es una mujer "fría" y "mentirosa". En este sentido, ha recordado que la ruptura del matrimonio se debió a las mentiras de ella.

"Ella me dijo que llevaba tiempo sin enviar dinero a su familia en República Dominicana, pero encontré un ticket que demostraba que no era así. Al pillarla, ella me dijo de divorciarnos", ha explicado Sergio.

También ha hecho referencia al momento en que se encontró con la anterior testigo. Al respecto, Sergio ha asegurado que le pareció extraño su compartamiento porque Quezada actuó como si no le conociera.

Los testigos de la tarde

En la sesión de tarde, han declarado como testigos un amigo y una familiar del padre de Gabriel. El amigo ha explicado que la acusada fue a su casa a preguntar por el niño la tarde de la desaparición, pero que la vio "con normalidad", aunque le expresó su extrañeza por la pérdida de un menor en un pueblo pequeño.

La familiar ha asegurado que empezó a desconfiar de Quezada después de que apareciera la camiseta, aunque ha remarcado que le llamó la atención que tras ese hallazgo la acusada trataba de estar "a cada paso" que el padre daba y que hacía continúas hacía referencias a un "secuestro" durante la búsqueda del menor.

También ha recordado las evasivas de Ana Julia Quezada a declarar ante la Guardia Civil, así como la insistencia en acudir a la finca de Rodalquilar, donde estuvo con ella unos días antes de que desenterrara el cadáver.

Asimismo han declarado los padres de Gabriel, la abuela y una prima de 13 años, pero lo han hecho a puerta cerrada, por petición expresa de ellos, y no ha trascendido nada de su comparecencia, tan solo que la madre ha pedido declarar sin biombo que la separase de Ana Julia Quezada, no así el padre, la abuela y la prima.