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Elecciones municipales

¿Cómo afrontan la política dos alcaldes que se llevan 44 años de diferencia?

  • En España hay 32 alcaldes que llevan 40 años en el cargo
  • La limitación de mandatos solo afecta a algunas comunidades. Especial Elecciones municipales

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¿Cómo afrontan la política dos alcaldes que se llevan 44 años de diferencia?

Es la última semana de campaña y Luis Partida, alcalde de Villanueva de la Cañada (Madrid), se detiene para hablar con cada vecino con el que se cruza. "¿Cuántos kilómetros has hecho hoy?", pregunta a un ciudadano que se acerca corriendo. "Esta mañana he hecho 12", le responde. El veterano regidor también aprovecha el paseo para charlar con cuatro estudiantes que se toman un descanso en un banco. "En la biblioteca se estudia bien, ¿no?", les pregunta. "Sí, pero, los jueves…", sigue la conversación el joven. “¿Qué les pasa a los jueves?”, se interesa el alcalde. "Que vienen los niños y hacen ruido”, le dicen. “Bueno, pues ahora hablamos para ver si lo arreglan”, dice, antes de dirigirse a la biblioteca para pedir explicaciones.

Luis Partida tiene 72 años y es unos de los 32 alcaldes españoles que llevan desde 1979 al frente del mismo ayuntamiento. En su caso, ha ejercido el cargo bajo las siglas de UCD, AP y PP. Es de los que opinan que solo los villanovenses deben decidir si ha de seguir en el cargo y no cree en la limitación de mandatos por la que abogan algunos de los alcaldes más jóvenes.

Es el caso de Francisco López, que gobierna el Ayuntamiento de Rafelbuñol (Valencia) desde 2015, cuando, con solo 24 años, relevó a uno de esos alcaldes “de los de toda la vida”. Dice que soñaba con este momento desde pequeño y reconoce que la oposición ha llegado a utilizar su juventud como arma arrojadiza. Decidió dar el paso y meterse en política en 2011, después de asistir a un multitudinario mitin de Zapatero en la Plaza de Toros de Valencia.

Ambos son optimistas con los resultados de las elecciones municipales del domingo y están seguros de que sus vecinos volverán a confiar en ellos.

Luis Partida, alcalde desde las primeras elecciones municipales

PREGUNTA: ¿No se cansa uno de ser alcalde después de tanto tiempo?

RESPUESTA: Mi intención hubiera sido dejarlo esta vez, pero la situación de la política ahora no es la mejor. Yo antes me entendía con mis contrarios políticos y ahora lo que cuenta es el populismo y la demagogia, decir que lo que hicimos no sirvió para nada. Los que tenemos experiencia no podemos permitirnos el lujo de abandonar ahora.

P: ¿Cómo era Villanueva de la Cañada en 1979?

R: Como en todos los municipios de cualquier parte de España, estaba todo por hacer. No había médico ni transporte ni colegio. No había de nada. Confieso que yo tampoco tenía ni idea de lo que era un Ayuntamiento, la política o la Administración. Entré en la lista empujado por unos amigos.

P: ¿Los vecinos ahora son más exigentes a la hora de pedir responsabilidades?

R: Ha cambiado el listón. Antes se pedía la plaza escolar, la plaza sanitaria o la instalación deportiva. Se pedía todo aquello que no teníamos y ahora, lo que se pide es “más”. Ocurre como con los saltadores. Hemos puesto un listón muy alto y superarlo cuesta muchísimo.

P: En su desempeño político, ¿qué peso tiene el partido al que pertenece?

R: Yo soy alcalde y, luego, del partido. Lo llevo a gala y no me ha ido mal.

P: ¿Qué le diría a un alcalde joven que abogue por la limitación de mandatos?

R: Le diría que debe estar todo el tiempo que sus vecinos quieran que esté... si tiene verdadera vocación de servicio.

Francisco López, 'el chiquet' espera ganar el 26M por segunda vez

PREGUNTA: ¿Cuál era tu objetivo cuando empezaste en la política?

RESPUESTA: Siempre he pensado que toda la política que no hiciéramos los jóvenes sería hecha en nuestra contra. Hemos sido la generación que ha sufrido la crisis, esa generación mal llamada “perdida”, lo que ha provocado que entráramos en sitios de responsabilidad para cambiar las cosas.

P: ¿Te han atacado por tu juventud?

R: Por parte de la oposición, cuando se dieron cuenta de que me atacaban por eso y que en el pueblo decían que "el chiquet" (el chiquillo) lo estaba haciendo bien, dejaron de atacar por la edad.

P: Cuando ganaste las elecciones, sustituiste a un alcalde que llevaba 32 años en el cargo. ¿Eso te añadió presión?

R: Fue un momento de gran responsabilidad, pero también de temor interno, de decir: "¿Voy a dar la talla, voy a estar a la altura?". Pero ser alcalde de tu pueblo es el mayor honor y el mayor orgullo que puede sentir un vecino.

P: ¿A qué te dedicarías si no fueras alcalde?

R: Estudié la doble licenciatura de Derecho y Ciencias Políticas. Siempre he dicho que a la política se viene de paso y no sé cuánto tiempo estaré, pero sé que no estaré toda la vida. Los proyectos caducan porque te vas quedando sin ideas.

P: ¿Qué opinas de la limitación de mandatos?

R: Otros países como Estados Unidos las tienen y es algo que tenemos que repensar entre todos los partidos. Sí que es verdad que esto gusta mucho y eso que se dice siempre de aferrarse al sillón... Al final las personas somos de carne y hueso y, cuando hacemos lo que nos gusta, no queremos dejarlo.

La limitación de mandatos, ¿asignatura pendiente?

La Constitución española no contempla ninguna norma que ponga límites temporales a los cargos electos para el ejercicio de su tarea. Tampoco lo hacen la LOREG (Ley Orgánica de Régimen Electoral General) ni la Ley del Gobierno.

Sin embargo, en algunas Comunidades Autónomas sí se han ocupado de esta materia. En Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León o Murcia han legislado para que el presidente de la comunidad no pueda desempeñar el cargo más de ocho años seguidos.

El caso más reciente es el de la Junta de Andalucía, donde el gobierno formado por PP y Ciudadanos ha aprobado iniciar los trámites legislativos para limitar el mandato del presidente y los consejeros a ocho años. Según el presidente autonómico, Juanma Moreno, esta medida permitirá una mayor alternancia en el Gobierno.