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Alabama aprueba la ley de aborto más restrictiva de EE.UU.

  • Prohíbe el aborto incluso en casos de violación e incesto y solo lo permite cuando la salud de la madre esté en peligro
  • La ley desafía el fallo del Tribunal Supremo, que declaró inconstitucional la interferencia del Estado en la decisión de la mujer

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Alabama restringe aún más sus leyes sobre el aborto

El Legislativo de Alabama ha aprobado un proyecto de ley que prohíbe de facto el aborto y desafía así la legalidad de esta práctica en Estados Unidos (EE.UU.), consagrada en un fallo del Tribunal Supremo de 1973, conocido como 'Roe vs. Wade'. El proyecto aprobado es el más restrictivo de los tramitados hasta la fecha en el país y prohíbe el aborto incluso en casos de violación e incesto, solo permitiéndolo cuando la salud de la madre esté en peligro.

El texto -que debe ser ratificado por la gobernadora del Estado, Kay Ivey, quien no ha manifestado por el momento un apoyo al proyecto- busca iniciar una batalla legal que lleve el proyecto hasta el Alto Tribunal para que sus magistrados reconsideren la sentencia de 1973 y, por lo tanto, la legalidad del aborto en EE.UU.

De hecho, los promotores del proyecto son conscientes de que la ley no entrará en vigor, al menos por ahora. "Este proyecto va de desafiar a 'Roe vs. Wade' y de proteger las vidas de los nonatos", reconoció su promotora, la representante republicana Terri Collins. "Este es el camino por el que eventualmente llegaremos a donde queremos llegar", añadió.

El aborto, legal en Estados Unidos desde 1973

En EE.UU. el aborto es legal en la práctica desde que en 1973 el Tribunal Supremo declaró inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo. En los últimos años, sin embargo, el movimiento conservador ha tratado de que el Alto Tribunal, de mayoría derechista, vuelva a estudiar su constitucionalidad para revertir la decisión de 1973.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y los nombramientos en el Supremo de los jueces conservadores Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh han supuesto esperanzas renovadas para los que anhelan su prohibición. Mientras tanto, el Partido Republicano ha tratado de sortear ese fallo aprobando normas que obstaculizan el acceso al aborto amparadas en los derechos religiosos y la salud de las mujeres.

Trump, además, ha retirado la financiación pública a las clínicas de planificación familiar que ofrecen abortos, una medida dirigida sobre todo a Planned Parenthood, la mayor de estas organizaciones en el país contra la que los conservadores tienen una cruzada.