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Saint Laurent mantiene viva la llama de la provocación

  • Icónicas prendas que Yves hizo para mujer inspiran la propuesta masculina
  • Miley Cyrus y Keanu Reaves asisten al desfile celebrado en la playa de Malibú

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Un modelo de Saint Laurent desfila en la playa de Malibú.
Un modelo de Saint Laurent desfila en la playa de Malibú.

Malibú es un lugar evocador. Es el paraíso de la luz y las olas en el que se casaron Brad Pitt y Jennifer Aniston, donde nació Jaden Smith (el hijo de Will Smith y Jada Pinkett) y el lugar en el que viven Lady Gaga, Sean Penn y Robert Downey Jr.. En sus playas han rodado videoclips estrellas como Lana del Rey, Christina Aguilera y Britney Spears. Y fue el escenario de la serie Hannah Montana, protagonizada por Miley Cyrus. La cantante y actriz se instaló allí una temporada con su marido Liam Hemsworth y observando sus atardeceres mágicos escribió su canción ‘Malibu’.

Miley Cyrus y Liam Hemsworth en Malibú. AFP

Ahora, juntos, han vuelto a pisar su arena dorada para ver el desfile de la maison Saint Laurent. Un acontecimiento en el que han coincidido con famosos de distintas generaciones que se conectan con el estilo de la casa: actores y actrices como Laura Dern, Amber Heard, Felix Maritaud, Mackenzie Foy, Alex Fitzalan o Hopper Penn, modelos como Amber Valletta, Anja Rubik y Hailey Baldwin, raperos como G-Eazy o 21 Savage y por supuesto Keanu Reeves, que es la nueva imagen de la casa francesa.

Un aire retro, setentero, recorre la pasarela de Saint Laurent. AFP

Todos vieron la nueva colección de hombre para la temporada de primavera y verano de 2020 y también algunas piezas de la línea de mujer en una pasarela instalada junto a mar. Una propuesta que mantiene la estética que adoptó la casa con Hedi Slimane (que se instaló en California) y que ha continuado con el actual director creativo, Anthony Vaccarello. Saint Laurent no vende moda, vende estilo de vida. Sus prendas quizá no tengan mucha potencia en percha pero sí en los desfiles lucida por modelos delgados, imberbes, impúberes. Chicos y chicas de apariencia andrógina y asexuada que encajan con el nuevo canon de belleza impulsada por los gurús de la moda.

Saint Laurent reinterpreta el pantalón 'harem'. AFP

Pero Vaccarello pega un sutil giro en esta ocasión y reinventa las típicas prendas surferas dotándolas de un aire sofisticado, roquero, canalla, rebelde y fantástico. Camisetas, polos, shorts y pantalones ‘harem’ o bombachos desprecian el algodón para presentarse en sedas, rasos, tul bordado y lentejuelas. Una reinterpretación apetecible, seductora y, aunque parezca lo contrario, fácil de llevar. Otra cosa es el estilismo con el que la casa juega para difuminar las barreras de género y abrazar el movimiento genderless.

Saint Laurent montó su pasarela en la playa de Malibú. AFP

El negro es una de las señas de la casa y de negro se tiñen trajes de pantalón muy estrecho y cintura alta, camisas setenteras, chalecos minúsculos y minivestidos que contrastan con pantalones vaqueros cortados hasta donde ordena el decoro, sastres blancos y cazadoras vintage.  Las prendas de abrigo son especialmente llamativas. Vemos caftanes sugerentes, ponchos y chaquetas de punto que tienen referencias del grunge y otras en sarga roja o ante marrón que revisan la estética militar. No faltan los guiños a la cultura marroquí de la que se enamoró monsieur Saint Laurent en 1966 y que tanto plasmó en sus colecciones posteriores.

Propuetas de Saint Laurent para el verano de 2020. AFP

Las prendas más atrevidas son la que dejan ver la piel, con transparencias o con patrones asimétricos que dejan un hombro al aire. Vaccarello controla ese arriesgado intercambio de códigos de género que arrasa en las pasarelas y aboga por una masculinidad muy femenina y por una feminidad muy masculina. No es algo nuevo en la casa. El genial Yves Saint Laurent fue un rebelde con causa y tenía la virtud de escandalizar y seducir por partes iguales a las masas y la prensa. En 1967 lanzó el esmoquin para mujer, un traje de tres piezas que nunca falta en las colecciones de la firma.

La camisa de lunares es una pieza icónica de Saint Laurent. AFP

Han pasado siglos desde que el hombre desterrara la fantasía de su armario, de la llamada ‘gran renuncia de la moda masculina’. Pero ahora hay un ejército de diseñadores que están luchando para volver a conquistarla, desde Slimane a Palomo Spain. Dos creadores que trabajan con la libertad como bandera siguiendo la estela de Yves Saint Laurent y Jean Paul Gaultier. Ya lo decía Gilles Lipovetsky: “la vida es demasiado corta como para vestir tristemente”. Años después Hedi Slimane sentenció: "el cambio es la esencia de la moda". Sin cambio no hay moda. Sin provocación, tampoco.

Sastre blanco de Saint Laurent. AFP