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El mexicano David Álvarez, I Premio Internacional de Ilustración de Edelvives

  • El jurado destaca su "maestría en la técnica, el manejo del espacio y el uso de la luz y la sombra en sus composiciones"

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Ilustración de David Álvarez
Ilustración de David Álvarez

El artista mexicano David Daniel Álvarez se ha alzado este jueves con el I Premio Internacional de Ilustración de Edelvives por su "maestría en la técnica, el manejo del espacio y el uso de la luz y la sombra en sus composiciones".

El nombre del ganador ha sido dado a conocer esta mañana durante la presentación también de la ganadora del XIX Premio Alandar de Narrativa Juvenil,  que ha recaído en la escritora Paloma González por la novela Joao, y la del XXX Premio Ala Delta de Literatura Infantil, entregado a la argentina Inés Garland por Lilo.

En palabras de Violante Krahe, jefa de Ediciones de Literatura del Grupo Edelvives, el I Premio de Ilustración Edelvives ha nacido con la vocación de crear "un proyecto editorial" que se materializará en un libro cuyas ilustraciones serán de David Daniel Álvarez (México D.F, 1984), licenciado en la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes de México.

Ilustración de David Álvarez

Según explica Álvarez en declaraciones recogidas por Edelvives, cada imagen que ha creado está apoyada en la "metáfora para intentar sorprender a quien mira,  para que la imagen sobreviva a la primera lectura y que, con suerte, propicie alguna pregunta".

Por su parte, la argentina Inés Garland, cuya novela aborda el uso adecuado y excesivo que hacen los niños de los teléfonos móviles, ha contado cómo ha utilizado el personaje de un perro, Lilo, para abordar esta realidad que ella misma comprueba día a día en su entorno.

Esta novela, con ilustraciones de Maite Mutuberria, está ya a la venta y va dirigida a un público a partir de 10 años.

Según ha desarrollado la ganadora del Premio Alandar, Paloma González, cuya obra está destinada a un público mayor de 12 años, Joao está basada en la historia de dos niños que ella conoció, uno que vivía en tierra firme en un pueblo costero y otro que vivía en un barco junto a su madre como "vagabundos del mar".

Ilustraciones de David Álvarez